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Crítica teatral

'A Macbeth song': un fantástico cabaret gótico

The Tiger Lillies encabezan un cuento lleno de furia pero también de humor en la Biblioteca

Un momento del espectáculo
21/02/2025
2 min
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En Macbeth song Versión y dirección: Oriol Broggi

  • Intérpretes: Enric Cambray, Marcia Cisterón, Andrew Tarbet, The Tiger Lillies (Martyn Jacques, Adrian Stout, Budi Butenop)
  • Teatro La Biblioteca. Hasta el 13 de abril

El infierno está vacío. "Los demonios están entre nosotros", canta en falsete Martyn Jacques, el compositor y vocalista de The Tiger Lillies. Después de un brevísimo silencio, añade: "Trump". La cita le corresponde en este Macbeth convertido en un singular cabaret gótico que retrata la maldad y la estupidez de uno de los grandes villanos de Shakespeare a través de 22 canciones originales. Esta propuesta de Oriol Broggi está concebida como un cuento lleno de furia pero también de humor con la inapelable aportación del trío de músicos fundado en 1989 en Londres.

Para quien no los conozca, cabe decir que The Tiger Lillies es un trío de músicos con una larga lista discográfica y cientos de conciertos y adscrito al llamado dark cabaret. Tienen influencias y referentes tan amplios como el cabaret alemán de antes de la Segunda Guerra Mundial, las melodías gitanas y la llamada música gótica que le va como anillo al dedo en la nave de la Biblioteca.

En cualquier caso, The Tiger Lillies no son un trío musical al uso. Al contrario. Sus maquillajes remiten a los clowns asesinos y al Joker de Batman, pero también a la ingenuidad de Buster Keaton. Sus instrumentos –con acordeón pequeño, sierra musical, ukelele, diapasón sonoro y banjolele– recuerdan a una orquestina de un chiringuito parisino del siglo pasado. Y las letras de las canciones hablan del mal, de las sombras, de la oscuridad, de la mentira, del miedo y del poder. Ellos son las tres brujas que marcarán el destino de la pareja regicida. The Tiger Lillies son al fin el corazón de esta propuesta en la que el texto de Shakespeare (lo que queda de él) se limita a narrar la historia (con bastante ingenio) y es, pues, deudor de la música. Más aún porque los tres magníficos intérpretes (Marcia Cisteró, Enric Cambray, Andrew Tarbet) se atreven a hablar en inglés, en una curiosa decisión que pensamos tiene que ver con la vocación internacional del espectáculo. En unas texturas visuales de aire vintage, es necesario celebrar las impresionantes proyecciones de Francesc Isern, la exquisita sonoridad (Damien Bazin) y la iluminación de Pep Barcons para dar cuerpo y alma al concierto.

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