Vuelta al cole

El inicio de curso más convulso: cara a cara entre un maestro y una madre

Reunimos a dos actores de la comunidad educativa para hablar de los retos del nuevo curso, uno de los más 'calientes' de los últimos años

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BarcelonaEl 5 de septiembre empieza uno de los cursos más calientes y con más novedades de los últimos años. Después de más de dos años de pandemia, las escuelas se abrirán por primera vez una semana antes, pero con horario intensivo durante todo septiembre y con varias movilizaciones convocadas. El Ara Criatures ha reunido a un maestro, David Altimir, y a una madre, Montse Capdevila, para que expliquen cómo afrontan el nuevo curso.

1.

Inicio de curso con huelgas

Montse Capdevila: Pensamos que quizás no son los días más adecuados para las familias ni para los alumnos, que empezarán el curso en un momento de incertidumbre, pero entendemos que para los maestros son fechas reivindicativas importantes y, por lo tanto, tienen todo el apoyo. Entre las familias encontraríamos pocas que no entiendan por qué hacen huelga. Venimos de 12 años de recortes y con pandemia por el medio, cosa que ha hecho aflorar más las diferencias de maestros y alumnos que están en la educación pública.

David Altimir: Las movilizaciones tendrían mucha más fuerza si también estuvieran organizadas por las asociaciones de familias de alumnos. Que se adhirieran no solo con un apoyo al derecho de huelga, sino que también se movilizaran. Los maestros de escuela, de trinchera, hemos estado un poco desorientados, y nos ha costado sentirnos interpelados del todo en estas movilizaciones. Nos habría gustado más ver que hay una movilización social más fuerte alrededor de estas convocatorias.

2.

Adelanto del calendario escolar

M.C.: Más del 30% de niños en Catalunya están en situación de pobreza y la escuela es su lugar de refugio, de socialización, de cuidados... Ante este contexto nosotros somos proclives a que las vacaciones de verano sean más cortas y que haya más paradas durante el curso escolar porque favorece –y así lo indican los estudios– que el aprendizaje sea mejor. ¿Pero qué está pasando? Que han querido optimizar estos nuevos horarios sin incrementar los recursos educativos necesarios.

D.A.: La manera como se ha hecho no es la acertada porque no ha habido el diálogo que hacía falta con los agentes implicados (docentes, sindicatos, las AMPA, educación del ocio...) y se ha hecho con precipitación. Este cambio ha provocado una cadena de efectos: en julio tuvimos que preparar curso y a los maestros que usábamos este mes para formarnos nos ha perjudicado. Ahora bien, aquí se abre una oportunidad muy interesante que es hacer dialogar la educación formal, que hacemos los docentes, con la no formal, que hacen los de educación en el tiempo libre.

3.

¿Ayuda a conciliar?

M.C.: Lo que tenemos que tener en cuenta es que la escuela no es un lugar para propiciar la conciliación laboral y familiar. ¿Que de rebote puede servir para conciliar? Seguro... pero lo que no podemos hacer es mentirnos y hacernos trampas al solitario. Las nuevas herramientas educativas que se tienen que poner al alcance de la comunidad no pueden basarse en lo que es mejor para la conciliación laboral y familiar, sino en lo que es mejor para las criaturas.

D.A.: Este cambio de calendario puede ser una pequeña palanca para poder mover algo, pero esto la escuela sola no lo resolverá. Se tiene que solucionar también a nivel laboral; la conciliación de las personas que trabajan, sean hombres o mujeres, no dependerá solo de que los centros escolares abran el 5 de septiembre. Debe haber otras medidas de carácter laboral, como los horarios que tienen los trabajadores.

4.

Necesidades para el nuevo curso

M.C.: Estamos convencidísimos de que el principal problema es la falta de recursos. No hay ninguna otra solución que aumentarlos. Todos estos adelantos que se tienen que llevar a cabo tanto sí como no, como la digitalización, los nuevos currículums, etc. tienen que ir acompañados de una dotación de recursos que cubra las carencias anteriores. Si queremos poner el foco en otras cosas, nos equivocaremos. Todavía no estamos llegando al nivel de presupuestos anteriores.

D.A.: Después de tres años de pandemia ahora, además, tenemos que recoger una serie de elementos añadidos a partir de septiembre: la formación digital obligatoria que tienen que hacer todos los maestros, los nuevos currículums y ver qué cambios comportarán en la manera de organizarnos. Son cosas que deberemos aprender a gestionar con las condiciones y recursos laborales que tenemos. Y aquí se tiene que sumar la dotación que habrá para el despliegue de la educación inclusiva.

