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Barcelona se despide de las monjas clarisas de Pedralbes

Collboni confía en que la congregación vuelva en el futuro y anuncia que se mantendrá la tradición de ir al convento por Santa Eulàlia

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12/02/2025
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BarcelonaEn una ciudad desgraciadamente acostumbrada a ver desaparecer constantemente a locales y comercios emblemáticos, la de este miércoles podría haber parecido una jornada habitual. No lo era. Lo que se vivía este miércoles en Barcelona era la despedida de una tradición de 700 años: la última recepción de las monjas clarisas del monasterio de Pedralbes a los concejales del Ayuntamiento con motivo de la celebración de Santa Eulàlia. El sábado las tres hermanas que aún quedan en el convento dejarán el monasterio para irse a lo que la congregación tiene en la localidad gerundense de Vilobí de Onyar.

La ocasión es histórica, y esto se hace notar desde pronto por la mañana. La expectación es muy superior a la de otros años. Hay decenas de periodistas, el alcalde Jaume Collboni, una numerosa representación de los concejales del Ayuntamiento e incluso el presidente de ERC, Oriol Junqueras, que aparece por el monasterio cuando la parte más institucional ya ha terminado. También hay cientos de vecinos. Algunos de ellos, equipados con pancartas pidiendo que la congregación no abandone el monasterio. Desde que se supo que marcharían, los vecinos se han movilizado para reclamar alternativas, planteando incluso la posibilidad de que monjas clarisas de otros conventos –del Estado, pero también del extranjero– vinieran a Pedralbes.

Después de cantar los gozos en santa Eulalia, llegan los parlamentos. Por parte de las monjas toma la palabra sor Inmaculada, que lamenta que a pesar de que "tantas personas aman el monasterio", las chicas jóvenes "no han oído la llamada de consagrarse a Dios en esta comunidad". Faltan vocaciones, repite desde hace semanas. Termina su discurso, el último como residente del monasterio, con una oración: "Que santa Eulalia proteja a Barcelona ya los barceloneses".

Vecinos con pancartas pidiendo que las clarisas continúen en Pedralbes.

Llega el turno del alcalde. Collboni admite "tristeza" por el adiós de las hermanas, pero enseguida relativiza la despedida. "No es un punto final. Es un punto y aparte", sostiene, y recuerda que en los 699 años de historia del monasterio fundado por la reina Elisenda de Moncada en 1327, la congregación ha tenido que marcharse por diferentes motivos en hasta cinco ocasiones, pero "siempre han vuelto". "Estamos convencidos de que volverán", añade, y asegura que el Ayuntamiento lo tendrá "todo preparado para que la decisión de irse sea algún día reversible".

Además, anuncia que esta no será la última celebración de Santa Eulalia en el monasterio de Pedralbes. Garantiza que el próximo año –cuando se conmemorarán los 700 años de su creación– se volverá, y que el Ayuntamiento invitará cada año a las hermanas a volver a Barcelona desde Vilobí de Onyar ese día para poder celebrar la efeméride con los concejales. "Pensamos que hay que preservar la identidad de la ciudad", apunta, y anuncia también que en marzo se inaugurará una exposición fotográfica de sor Isaura, la hermana más joven y una apasionada de la fotografía.

Misas y ofrendas de los novios

Sor Immaculada ha anunciado este miércoles que el monasterio conservará su actividad religiosa y que se harán misas gracias a los hermanos capuchinos ya los responsables de varias parroquias cercanas. También se conservará una de las tradiciones más arraigadas: la ofrenda de huevos que hacen las parejas de novios para pedir a santa Clara que no llueva el día de su boda. Según ha explicado Collboni, los barceloneses que lo deseen podrán seguir llevando cestas de huevos en el monasterio de Pedralbes. Pero tendrán que hacerlo aprovechando la misa de los domingos.

También se conservará el tradicional requesón que las monjas hacen por Santa Eulàlia. La receta está salvada porque la Fundación Alícia la extrajo y la Asociación de Vecinos de Pedralbes la patentó. Ahora que ellas ya no pueden realizarla, se encarga un obrador vecino. El requesón ofrecido a los concejales y vecinos que se han llegado al templo endulza también el fin de este miércoles de despedida que sólo el tiempo dirá si es definitivo.

El alcalde de Barcelona, ​​Jaume Collboni, con sor Inmaculada en el monasterio de Pedralbes.
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