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El Gobierno detiene el plan para hacer macroparkings disuasorios en Catalunya

El fracaso de Martorell obliga al ejecutivo a "revisar" las 15.000 plazas de aparcamiento proyectadas para aliviar el tráfico metropolitano

El Park and Ride de Martorell central se estrenó el pasado junio y tiene más de 300 plazas entre interiores y exteriores pero la ocupación nunca supera el 3% de las plazas
26/02/2025
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BarcelonaFreno de mano del Gobierno socialista en el ambicioso plan para hacer macroparkings disuasorios —o park and ride, en su denominación en inglés— que había diseñado el anterior gobierno de Junts y ERC y que debía servir para descongestionar Barcelona de coches. El evidente fracaso del primero de estos macroparkings, que se inauguró el pasado verano en Martorell, ha llevado al ejecutivo de Salvador Illa a paralizar la treintena de proyectos iniciados y repensar la necesidad de estas grandes infraestructuras, que debían ser un revulsivo para mejorar la movilidad y reducir la contaminación en el área metropolitana.

Después de muchos años de estudio, en diciembre del 2022 la Generalitat anunció con grandes titulares un plan urbanístico para salir adelante una treintena de nuevos aparcamientos alrededor de 102 estaciones de tren y ferrocarriles repartidas en distintos puntos estratégicos de Cataluña. El objetivo, según explicó el gobierno de entonces, era conseguir 14.677 plazas de aparcamiento nuevas para que los ciudadanos que se desplazan hasta Barcelona u otras ciudades del área metropolitana dejaran el coche en la estación y se pasaran al transporte público. El plan calculaba que, con todo, se reducirían hasta 23.741 toneladas de CO₂ y se reduciría el tráfico, sobre todo en la capital catalana, donde cada día entran más de medio millón de vehículos.

Ahora bien, y tal y como avanzó el ARA, el primero de estos macroparkings, el de Martorell, está vacío desde que se inauguró, hace ocho meses. Costó 2 millones de euros, tiene cinco plantas y más de 300 plazas disponibles. Está junto a dos estaciones, una de Ferrocarrils de la Generalitat y otra de Renfe, pero sin embargo a diario aparcan de media solo tres coches que, según los vecinos, son los del personal que vigila la infraestructura.

Interior del nuevo aparcamiento disuasorio de Martorell, situado junto a la estación de FGC de Martorell Enlace

Tras este fracaso, el resto de estructuras ni siquiera se han empezado. Más allá del de Martorell, los ayuntamientos donde debían hacerse los principales park and ride de este plan urbanístico confirman a este diario que, tras el anuncio, hace poco más de dos años, no se ha empezado ninguna obra y tampoco existe ningún trámite en marcha para empezar las actuaciones en este sentido. "No se está haciendo", coinciden fuentes municipales tanto de Castellbisbal como de Viladecans, donde también estaban proyectados grandes macropárkings como el de Martorell.

Dudas y falta de presupuesto

"Estamos revisando los proyectos, tanto en la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) como en Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya", confirman al ARA los portavoces del departamento de Territori, el encargado de poner en marcha los proyectos. Aunque el Govern no cierra definitivamente esta carpeta, fuentes del sector ferroviario apuntan a que no se ha dado ningún orden, al menos hasta ahora, para poner en marcha ningún otro macropárking. El ejecutivo tampoco quiso dar más detalles sobre los motivos que le han llevado a repensar esta iniciativa, ni tampoco qué aspectos concretos se están "revisando" del plan urbanístico.

Más allá de las dudas que pueden aparecer tras el fracaso del parking de Martorell, desde la ATM aseguran que detrás de este frenazo también hay una cuestión presupuestaria. "Se hizo un plan especial urbanístico para determinar los terrenos y usos que tenían, pero todo esto necesita dinero", asegura el director del ente, Manuel Valdés. La ATM confirma que existe una comisión de trabajo abierta entre este organismo y FGC para "buscar una solución en Martorell". "El equipo de movilidad de la ATM y Ferrocarrils de la Generalitat trabajan para ver cómo potenciar esta infraestructura, que ya está allí", explica Valdés, quien matiza que cada uno de estos macroparkings implica una dotación presupuestaria —el de Martorell costó 2 millones de euros— que ahora mismo no existe debido a la prórroga de las cuentas.

Cuando las partidas económicas lleguen, explican desde la ATM, habrá que reordenar todas las prioridades en cuanto a movilidad y ver si los aparcamientos disuasorios, "que son un elemento que ayudaría mucho" y que ya se utilizan desde hace tiempo en otros países, como Alemania, Austria, Francia o los Países Bajos de los Países Bajos.

De hecho, la frenada de este proyecto llega en un momento de inflexión para el transporte público: las rebajas al transporte han hecho aumentar la demanda y los usos hasta cifras récord. Lo mismo Valdés aseguraba hace unos días en este diario que los diferentes servicios están llegando a un punto de "saturación" y que se necesita más dinero para comprar material móvil y mejorar y aumentar las frecuencias lo antes posible. "La hucha no da para todo", resume el director de la ATM.

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