Salud

Descubren por qué el sistema inmunitario no puede frenar a uno de los cánceres de mama más agresivos

Investigadores del IrsiCaixa describen los factores que favorecen el progreso de los tumores triple negativos, resistentes a los tratamientos clásicos

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Tubos con muestras.

BarcelonaEl cáncer de mama triple negativo es uno de los más agresivos y difíciles de tratar: no responde a los tratamientos estándar y no sólo faltan dianas terapéuticas para potenciar las inmunoterapias, sino que también acaba escapando a la respuesta del sistema inmunitario. Ahora bien, estos mecanismos que le hacen eludir la reacción defensiva del cuerpo se desconocían hasta ahora, que investigadores del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa han descubierto su causa después de cinco años haciendo un seguimiento exhaustivo de una decena de pacientes, a una de ellas desde el diagnóstico hasta la defunción. Según este estudio, las culpables son las numerosas alteraciones genéticas de las células cancerosas, que se dan tanto a nivel genético como en las proteínas y en los procesos celulares. El hecho de que este tumor tenga tantas y diversas mutaciones también en las proteínas y durante los procesos celulares, que actúan a la vez dentro del mismo tumor, favorece el progreso de la enfermedad.

La revista Nature Communications ha publicado el hallazgo de los investigadores catalanes que empezaron el estudio porque querían entender cómo el cáncer de mama triple negativo es capaz de superar las defensas del cuerpo en cada etapa de la patología. El trabajo, que se llevó a cabo a partir de la evolución de una mujer que acabó muriendo por la metástasis de ese cáncer, es "único", tanto por el tiempo de estudio como por la cantidad de muestras y parámetros estudiados, según la oncóloga e investigadora principal del estudio, Leticia De Mattos-Arruda. "Hemos mirado hasta el último rincón del tumor y del sistema inmunitario de la persona", añadió.

Según el estudio, pese a que el sistema inmunitario se mantiene firme e intenta luchar contra el cáncer hasta el final de la enfermedad, algunas de las mutaciones impiden la producción de moléculas inflamatorias, que son las que atraen a las células del sistema inmunitario hacia el tumor para atacarle. Además, los investigadores también han identificado que las células cancerosas son capaces de esconder las proteínas tumorales que reconocen las defensas del cuerpo humano y, por tanto, éste no es capaz de generar una respuesta inmunitaria a la enfermedad. Además, todos estos mecanismos actúan a la vez en sinergia dentro del mismo tumor y hacen progresar la enfermedad en detrimento de unas defensas que no pueden vencerla.

Nueva diana para vacunas

Para realizar esta investigación, el equipo ha estudiado 112 muestras de sangre, tumor primario y metástasis de 12 pacientes de cáncer de mama triple negativo, si bien ha sido el de una paciente que dio muestras desde el momento del diagnóstico hasta la su fallecimiento lo que ha proporcionado la fotografía completa. A través de técnicas multiómicas, que permiten acceder a toda la información biológica de los genes, las proteínas y la composición de las células, los investigadores han observado que existen cambios genéticos e inmunitarios muy grandes dentro de cada tumor y dentro de las diferentes metástasis . Algunas de estas variaciones son las que permiten a las células cancerosas evitar el efecto protector del sistema inmunitario y progresar.

Con estos resultados, los autores han concluido que no es suficiente con una única terapia para tratar este tipo de cáncer y que es necesario desarrollar tratamientos que bloqueen los diferentes mecanismos de evasión inmunitaria de la enfermedad, es decir , terapias que ataquen el cáncer por diferentes flancos. De hecho, han profundizado en las proteínas de las células cancerosas que son capaces de despertar el sistema inmunitario, llamadas neoantígenos, dibujando un reloj molecular que les permite entender la diversidad tumoral durante todo el transcurso de la enfermedad y tener posibles dianas por futuros tratamientos. "Al profundizar en estas proteínas tumorales, hemos encontrado una mutación en el gen p53 que es especialmente interesante, ya que es reconocida por el sistema inmunitario y, por tanto, activa las defensas contra el tumor", concreta Núria de la Iglesia, coautora e investigadora principal del grupo de neoantígenos y vacunas contra el cáncer de IrsiCaixa. Este hallazgo puede abrir la puerta a futuras vacunas terapéuticas dirigidas a pacientes que tengan un cáncer de mama triple negativo siempre que tengan la alteración genética en el gen p53.

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