15 restaurantes para seguirles la pista, dos que cierran y uno que regresa después de un incendio
Este inicio de curso, pongámonos al día de lo que ha pasado en el negocio de la restauración
En principio, el año comienza en enero, pero todos sabemos que el año va con el curso y comienza en septiembre. Así que aprovechamos que estrenamos temporada para repasar cuáles son las novedades a las que debemos prestar atención. Algunas, ya os hemos hablado ampliamente: otras, encontraréis artículos en breve.
Fuera de Barcelona, y ya que todo el mundo que ha podido ha ido cerca del mar, cabe destacar La Corte del Mos, en Palamós. Ha sido un verano intenso para Helena Terme Adan y Jeffrey Ruiz Garcia. Su propuesta de cocina inspirada en el Libro de Sent Soví tiene ya muchos adeptos. La otra apertura a destacar llegó con la verbena de Sant Joan: la encontramos en Begur y es la versión ampurdanesa y ajardinada del restaurante que Jordi Vilà tiene en Barcelona. Se dice, claro, Alkostat del mar. En la misma Riera, por cierto, ha habido otro lugar que ha despertado muchos comentarios positivos: Trozo de Oso.
Si bajamos hacia Barcelona, la cosa ha sido bien movida. Hay restaurantes que han ido creciendo, como por ejemplo Francia, que ha incorporado un menú de mediodía brutal. O bien la apertura de Pompa, el segundo restaurante de Carlos Pérez de Rozas. Su Berbena está siempre lleno hasta los topes: auguramos que repetirá éxito. Como también tendrán seguro la buena gente del restaurante Maleducado, que han estrenado Casa Fiero. Ya avisan de que en ningún caso es "el hermano pequeño del Maleducat". Y unos terceros que se han animado con un segundo restaurante son los gemelos del Xemei, que han abierto el Bar Súper frente al Mercado de Santa Caterina.
Esperadísima también la apertura de Fonda Balmes, el restaurante que toma el relevo del restaurante del añorado Fermí Puig. Alfred Romagosa continúa al frente y le acompaña el cocinero Josep Maria Masó. También muy celebrado el cambio de emplazamiento del restaurante Direkto, de Arnau Muñío. Ha dejado el mercado de la Boqueria para ir a un local de la calle París, en el Eixample.
Hay un restaurante que no tiene ni un año y ya ha salido a todas partes. Es el Malparido. Ya hace tiempo que las cosas les van bien, pero el motivo no tiene tanto que ver con su suculenta comida como con la visita de una catalana ilustre. La cantante Rosalía no solo le hizo parada, sino que también les dedicó un plato. Una publicidad caída del cielo.
En el ámbito hotelero, que ya hace tiempo que gastronómicamente se pone las pilas, hay dos lugares a tener en cuenta. El primero es la terraza en lo alto del Moxy Barcelona, que se llama Bonavista y es un proyecto del Grupo Confieria. Es un mirador estiloso (un diseño inspirado en el Miami de los 70), hay buena coctelería (no en vano son los dueños de Paraíso) y está pensado para que la gente se lo pase bien, por eso incluye curling y minigolf. También hay que estar atentos a las aberturas (en plural) dentro del gran hotel SLS, en el Fòrum. De momento, ya está el restaurante Lora.
En el apartado de comida con las manos, tres opciones. Los bocadillos del'Ultrapaninos Marín, que cierran el círculo del restaurante Ultramarinos Marín y su cocinero Borja Ordoño. Las hamburguesas del Fry House. Son de estilo japonés y de pollo frito. El artífice es el cocinero e ilustrador gráfico El Puto Ken. Y el lunes, día 8, damos la bienvenida al chiringuito de los Jardines del Grec. Se llamará La Greca y la gestionarán vecinos del Poble-sec: Raquel y Marc, del restaurante Casa Chica, y Lena y Joe deEat Street.
Dos cierres y un retorno
Este verano hemos sabido que cerraba el restaurante Gigante, en Poblenou, pocos meses después de abrir. Lo anunciaron por redes y ésta no la habíamos visto a venir porque desde el inicio fue una propuesta muy celebrada. Un cierre anunciado (que sería uno a rever) es el delAurt. El restaurante de una estrella de Artur Martínez, que para seguir creciendo busca un nuevo emplazamiento más céntrico. Mientras no lo encuentre, este mes debe inaugurar el restaurante de cocina catalana Saúca, en el Eixample. Estaremos pendientes.
Y acabamos con un retorno, el de Molino de Pez. El restaurante que la Familia La Ancha tiene en la calle Còrsega tuvo que cerrar porque la cocina se quemó y en pocos días se reincorpora a la oferta barcelonesa. "Fueron unos meses intensos. Cerramos de golpe, con el corazón encogido, pero con una idea clara: volver cuanto antes y volver bien", dice al ARA el cocinero y socio Nino Redruello. "Hemos dejado el alma para levantarlo en un tiempo récord, y no solo volvemos, sino que lo hacemos con novedades".
Novedades, este año, habrá un montón.