El profesor Boris Dausà hacía "ofrecimientos directos de relaciones sexuales" a alumnos del Institut del Teatre

El ARA tiene acceso a las conclusiones de la comisión que analizó las quejas sobre acoso y abusos de poder de 13 docentes

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Manifestación Instituto  del Teatro

BarcelonaEl ex profesor del Institut del Teatre Boris Dausà repitió desde 2012 “prácticas que se escapan de la finalidad docente”, que “crean un entorno intimidatorio” y que a menudo “conllevan un contacto físico invasivo con connotación sexual”. Así lo afirmaba la comisión de prevención y de investigación de acosos del Institut del Teatre en un informe al que ha tenido acceso el ARA a través de una petición de transparencia. Se constata “la utilización indebida del contexto académico” para “crear el clima adecuado” y “generar situaciones con propósitos sexuales”, algunos de los cuales incluso invadían la intimidad de los alumnos. La comisión comprobó que estas actitudes estaban vinculadas a “la alteración consciente y persistente del rol docente”, hecho que creaba confusión al alumnado y permitía al profesor “propiciar situaciones de excesiva proximidad” y “llegar incluso a hacer propuestas sexuales a algún alumno”. Lo hacía en actividades tanto dentro como fuera del aula, mostrándose como un amigo y sobrepasando “el que tendría que ser el comportamiento del docente”. La comisión que ha llegado a estas conclusiones se activó después de la investigación del ARA, que destapaba una veintena de casos de acoso y abusos a alumnos del Institut del Teatre. A raíz de la investigación interna, la institución llevó a Boris Dausà a la Fiscalía, donde este caso -y los que se deriven- serán investigados en los próximos seis meses por los Mossos.

El informe explicaba que en las clases el profesor “hacía reiteradas referencias de naturaleza sexual y sobre su vida” y “comentarios y bromas persistentes de carácter sexual” que se recibían con malestar e incomodidad entre “gran parte” de los estudiantes, “especialmente el alumnado masculino, que se sentía más interpelado”. A partir de varios testigos, la comisión también constató “la reiterada estrategia de seducción” y “las insinuaciones y ofrecimientos directos de tener relaciones sexuales” del profesor hacia algunos alumnos chicos en contextos directamente vinculados a la formación del Institut del Teatre. Desde 2012, además, tal como explicó el ARA, Dausà proponía a los alumnos hacer actividades en una casa en la montaña, a pesar de que el IT lo prohíbe explícitamente. “Se plantea como un espacio lúdico y académico en el que el profesor ejerce el rol de amigo y docente. Esta propuesta es percibida como no grata y ha provocado que las últimas promociones rechacen de manera contundente participar”, afirmaba la comisión. La actividad en la casa de la montaña, añadía, “se percibe como un lugar donde hay conversaciones y conductas con componente sexual que el alumnado considera ofensivas”. Según los testigos, la actitud de Dausà y las actividades fuera del IT “eran conocidas por el alumnado y dentro del ámbito académico”. Ante esto, la comisión “se sorprende de la poca capacidad de la institución para detectar estas situaciones y actuar en consecuencia”.

La dirección del IT lo sabía

La comisión también se muestra dura con la dirección del centro y su incapacidad para tomar medidas para evitar las conductas "inapropiadas" del director de escena Joan Ollé con el alumnado. "El comportamiento y la forma de dirigir los talleres formativos [...] eran conocidos desde hacía tiempo por los diferentes estamentos de dirección del ESAD y del Institut del Teatre", manifiestan los miembros de la comisión. Y añaden: "La institución, y especialmente cualquiera de sus mandos, teniendo conocimiento por cualquier vía de comportamientos inadecuados de alguno/a de sus profesionales, no se puede excusar en la inexistencia de instancias o falta de otras iniciativas formales por el alumnado afectado". Al cabo de unos días de la publicación de la investigación por parte del ARA, la dirección del centro presentó su dimisión.

El comportamiento de Ollé generó "malestar y sensación de ninguneo" en gran parte del alumnado por las "expresiones y comentarios verbales" que eran "susceptibles de ser percibidos con connotación sexual" y que provocaron en la mayoría de los estudiantes "una fuerte inquietud", así como "confusión" y "situaciones no deseables". Además, constata el informe, la forma de enseñar del director de escena no fue un "hecho puntual o circunscrito al taller", sino que "diferentes instancias y testigos corroboran que las prácticas" fueron "repetidas" en el tiempo.

Como el protocolo del centro para prevenir y detectar el acoso sexual solo permitía analizar los hechos que afectaban a los alumnos que estaban cursando los estudios en el Institut del Teatre o que hiciera un año que hubieran acabado, la comisión concluyó que no había "indicios suficientes para considerarlo como acoso sexual", pero esta "conclusión respecto a la aplicación estricta del protocolo no va en detrimento" de otras responsabilidades según "la normativa laboral y/o educativa".

En su escrito, la comisión también pone énfasis en la "falta de información institucional" hacia el alumnado de los "mecanismos de prevención y actuación ante comportamientos que se puedan considerar inadecuados, abusivos o de acoso". Este "desconocimiento" dificultó "enormemente" canalizar las quejas y pedir apoyo.

En todas las instancias sobre casos que han tenido lugar en el pasado, que sobrepasaban los tiempos de actuación fijados en el protocolo, la comisión concluye que no puede iniciar un expediente de investigación. Así pues, no hubo investigaciones internas sobre hasta 8 docentes de los que hubo quejas, pero que ya no ejercían. Sus casos se remitieron a Recursos Humanos y a los servicios jurídicos del Institut del Teatre, que todavía no han informado de cómo se cerrarán estas carpetas.

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