Energía

Alemania quiere importar la mitad de su hidrógeno vía Cataluña

Bruselas prevé aprobar la próxima semana la lista de proyectos que podrán optar a financiación comunitaria

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MADRIDPortugal y España aspiran a ser la cuna europea del hidrógeno renovable, en lo que se refiere al consumo, pero sobre todo a la producción. No son los únicos Estados miembros que en un contexto marcado por el imperativo de diversificación de las fuentes energéticas, así como de descarbonización de las economías, tienen la mirada puesta en ese vector energético. A la lista se suman países como Francia y Alemania. De hecho, la primera potencia europea ha dado un paso más para importar más de la mitad del hidrógeno que prevé consumir a partir del año 2030. En un acto celebrado en Berlín, OGE, el operador gasista alemán, se ha añadido formalmente a la lista de promotores del hidroducto H2Med.

A raíz de la guerra de Ucrania, Alemania se ha visto obligada a revisar su dependencia del gas y, en particular, del gas ruso. Por eso tiene previsto alcanzar los 130 TW/h de consumo de hidrógeno en 2030. De esta cantidad, entre el 50 y el 70% será importado de otros países, sobre todo de Portugal y España. En enero de ese año, Berlín anunciaba su interés por la infraestructura que conectará Portugal y España, a través de Barcelona, ​​con Francia, en concreto con Marsella. En el tramo de hidroducto submarino entre estas dos ciudades se le ha bautizado como BarMar. Una vez en Marsella, la infraestructura atravesará el territorio francés hasta el municipio fronterizo de Obergailbach (todavía en Francia), desde donde dará el salto a Alemania, según el mapa difundido por Enagás, el operador gasista español y principal promotor de el H2Med.

"[El hidroducto] conecta las regiones más eficientes para la producción de hidrógeno [Portugal y España] con las regiones donde más se necesita, fomenta la colaboración internacional y nos une en el objetivo común de neutralidad climática año 2050", ha expresado el director financiero de OGE, Frank Reiners, este miércoles después de la firma del memorando de entendimiento con Enagás (operador español), GRTgaz y Teréga (operadores gasistas franceses) y REN (operador portugués).

Todos ellos son tras el H2Med y, por tanto, tras su financiación (sólo la parte entre Barcelona y Marsella supondrá 2.500 millones de euros). Quien también tendrá un papel clave en el asunto será Bruselas, de quien los operadores confían arañar un buen puñado de fondos comunitarios. El primer paso para que esto sea posible se resolverá la próxima semana, en concreto el jueves 26, cuando está previsto que el ejecutivo comunitario publique una lista provisional proyectos de interés comunitario (PCI en sus siglas en inglés), según ha anunciado este martes la directora general adjunta de la Dirección General de Energía de la Comisión Europea, Mechthild Wörsdörfe. Asimismo, también confían en las inversiones privadas.

En marcha en 2030

Los proyectos PCI considerados prioritarios son los que podrán optar a financiación europea, como quiere hacer el H2Med. Sin embargo, la decisión no estará confirmada hasta principios del 2024, cuando hablen y la ratifiquen el Parlamento y el Consejo europeos. Los fondos podrán destinarse tanto al estudio como a la construcción de proyectos. En ese caso estaríamos hablando de la construcción de las tuberías necesarias para hacer posible la conexión. El calendario planteado por los operadores estima empezar las obras en 2026 y poner en marcha el hidroducto en 2030. Una vez esto ocurra, España y Portugal tienen intención de exportar hasta dos millones de toneladas de hidrógeno verde al año , es decir, un 10% del consumo total en Europa fijado en el REPowerEU.

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