"¿Pero aquí hay asignaturas o todo son proyectos?": las dudas de las familias en las puertas abiertas
Asistimos a las jornadas de puertas abiertas de 4 centros de primaria y secundaria de Barcelona y de Girona para saber de primera mano qué preocupa a padres y madres
Barcelona¿Qué preocupa a los padres y madres a la hora de elegir una escuela o un instituto para el hijo o la hija? ¿Cuáles son las preguntas que más se repiten entre las familias? ¿Las nuevas tecnologías han cambiado las preocupaciones a la hora de elegir centro? El Criaturas asiste a cuatro jornadas de puertas abiertas, dos escuelas de Girona y dos institutos de Barcelona, para averiguarlo.
Puertas abiertas en las escuelas
"Sus hijos o hijas estarán nueve años en el centro"
"Puede visitar las aulas de primaria porque piensa que matricule a sus hijos o hijas por estar nueve años aquí, no sólo para E3". Muchos padres se miran entre ellos y susurran cuando oyen las palabras del director de una de las escuelas públicas más antiguas de Girona durante la jornada de puertas abiertas. Es como si de repente les recordaran el peso de la decisión que deben tomar.
La estructura de la jornada se repite en las dos escuelas de Girona. Primero un recibimiento de las familias en el aula más grande, con hoja informativa incluida. A continuación, veinte minutos de explicación con PowerPoint y todo el equipo directivo, representación de la AFA y comedor en escena para explicar las excelencias de la escuela. "Nuestro proyecto está adaptado a la diversidad", "el aprendizaje es vivencial" o "el niño está en el centro del aprendizaje" son algunas de las frases que se repiten en los dos centros, uno de los cuales tiene un proyecto educativo más tradicional y otro más innovador. Para acabar de convencer a los indecisos se quita toda la artillería con las actividades que les hacen singulares: por un lado, terapia canina, una granja, un huerto o un invernadero y, por otro, natación a tercero, también un huerto, que son escuela verde o que participan con La Marató.
En las dos jornadas, que hacen un tour exhaustivo por todos los rincones de los centros, también tienen un papel protagonista un grupo de alumnos de 4º de primaria, que en la escuela más tradicional incluso forman parte del suyo speech en inglés.
¿Puede venir con pañal?
Pero si en las guarderías la preocupación de las familias es que las criaturas no se pasen todo el día llorando, aquí el tema estrella es el de los pañales. "¿Pueden venir con pañal?", se repite tres o cuatro veces en ambas escuelas. La primera respuesta es similar: "Aconsejamos que haga un buen esprint en verano para que sus hijos o hijas logren controlar el esfínter". Ahora bien, un centro es más permisivo que el otro respecto al hecho que vengan las primeras semanas con pañales, sobre todo los nacidos a finales de año.
Periodo de adaptación
La otra gran preocupación de padres y madres es cómo se hará y cuánto durará el período de adaptación, básicamente porque esto supondrá que muchas familias tengan que pedir días de fiesta en el trabajo hasta que los niños tomen la rutina de curso. Aunque el departamento de Educació recomienda que sea de cuatro días, los dos centros discrepan y coinciden en que es un tiempo "insuficiente" y que dependerá de cada criatura. "Los primeros días vendrán la mitad de la jornada", ya avanzan.
El inglés
Algunos padres y madres muestran preocupación por el nivel de inglés con el que saldrán los hijos de la escuela e, incluso, pregunta si hacen el examen para la obtención de algún título homologado. Ambas escuelas vuelven a exhibir que, aparte de la asignatura de la lengua extranjera, hacen otras en inglés como science, educación física y los mayores, incluso, una obra de teatro, pero que no, que en el centro no realizan exámenes homologados. "Se hace el inglés desde I3 y se sigue el mismo proceso de aprendizaje que las demás lenguas", concretan.
El salto al instituto
Llama la atención que en el centro más innovador, las familias preguntan si cuando los alumnos dan el salto al instituto, donde mayoritariamente los aprendizajes todavía siguen un modelo tradicional, están suficientemente preparados para seguir las clases. "Combinamos trabajo sistemático y el de proyectos", se apresura a decir la directora que, por un lado, recuerda que la escuela tiene "encuentros" con los institutos que tiene asignados y, por otro, que las directrices del departamento de Educación ya incluyen a partir de este curso que los institutos deben ir incorporando el trabajo por proyectos.
Horarios del centro, de almuerzo, extraescolares, casales de Navidad, Semana Santa, cuántas solicitudes de preinscripción se reciben o si alguien entra en segunda opción son otras preocupaciones más de logística que también salen. Pero la visión final que dan algunos de los alumnos de cuarto recuerda que, por mucho tiempo que pase y por muchas tipologías de escuelas que haya, los intereses de los niños no cambian: "¿Qué nos gusta más de la escuela? hora del patio y los días que podemos jugar con los de E3", sentencian.
Puertas abiertas en los institutos
"Aunque nos dé pena, se hacen mayores y en la ESO empiezan el camino hacia la autonomía".
"Al inicio de curso se reunirá con el director y con el tutor o tutora de su hijo y éstos serán prácticamente los únicos profesores que conocerá porque se ha acabado esto de hablar con el maestro a la salida. Más que nada porque les sus hijos no querrán que pise el instituto". Lo dice una madre veterana, miembro de la AFA, a los padres y madres de futuros alumnos de primero de ESO durante la jornada de puertas abiertas de un instituto del barrio de Gràcia de Barcelona. De repente, a todos los allí reunidos les pasan por delante los primeros años de vida de sus (ya no tan) criaturas.
