PalmaLa escuela empieza el 12 de septiembre en las Islas Baleares y por primera vez, con una ley educativa propia: la LEIB, aprobada en febrero, casi tres décadas después de adquirir las competencias en la enseñanza. A escala pedagógica, la normativa va en la línea de lo que plantea la Lomloe estatal: quiere impulsar la educación por competencias, así como fortalecer los proyectos de centro y el trabajo cooperativo del claustro y la dirección. Entre los aspectos más importantes, está el hecho de que blinda el modelo lingüístico con el catalán como lengua vehicular. Habrá que ver, sin embargo, cómo acaba a escala jurídica, puesto que en julio el Tribunal Constitucional admitió a trámite el recurso de Vox contra diferentes artículos de la ley que hacen referencia a la lengua, la educación sexual y la coeducación.
Un año más, "incerteza" es la palabra que resuena en toda la comunidad educativa de la isla para describir el nuevo inicio de curso. Este año las inquietudes de familias y docentes no son tanto por los efectos de la pandemia –que parece que ya no tiene que condicionar la vida educativa–, sino por la implantación de unos nuevos currículums que se han diseñado y aprobado deprisa y corriendo (se publicaron en el Boletín Oficial de las Islas el 2 de agosto). Es lo que más preocupa a familias y docentes. "Los tempos no son reales, los docentes no tienen la preparación necesaria y muchos materiales didácticos no estarán adaptados porque sabemos de editoriales que lo tenían hecho antes de aprobarse los currículums", dice el portavoz de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Mallorca (FAPA). A todo esto se suma el esfuerzo económico para comprar prácticamente todo el material nuevo: "Tendremos que asumir un gasto añadido en un momento muy complicado".
La implantación del nuevo contenido curricular "no va acompañada de una inversión: ni se bajan ratios ni las horas lectivas", denuncia Lluís Segura, portavoz del STEI, el sindicato educativo mayoritario en el archipiélago. Asimismo, menciona un problema crónico en las aulas de las Islas que perdurará un curso más: el incremento exponencial de la población escolar las últimas décadas, que deja muchos centros saturados. Además, Segura menciona las deficiencias de las infraestructuras ante los efectos ya evidentes del cambio climático: "Se prevé otro otoño muy lluvioso y muchas escuelas e institutos no están adecuados a estas condiciones".
Sorpresa por la gratuidad de I2 e I3
Por otro lado, a partir de septiembre entra en vigor una de las midas estrella del Gobierno en la enseñanza, hecho público por sorpresa a finales de julio: la gratuidad de la educación infantil para niños de 2 y 3 años que van a escuelas públicas y de la red complementaria (privadas autorizadas y con convenio con la conselleria). La medida se ha topado con la oposición de las patronales, que acusan al ejecutivo de vender un mensaje no del todo real. Apuntan que muchos niños no podrán disfrutar de la gratuidad porque no han podido acceder a la pública o la complementaria por falta de plazas y denuncian que, pocos días antes de empezar el curso, no tienen el convenio que tiene que hacer efectiva la gratuidad.
![Francina Martí y Pilar Gargallo](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 16 9"%3E%3C/svg%3E)
