Palestina se hace sentir en catalán
El pueblo palestino ha creído de forma firme en el poder de la palabra, lo que explica también la riqueza de su literatura, con puntales como Mahmud Darwix, Gassan Kanafani y Elias Khoury

Palma de MallorcaEntre todas las vejaciones que sufre Palestina, hay una que quizás no parezca la más urgente, pero que es crucial para entender su historia moderna: a Palestina no se le escucha. Da igual lo que tenga que decir, porque siempre hay alguien que habla por ella y sobre ella. En esta tierra "de los mensajes del cielo a la humanidad", como la llamó Mahmud Darwix, son los conquistadores y sus aliados -no sólo militares, sino también intelectuales- los que siempre han monopolizado el discurso.
Pero el pueblo palestino nunca ha callado: de hecho, ha creído de forma firme en el poder de la palabra, lo que explica también la riqueza de su literatura. ¿Por dónde podría empezar alguien que quisiera adentrarse en esta tradición tan desatendida? Una buena forma sería hacerlo con dos autores fundacionales, tanto en un sentido literario como político: el narrador Gassan Kanafani (1936-1972) y el poeta Mahmud Darwix (1941-2008). De la amplia y frenética obra de Kanafani —un escritor e intelectual brillante, asesinado a los 36 años por el Mossad—, tenemos en catalán dos novelas breves: Regreso a Haifa y Hombres bajo el sol (Club Editor, traducción de Anna Gil Bardají). Ambas son ejemplos excelentes del talento de Kanafani para vincular la historia de su pueblo con la exigencia literaria, es decir, para defender que los fines no pueden separarse de los medios. En particular, Hombres bajo el sol —que podría incluirse en cualquier antología de las mejores novejas del siglo XX- es magistral a la hora de explorar un territorio de angustia física y psicológica, que con el tiempo se ha convertido en un símbolo de la condición palestina moderna.
En cuanto a Darwix —poeta que se encuentra, sin exageración alguna, entre los mejores de su época en cualquier lengua—, quien quiera leerlo en catalán tendrá que romper un poco por librerías y bibliotecas. En 1993 se publicó una antología bastante interesante, Sólo otro año (Ediciones 62, traducción de Dolors Cinca), que fue una de las primeras traducciones de Darwix a ninguna lengua ibérica, pero está más que agotada. Tras esta iniciativa pionera, en 2004 apareció en Andorra uno de sus poemarios clave: ¿Por qué has dejado el caballo solo? (Editorial Límites, traducción de Margarida Castells). Es una lástima que sea un libro tan mal de encontrar, porque aquí confluyen buena parte de los rasgos definitorios del "lirismo épico" de Darwix: la vivencia personal y colectiva elevada a la potencia de mito, la sensibilidad por las imágenes cotidianas o la ambición visual y conceptual. A estas alturas, por tanto, la única obra suya que circula es La Palestina como metáfora (Leonard Muntaner, traducciones de Jaume Ferrer y Eulàlia Sariola), una excelente recopilación de entrevistas para comprender su visión de la poesía, así como las complejas relaciones entre el proyecto nacional palestino, la política y la escritura.
Un palestino honorífico
Otra referencia fundamental sería la novela La cueva del sol, deElias Khoury (traducción de Jaume Ferrer), que Club Editor acaba de reeditar recuperando el título original, La puerta del sol. Si bien era libanés, a Khoury (1948-2024) se le puede considerar un palestino honorífico. En 1967 viajó a Jordania para incorporarse a las milicias palestinas, junto a las cuales lucharía, una década más tarde, en la guerra civil de Líbano. También defendería la causa palestina en el frente intelectual, como editor de la prestigiosa Revue de Études Palestiniennes. Considerada su obra maestra, La puerta del sol es fascinante por la multiplicidad de tiempo y de voces: para escribirla, Khoury recopiló innumerables testigos de refugiados y exiliados palestinos, con los que trazó un bellísimo torbellino de historias, recuerdos y sueños que bascula, como sus protagonistas, entre la Galilea conquistada por Israel y los campos de refugiados libaneses de Sabra y Chatila.
Entre los autores más jóvenes, cabe destacar la novela Un detalle menor (Navona, traducción de Mohamad Bitari), deAdania Shibli. El libro se hizo conocido internacionalmente a raíz del escándalo que se produjo en el 2023 en la Feria de Frankfurt: la ceremonia en la que debía entregarse a Shibli el prestigioso premio LiBeraturpreis se aplazó por los ataques de Hamás, con el excusa de dar más espacio a voces israelíes. Dividida en dos partes bastante distintas y, a la vez, íntimamente unidas, la novela establece ecos y resonancias entre un crimen aberrante del pasado y la violencia cotidiana y más sutil del presente. Literariamente, es un artefacto ambicioso e inquietante, que remueve sin caer nunca en la simplificación.
Para concluir este breve recorrido, debemos hacer una mención especial al poeta y traductor Mohamad Bitari. Sirio de raíces palestinas instalado en Barcelona, Bitari ha traducido numerosos autores catalanes al árabe y también árabes al catalán. Con Èter Edicions, creada en 2023, Bitari y el poeta Oriol Rissech se han propuesto dar espacio a autores árabes menos conocidos ya menudo inéditos en catalán. De las obras palestinas de su catálogo, destacaría dos: la crónica autobiográfica La insumisa de Gaza (traducción de Oriol Rissech), escrita en francés por la periodista Asmaa Alghoul y el escritor libanés Sélim Nassib; y el poemario Desde el río hasta el mar (traducción de Mohamad Bitari), de Samer Abu Hawwash. Mientras que el libro de Alghoul y Nassib retrata la complejidad de la vida cotidiana en la Franja en los años previos a las Primaveras Árabes —entre el asedio continuo de Israel y la ortodoxia moral y religiosa de Hamás—, el poemario de Abu Hawwash es una respuesta al genocidio de Gaza, con una potencia rítmica y visionaria desbordante.