Sister AI: el Col·legi Montserrat, la escuela que hace un año que aplica IA en el aula

Barcelona"Desde que mis alumnos pueden utilizar ChatGPT yo no puedo seguir pidiendo lo mismo. Esto está clarísimo. Si dices «no dejaremos que esto entre en la escuela», mal rayo", reivindica Mar Sánchez en la gran biblioteca donde recibe el 'AHORA. Es la directora del Colegio Montserrat, uno de los primeros centros en Cataluña en crear un protocolo de inteligencia artificial (IA) y en aplicar sin prejuicios esta tecnología para mejorar la educación en las aulas en competencias como la redacción y descripción de textos o la interpretación del arte.

Hace poco más de un año, cuando ChatGPT aún no se había convertido en una preocupación para padres y profesores, y mucho antes de que Educació diera las primeras indicaciones a los centros para utilizar esta tecnología, esta escuela de Vallvidrera se puso las pilas y empezó a realizar sesiones de sensibilización a todo su profesorado. El objetivo era que los docentes se familiarizaran con las principales herramientas de inteligencia artificial que podían aplicarse en su día a día en las aulas.

"A veces se te presentan fuerzas de cambio que realmente son las que te dicen clarísimamente: «Oye, algo tienes que hacer diferente»", insiste la misionera, que viste hábito religioso. Explica que en su caso la idea de formar a los docentes en IA no fue una reacción al ver que los alumnos podían usar la tecnología para "hacer trampas", sino que antes de saber que los adolescentes la utilizaban ya vieron que era necesario aprovechar estas herramientas en el aula para potenciar el trabajo de los profesores y también para enseñar a los adolescentes a utilizarlas. "Las oportunidades de aprendizaje deben democratizarse y no sería justo que el potencial de esta herramienta sólo fuera válido para los adultos", insiste.

Teniendo en cuenta esta idea, desde septiembre han empezado a implantar la IA en el centro en tres direcciones: enseñar al alumnado a sacar el máximo provecho de esta herramienta que ha llegado para quedarse, educarlos para que reflexionen éticamente sobre su uso y, en el caso de los profesores, utilizar la IA para poder revolucionar las clases y apostar por un aprendizaje más individualizado.

En el caso de la tercera opción, Sánchez explica cómo en las clases de literatura que ella imparte ha utilizado la IA para crear "contenido autodirigido", de tal modo que mientras cada alumno puede seguir el equivalente a una clase magistral y la docente puede dedicarse a dar feedback individual a cada uno de los alumnos. "Tengo el recurso teórico en papel, que es el recurso fiable. Si esto lo pongo en Fliki AI, me lo convierte directamente en un audio en catalán con una calidad espectacular", ejemplifica. Sin embargo, hace una advertencia clara: "En la escuela a toda costa los libros de lectura serán en papel. No es opcional y es uno de los principios vertebradores de la escuela".

De un texto descriptivo a un retrato personalizado

Hace pocos meses, en las redes se viralizaron imágenes de personas que habían utilizado la IA para crear su propio personaje en formato Pixar. Aunque los usuarios lo utilizaban como un entretenimiento más, en el Colegio Montserrat han utilizado esta idea para trabajar los textos descriptivos con los alumnos de tercero de primaria.

Para ello, no deben introducir su imagen en ningún servidor (teniendo en cuenta que son menores, no sería aconsejable introducir datos personales suyos en las redes). Lo que deben hacer es un texto describiéndose a sí mismos con la máxima exactitud posible. "Al principio, a muchos les salió mal, pero eso ya es una nueva oportunidad para aprender, ya que deben pensar en qué han fallado para que no les salga lo que querían", explica el tutor de primaria Adrià Climent. El docente enseña orgulloso los resultados finales del ejercicio que han colgado en la pared, junto a fotos reales de los alumnos para comprobar hasta qué punto se le parecen. "Aparte de que es un ejercicio que les motiva, aprenden a fijarse en los detalles, a buscar las palabras exactas y encontrar sinónimos, pero, además, de manera natural ya les estás enseñando los códigos que de mayores podrán utilizar en herramientas de IA", subraya.

¿Puede la IA clasificar una obra de arte según su color?

Cuando se llega a secundaria y sobre todo a bachillerato, se apuesta por que los alumnos, si quieren, utilicen la herramienta y no lo escondan. Por eso han creado un protocolo de uso entre profesores, alumnos y padres que incluye aspectos como que los adolescentes pueden utilizar la IA como inspiración para tener ideas para empezar trabajos de investigación o realizar prácticas para preparar exámenes. El documento, que están acabando de elaborar, también valora que el alumno cite el uso de la IA en sus trabajos.

Más allá del uso individual de cada alumno, los docentes hacen propuestas, sobre todo en las asignaturas optativas, para que los adolescentes aprendan cómo funciona y cómo pedir contenido a las herramientas de IA. "Lo que estamos haciendo es enseñar una serie de algoritmos de aprendizaje automático, que son la raíz de la inteligencia artificial, para que vean que realmente lo que hay detrás de herramientas como ChatGPT es algo relativamente mundano basado en algoritmos y funciones matemáticas", explica el profesor de tecnología Ferran Fàbregas.

Para llevarlo a la práctica, plantean a los alumnos que descubran si existe una manera de clasificar automáticamente obras de arte con IA relacionando los colores del cuadro con la época artística a la que pertenece. De esta forma trabajan con el algoritmo que utilizaría la IA y, mediante una serie de fórmulas y de métodos estadísticos, los adolescentes deben clasificar los cuadros utilizando programas de hoja de cálculo como Excel.

Otra de las muchas actividades con IA que realizan es la de proponer a los alumnos que se pongan el sombrero de fotoperiodista para emular al fotógrafo Sebastião Salgado sin salir del aula. En la asignatura de artes, deben elegir una parte de su realidad que Salgado podría plasmar. Tienen que mostrar una parte positiva y otra negativa de la actualidad. Una vez escogida y justificada, deben utilizar herramientas de IA para generar imágenes o modificarlas para acabar consiguiendo fotografías de temas cercanos que, fácilmente, podría haber hecho el propio fotoperiodista.

A pesar de esta gran apuesta por introducir a los alumnos en el mundo de la IA, la directora del centro insiste en que esto no implica que siempre se estén utilizando pantallas para aprender. "El proyecto tecnológico debe ser un soporte para el proyecto pedagógico. Si lo único que haces es cambiar el formato, no hay transformación y, por tanto, será absurdo utilizar la pantalla", concluye.