Salud

Resuelto el misterio de la longevidad de los óvulos

Una investigación catalana abre la puerta a nuevos tratamientos contra la infertilidad al descubrir la estructura que ahorra energía y protege a los ovocitos

El interior de un óvulo de un ratón con los ELVAs en fluorescencia magenta.
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BarcelonaLas mujeres y el resto de hembras mamíferas nacen con todos los ovocitos de los que dispondrán a lo largo de su vida, aunque sólo unos pocos acabarán convirtiéndose en óvulos susceptibles de ser fecundados. Hace un tiempo que investigadores del Centro de Regulación Genómica (CRG) constataron que esta reserva ovárica predeterminada se mantiene intacta a lo largo de los años porque los óvulos se inactivan durante décadas dentro de los ovarios por conservarse. Ahora la jefa del grupo de Biología de Ovocitos y Latencia Celular del CRG, Elvan Böke, ha dado un paso más: después de analizar miles de ovocitos inmaduros durante cinco años, ha hipotetizado que las células germinales femeninas son capaces de degradar las proteínas tóxicas sin gastar energía y sin sufrir daños; una reacción defensiva que otros tipos de células como las neuronas son incapaces de realizar.

"Históricamente, los estudios [de infertilidad] se han centrado en por qué disminuye la calidad de los ovocitos, pero un estudio reciente, realizado a partir de once mil transferencias de embriones, demostró que la disminución de la fertilidad femenina está muy influenciada por otros factores aún desconocidos. Nuestro estudio abre una dirección futura fascinante por explorar si la degradación de proteínas y los problemas con la forma en que se regulan en los ovocitos podrían explicar el deterioro de la salud embrionaria", concluye Böke.

En un estudio realizado con ratones, la investigadora ha constatado que el período de supervivencia de los ovocitos puede ser de hasta dieciocho meses, mientras que en humanos puede durar casi medio siglo, que es el tiempo medio entre el nacimiento y la menopausia . ¿Y cómo consiguen los futuros óvulos esa longevidad? Aunque todavía es un misterio, sobre todo teniendo en cuenta que otros tipos de células aguantan mucho menos tiempo inalterables, el estudio se centra en la destrucción de agregados de proteínas, que están mal plegadas o dañadas y que, si no se controlan, se acumulan en el citoplasma. Cuando estas sustancias se agolpan en el líquido gelatinoso del interior de la célula donde se producen los procesos metabólicos, tienen efectos muy tóxicos.

Los ELVA deambulan por el citoplasma, capturando y reteniendo agregados de proteínas tóxicas para proteger a los ovocitos de sus efectos tóxicos.

A diferencia de otras células que gestionan los componentes tóxicos a través de la división celular y que gastan mucha energía para desprenderse, los ovocitos reservan todo su citoplasma para un futuro embrión por poder pasarle todos los componentes del ADN. "Los ovocitos dan su citoplasma a un embrión tras fusionarse con un espermatozoide, por lo que prefieren reducir su actividad metabólica para evitar generar subproductos que puedan dañar al ADN materno y comprometer el éxito reproductivo", detalla l estudio.

Una dirección "fascinante"

Según explica Böke, después de haber explorado durante cinco años cómo los ovocitos gestionan estas proteínas mal plegadas o dañadas con microscopía electrónica han descubierto que en el interior de estos óvulos tempranos, hay una cincuentena de estructuras especializadas que funcionan como un "equipo de limpieza", llamadas conjuntos vesiculares endolisosomales (ELVAs, en inglés). Este tipo de patrullas deambulan por el citoplasma y, cuando se activan, secuestran los agregados proteicos, por lo que los hacen inofensivos, y ahorran a los óvulos, que deben vivir durante décadas, el gasto continuado de energía.

Este proceso sólo se desencadena cuando el ovocito está listo para ser fecundado. “Un ovocito no puede permitirse que se acumule basura en su citoplasma, porque debe destinarlo al futuro embrión y no hacerlo supondría un riesgo existencial para su función. Estas estructuras son como una sofisticada red de eliminación de residuos que patrulla por el citoplasma”, destaca el estudio. En declaraciones a Efe, el coautor del estudio Gabriele Zaffagnini ha destacado que, de momento, el estudio sólo se ha realizado en ratones, pero puede ser la base para analizar si la teoría es aplicable a humanos y ayudar a investigar la infertilidad.

De hecho, los hallazgos del estudio sugieren que la presencia de agregados proteicos podría interferir en la calidad tanto del óvulo como del embrión. Eliminando la capacidad de los ELVA para degradar los agregados de proteínas durante el proceso de maduración de los ovocitos, los investigadores comprobaron que los óvulos que se formaban eran defectuosos y el 60% de los embriones que heredaban los tóxicos no sobrevivían en las primeras etapas del desarrollo.

La investigación, publicada este martes en la revista Cell, puede ayudar a entender las causas que se esconden detrás de la infertilidad, un proceso que está estrechamente relacionado con el envejecimiento –con la edad, los óvulos de las mujeres van perdiendo calidad hasta llegar a la menopausia–. Ahora bien, los problemas para quedarse embarazada ocurren también en mujeres más jóvenes, lo que puede responder tanto a defectos genéticos como a causas aún desconocidas por la comunidad científica. Los investigadores estudiarán si una desregulación de este sistema puede explicar estas alteraciones y, por tanto, abrir nuevas vías de tratamiento. De momento, el estudio se ha realizado en ratones y habrá que trasladarlo al ámbito de la salud humana.

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