La Caixa acelera su apuesta por la industria
Criteria, el brazo inversor del grupo, entra en el capital de Europastry y Celsa dentro de su plan para destinar 4.000 millones a negocios que no cotizan en bolsa


BarcelonaHubo una época en la que los bancos tenían potentes carteras industriales. Un ejemplo fue Banesto, cuando Mario Conde era su presidente, que fue tragado por el Santander; o el propio BBVA, que había sido uno de los accionistas de referencia de Telefónica o de Gamesa (hoy dentro del grupo Siemens). Cuando era una entidad de ahorros, la Caixa fue -y sigue siendo en algunos casos- el socio de referencia en compañías como Gas Natural (hoy Naturgy), Agbar, Abertis o Repsol, y mantenía esta vocación, que era mal vista por el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de España.
Estas carteras de participaciones empresariales, sin embargo, fueron desapareciendo con el estallido de la crisis financiera del 2008. La Caja de Pensiones, convertida en una fundación de la que cuelga la sociedad inversora Criteria, ganó protagonismo. Ahora, Criteria financia la obra social con los dividendos de sus compañías participadas y hoy es la principal sociedad de participaciones empresariales de España, cuyo valor supera los 30.000 millones y que aspira a alcanzar los 40.000 millones en el 2030.
Estos días ha acelerado sus planes la líder de fabricación de masas congeladas para panaderías de la familia Gallés, Europastry, con un 20% –compañía que ha frustrado al menos cuatro veces su salida a bolsa, la última en octubre, el día antes del estreno–. También con el acuerdo para realizar una operación similar a la siderúrgica catalana Celsa, que era propiedad de la familia Rubiralta y pasó a manos de los fondos que estaban los acreedores.
Ambas operaciones se incluyen en el plan estratégico 2025-2030 de Criteria. Una de las patas está formada por empresas que no cotizan en bolsa, a la que destinará 4.000 millones, la mitad en inversiones directas (Celsa o Europastry), y el otro 50% indirectas, como hicieron con el fondo tecnológico del ex directivo de Telefónica, Javier Santiso. También cerró operaciones con un fondo de la familia Bonomi (Investindustrial) y otro de KKR. Una de las grandes novedades es que la entidad, que hasta hace poco se centraba en invertir en utilities (agua, luz, gas, telecomunicaciones) amplía su radio de acción hacia las industrias autóctonas, admiten fuentes de Criteria.
Con la incorporación de Ángel Simón, el antiguo presidente de Agbar y vicepresidente de Veolia como consejero delegado, Criteria ha pulsado el acelerador. En la presentación de su plan estratégico de 2025 a 2030 se definió a esta sociedad como "elemento estabilizador de la economía a través de la protección de sectores estratégicos y el fomento de la industria".
El primer punto se consolidó con la alianza con el gobierno de Pedro Sánchez, ahora accionista de referencia de Telefónica, donde Criteria ya controla el 9,9% del capital para compensar la entrada de la operadora saudí STC. Además, también coinciden en el capital de CaixaBank, donde el Estado cuenta con el 16,117%, tras la absorción de Bankia en 2020.
Nuevas inversiones
El segundo aspecto, la entrada a industrias para reforzarlas e impulsar su crecimiento, se está construyendo con operaciones como Europastry y Celsa, a las que destinará entre 600 y 700 millones conjuntamente, según diversas fuentes. En esta cartera se sumará también el grupo belga Interparking, del que pasará a tener más del 18% una vez se incorpore Saba. Se trata de invertir en compañías "con un programa de crecimiento", que sean "industriales" y con "valores sociales y de innovación", según el criterio de Simon. El objetivo actual es realizar inversiones más selectivas, con más peso y participación en la gestión. Y todo esto después de decidir devolver la sede social de Criteria y de la Fundación La Caixa en Barcelona, casi 8 años después de haberla trasladado a Palma de Mallorca. No tiene previsto, en cambio, con CaixaBank, que se mantiene en Valencia.
Otra de las piezas de esta estrategia de inversiones a empresas que no cotizan es Aigües de Barcelona, donde tiene como socios el grupo Agbar, propiedad de la francesa Veolia, y el Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Comprobado que el grupo francés no tiene ninguna intención de desprenderse de Agbar, de la que La Caixa salió del todo en el 2014, Criteria ha optado para convertirse en accionista de Veolia con un 5% del capital. Una operación similar a cuando vendió Agbar a Suez y pasó a tener el 5,9% de esa multinacional. En 2022 vendió esta participación a Veolia, en proceso de fusión con Suez, por 750 millones. Ahora, por unos 1.000 millones, vuelve a ser accionista de una mayor multinacional y con representación en el consejo de administración.