5.

25% de castellano

M.C.: El catalán tiene que ser vinculante en las aulas y tenemos que luchar para que así sea. Es un método más de integración socioeducativo que tenemos en los centros y esperamos que de rebote los estamentos que tienen que gobernar este uso social del catalán nos ayuden en esta lucha. Como padres nos tranquiliza cuando leemos que en las pruebas de acceso a la universidad el 95% de exámenes se hacen en catalán; un alumno no pediría una prueba en esta lengua si no se sintiera competente, y esto es lo que tenemos que preservar.

D.A.: Nos tiene que preocupar más como ciudadanos que como maestros. Los docentes lo que tenemos que intentar es estar a la altura de las personas que nos han precedido, que trabajaron incluso durante el franquismo en clandestinidad haciendo escuela en catalán. ¿Ahora nos tenemos que asustar porque hay una sentencia judicial? Esto como maestros no nos da miedo, nos da tristeza. La mejor manera de blindar el catalán es la conciencia que tenemos los docentes y nuestra cintura por si hay que desobedecer ciertas exigencias que consideramos injustas para hacer niños que realmente sean bilingües.

Cara a cara entre un maestro, David Altimir, y una madre, Montse Capdevila, para hablar de los retos del próximo curso escolar
6.

Implicación de los padres

M.C.: Hemos perdido la conciencia de colectivo porque no hablamos entre nosotros, no nos entendemos, sencillamente vamos uno a uno y este clientelismo se ha visto cada vez más agravado. El modelo de escuela educativa pública no tiene que ser el modelo clientelar familia-maestros, sino que tenemos que volver a construir la conciencia de colectivo que estamos perdiendo y que a raíz de la pandemia todavía se ha agravado más porque no nos hemos podido ver.

D.A.: Los padres tienen que intervenir mucho más en la educación escolar de sus hijos, lo que pasa es que tenemos que hallar de qué manera. Estamos en un momento en que la figura del maestro está en crisis porque ahora hay familias que tienen una preparación universitaria importante y hay cambios en la crianza que hacen que haya unos vínculos entre padres y criaturas que condicionan la manera de intervenir las familias en la escuela. Pero una escuela de calidad no se puede entender sin un diálogo entre las dos partes.

7.

Grupos de WhatsApp

M.C.: En muchas escuelas se propicia que se haga un grupo de WhatsApp de clase porque no hay otra manera de comunicarse entre los padres. Estos grupos, yo que tengo dos hijos con idiosincrasias diferentes, al final se autorregulan. Empiezan de manera diferente, en algunos se hacen como unas élites de participación que excluyen ciertas familias y en otros no, pero siempre se acaban autorregulando y se usan para las cosas importantes.

D.A.: Los grupos de WhatsApp han sido una herramienta muy importante para los maestros durante la pandemia, pero esto ha provocado un efecto muy perverso: que el teléfono móvil sea una herramienta imprescindible para tener en el bolsillo para trabajar. El mensaje que esto da a las criaturas, de un maestro que está pendiente de la red para ver si hay reunión o no o un grupo confinado o no, es muy peligroso y se tendrá que revertir.

8.

Cambios en la crianza

M.C.: Volvemos al tema de los recursos. Hemos querido entrar en esta maternidad donde tanto el padre como la madre están más cerca de los niños, pero socialmente no ha sido acompañada. Las maternidades que quieren ser más presentes en este sistema laboral que tenemos ahora no tienen cabida. O bien te apartas del actual modelo y lo haces a tu medida o bien este sistema no se adapta a lo que necesitas. No hay libertad laboral para cogerte un permiso [de maternidad] de un año: o mi empresa no lo permite o voy al paro... El encaje es difícil.

D.A.: En los últimos 30 años he percibido un cambio en la manera de hacer de padres y madres. El concepto de maternidad en esta nueva perspectiva de la crianza creo que ha representado un retroceso en los derechos y libertades de la mujer. Ha habido una tendencia a continuar haciendo pivotar la crianza sobre la figura materna y esto es un poco peligroso. A menudo desde los centros tenemos que hacer entender a las familias que el papel de la escuela es hacerles salir un poco del vínculo de los padres y ofrecerles otra unidad de aprendizaje, que es hacerlos crecer en relación con los otros.

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