La proeza de hacer uno de los mejores menús del día de Gerona en una cocina de 2,5 m²
Cocido Gastrobar, donde antes estaba el BionBo, en la calle del Carme, es un proyecto familiar con una cocina muy propia y asequible
GeronaHay proezas difíciles de alcanzar y, más aún, de mantener. Es lo que ha ocurrido desde hace una década en un pequeño restaurante del barrio de Vista Alegre de Girona. Lo suficientemente cerca y bastante lejos del bullicio gastronómico del Barri Vell, como una declaración de intenciones por ser un verso libre en el terreno gastronómico. Remontando el Onyar arriba, en la calle del Carme, 75, hay una pequeña gran cocina de sólo 2,5 metros cuadrados desde donde sale uno de los mejores menús del día de Girona en relación calidad-precio.
Si bien hasta enero era el menú semanal que elaboraba el chef Xavier Aguado al frente del BionBo, que ahora se ha convertido en un club gastronómico y cultural un poco más abajo (en el número 57 de la misma calle), ahora en el frente a los fogones está Enric Agustí, con Vinnitza Amador en la sala. Y el restaurante ha pasado a llamarse Cuit Gastrobar. Con capacidad para un máximo de 18 comensales, se trata del proyecto muy cuidado de una pareja que se conoció en Valencia, escogió Girona para criar a su hijo y que tiene el objetivo de vivir de los menús del día de mediodía , a 18,80 euros con bebida incluida.
"Somos un restaurante muy familiar donde queremos que la gente disfrute comiendo por 20 euros, el precio del menú del día", asegura Agustí, que ha dado el paso de abrir su propio restaurante cansado de la presión y de la industria de las estrellas Michelin. Le cuesta definir su cocina, pero le plasma lo que han sido dos décadas en todo tipo de fogones. Nacido en el barrio de Poblenou de Barcelona, junto a la Mina, se independizó de casa con 16 años haciendo de albañilería y boxeador. Pero explica que un accidente laboral en la obra le acercó a su verdadera pasión: la cocina. Se apuntó a un curso de año y medio y de allí se fraguó con Fermí Puig, Fran López y Quique Dacosta, entre otros. El año pasado, trabajando en Platja d'Aro, regresó a Girona después de unos 20 años sin ir para comer en el Hakuk. "Vi que su modelo funcionaba y que quizá mi cocina podría encajar aquí", explica.
Supo al poco de la reubicación del BionBo y rápidamente se entendieron con Aguado, con quien comparten la pasión por cocinar con vegetales. Por si algo se define la cocina de Agustí es para ofrecer todas las opciones posibles de un producto, una cocina de reaprovechamiento que le viene innata. Una berenjena, con una cocción de 4 horas, dos a la brasa en un horno japonés que se llama kamado –lo único que le cabe a la cocina– y otras dos a 75 grados, se convierte en un primer plato excelso, acompañado de salsas y texturas que conforman la especialidad de Agustí, además del arroz semanal. El menú consta de tres platos a escoger de primero, segundo y postre, y se renueva cada semana en función de la temporada. También hay otro menú de noche y de fin de semana, en el que el restaurante abre si hay reservas hechas.