El paso de la escuela al instituto preocupa a muchas familias que ven a sus niños todavía demasiado pequeños. Muchos han venido con ellos. Por eso en las jornadas de puertas abiertas los docentes dedican tiempo y esfuerzo a explicar cómo se hará la transición. "Este es uno de nuestros puntos fuertes, hablamos con la escuela y acompañamos a los alumnos en este paso", dice la directora de un instituto del Eixample de Barcelona durante una jornada de puertas abiertas virtual. En otras palabras, la misma idea se repite en todos los centros: "Aquí cuidamos a sus hijos", dice otro docente. Unos prometen tutorías, mentorías con alumnos mayores o conversaciones con los maestros de sexto de primaria y otros explican que configurarán las clases de forma que todos los alumnos vayan con algún compañero de la escuela o que el primer día los alumnos mayores entrarán más tarde para no "impresionar" a los más pequeños. Lo necesario para que la transición no sea tan brusca. Sin embargo, hay una profesora que recuerda: "Aunque nos dé pena, se hacen mayores y en la ESO empiezan el camino hacia la autonomía".
En uno de los institutos, el profesor abre la charla con una anécdota en clase para acabar diciendo: "Estoy muy agradecido por el trabajo que hago, yo disfruto educando". Y el docente que habla a continuación dice a la audiencia: "No sé si se da cuenta de lo relevantes que son estas palabras en un momento en que nuestra profesión está tan desprestigiada". Las puertas abiertas son también un momento para la reivindicación: "Las materias artísticas tienen, desgraciadamente, poca carga lectiva y no tenemos tiempo para mucho", reconoce la profesora de música de un centro. "Aquí nos dan un ordenador en 3º de ESO, el Consorcio lleva años diciendo que los alumnos lo tendrán en 1º, pero de momento no llegan", admite un alumno de último curso que realiza la visita guiada por su instituto a un grupo de familias noveles.
¿Asignaturas o proyectos?
En todas las charlas se destaca que el objetivo es formar a personas autónomas, responsables, críticas, participativas, plurales y tolerantes, entre otras aptitudes. "Nuestra función es que sus hijos aprendan", destacan en otro centro. Los malos resultados del informe PISA planean en el ambiente. "¿Por qué aquí hay asignaturas como tales o todo son proyectos?", pregunta un padre. Las familias no terminan de tener clara la metodología de aprendizaje. Y cuando toca hablar de ello, una profesora reconoce que a ella le ha tocado explicar el tema que más polémica levanta últimamente. "Ni todo se hace por proyectos ni todo por exámenes. Aquí tratamos de trabajar con metodologías distintas, pero hay deberes y exámenes, somos un centro tradicional en este aspecto", dicen en un instituto del Eixample. "Aquí estamos organizados por ámbitos y hacemos trabajo competencial", explican al de Gràcia. "Pero tenemos materias porque vimos que si no se hacían un lío", reconocen. Lo que queda claro es que tendrán que inculcar hábitos de estudio porque seguro que habrá más trabajos, más presentaciones orales y más pruebas que en primaria, aseguran.
Móviles y ordenadores
El otro tema polémico es el uso de móviles. En la entrada de la jornada de puertas abiertas de un instituto, una voluntaria del movimiento Adolescencia Libre de Móviles reparte hojas informativas. La pregunta se repite en todas las jornadas: "¿Está prohibido el uso del móvil?" En un centro sacan pecho que ellos llevan años con bagaje en el uso de la tecnología y no han tenido que tocar "ni una coma" de su protocolo después de las directrices de la Generalitat ni tampoco hacer "gaires experimentos": "Ya sabemos qué funciona y qué no". Defienden el uso de la tecnología y sus posibilidades. "Para nosotros son herramientas de futuro y queremos capacitarles para hacer un uso crítico y responsable". "El ordenador es una herramienta más, como lo es el libro", dicen en otro centro. Las familias asienten. "¿Pero pueden llevar móvil, sí o no?", insisten. Pueden llevarlo, pero está prohibido usarlo en clase o en el patio, responden a la mayoría de los centros. ¿Y la usan? "Sí, claro, pero entonces nosotros debemos hacer nuestro trabajo, que es hacer pedagogía para que no lo saquen más", dice un profesor. En otro instituto les requisan: "Aquí no se utiliza el móvil".
En una de las jornadas de puertas abiertas una madre agradece la presentación porque ha sido la "más filosófica" de todas las que ha ido, si bien las dudas y las preguntas que hacen las familias son más bien prosaicas: qué horario hacen ? ¿Hay comedor? ¿Qué optativas hace? ¿Y extraescolares? ¿Utiliza libros? ¿Cómo evalúa?
Y otro tema que no falla: ¿cuántas solicitudes de preinscripción recibe? ¿Cuánta gente se queda fuera? ¿Y en segunda opción entra alguien? ¿Cuántos hermanos hay este año? La lotería de cada año preocupa a las familias, a expensas de un sorteo que decidirá el futuro de sus hijos. Pero la madre veterana de la AFA, en un intento de tranquilizar a las familias, recuerda: "Todos los institutos funcionan y éste no es mejor que otro".