Cómo lo han hecho las ciudades catalanas que han reducido más los delitos
Banyoles, Gavà y Sant Quirze del Vallès lideran este ranking

BarcelonaSi en el 2024 hubiera durado otras dos horas, Catalunya habría cerrado el año con un mal balance de delitos. Es una simple coincidencia en que en el 2023 solo se registraran 120 delitos más que en el 2024. Lo es porque en el país cada día se cometen casi 1.400 hechos penales, medio millón de delitos a finales de año. Esto da una media de 60 delitos cada hora, siendo estas dos horas las que separaron a Catalunya de acabar el año en positivo o en negativo.
El resumen, sin embargo, acaba siendo que los datos delincuenciales se han mantenido estables. Mientras, la percepción de inseguridad es una problemática al alza, hasta el punto de que es la primera preocupación de los barceloneses y la tercera de los catalanes. Hay conflictos latentes, como la multirreincidencia, muy vinculada a los delitos contra el patrimonio, el aumento de la violencia en las calles o también el incremento del tráfico de drogas, intrínsecamente ligado a la subida de esa violencia. Pero también existen argumentos para el optimismo, y los personifican, por ejemplo, las ciudades que están logrando reducir más los delitos según el ranking del ministerio del Interior, que sólo tiene en cuenta a las poblaciones superiores a los 20.000 habitantes.
La primera del ranking es Banyoles, la capital de Pla de l'Estany, donde viven casi 21.000 personas. "No nos gusta presumir de nada, mañana podría ser de otra forma", comienza diciendo, con precaución, su alcalde, Miquel Noguer, de Junts Banyoles. La realidad es que los delitos han descendido un 18% en un año, según los datos del ministerio del Interior, pasando de 1.055 hechos a 865. Destaca una reducción casi a la mitad de los hurtos. Uno de los motivos del éxito el alcalde le atribuye a la unión de la Policía Local y los Mossos d'Esquadra en una comisaría conjunta. Añade, sin embargo, que en una ciudad como Banyoles notan mucho cuando un multirreincidente comete muchos hechos (y cómo sube los datos porcentuales) o cuando lo detienen (y bajan exponencialmente estas cifras). Con todo, concluye que la ciudad, que gobierna desde 2007, es "bastante estable". Banyoles registra 42 delitos por cada 1.000 habitantes, y está en la parte baja del ranking de ciudades catalanas.
La alcaldesa de Gavà, la socialista Gemma Badia, esconde menos su entusiasmo: "Estoy muy contenta, en el 2023 se redujeron los delitos y aumentamos las detenciones, y en el 2024 lo hemos hecho más", celebra. En Gavà, los hechos penales descendieron un 10,7% el año pasado, y es el segundo municipio de Catalunya con un descenso más destacable. "Es un momento dulce, el aumento de la actividad policial coincide con una bajada de los datos", afirma, en la misma línea, el intendente Javier Sancho, jefe de la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Gavà. En esta ciudad de 48.000 habitantes del Baix Llobregat descendieron, sobre todo, la mayoría de delitos vinculados al patrimonio: un 32% los robos en casas, un 42% las sustracciones de vehículos, un 6% los hurtos y un 17% los robos con violencia y con intimidación.
Cámaras de seguridad
Badia, que antes tenía la carpeta de seguridad como teniente de alcaldía y que ahora se le ha quedado como alcaldesa, apunta a una medida clave: la colocación de 25 cámaras de lecturas de matrícula. En verano, afirma, ya tendrán 33 más. "Hemos creado una especie de envoltorio por toda la ciudad y nos da mucha visión de quién sale y quién entra, y de quién comete delitos", afirma Badia. También apunta a un aumento de los efectivos de la policía local y mucho trabajo de atención y comunicación con la ciudadanía para romper con las percepciones: "No sólo tenemos que ser seguros, también debemos parecerlo", afirma, y avisa de que si "nos fiésemos de lo que dice la extrema derecha no podríamos salir a la calle". Asimismo, insiste en la importancia de la coordinación entre los Mossos y la Policía Local.
Este es un argumento que repite el intendente Sancho. Por ejemplo, ellos han apostado por una medida innovadora: patrullas conjuntas. Es decir, un binomio formado por un mozo y un policía local. Así son más "eficientes" y con menos efectivos se cubre más espacio. También han intensificado mucho la presencia policial en la calle (apunta que son una de las comisarías del país que realizan más controles estáticos) y eso ha permitido hacer frente a uno de los principales problemas de la ciudad, que son los robos en el interior de los vehículos. Sancho tiene la competencia de la seguridad de Gavà, pero también de otras ciudades adyacentes como Castelldefels o Viladecans, donde también descienden los delitos un 2% y un 8,9%, respectivamente.
Más control al ocio nocturno
La ciudad que completa el ranking de localidades donde más bajan los delitos es Sant Quirze del Vallès, en la comarca del Vallès Occidental, y donde viven algo más de 20.000 personas. En 2024, los hechos penales cayeron un 9%, pero destaca el descenso a la mitad de los robos en domicilios y establecimientos. El intendente Enric Cervelló es el jefe de la comisaría de los Mossos de Sabadell, un territorio policial que incluye Sant Quirze, y explica que uno de los principales problemas de esta localidad, muy residencial, son los robos con fuerza. Cervelló explica que han creado un mapa con las zonas más calientes y orientan el patrullaje hacia donde se concentran más hechos en un momento puntual.
El mando de los Mossos, que también destaca la importancia de la colaboración con la policía local, pone el foco en otro punto para explicar el bajón de los datos: la discoteca Waka, que a menudo ha protagonizado páginas de diarios por su conflictividad. El intendente afirma que han puesto "muchos más efectivos" y dispositivos estáticos todos los fines de semana. Esto, comenta, también se está notando en los datos.
Sant Quirze del Vallès también está en la parte baja del ranking de menos delitos por cada 1.000 habitantes, con 27. Este ranking en positivo lo lidera Olesa de Montserrat (18), y le siguen Castellar del Vallès (19) y Manlleu (20).