BarcelonaLa decisión del Banc Sabadell de devolver su sede social a Cataluña no marca, por ahora, el camino de las otras grandes empresas catalanas que decidieron trasladar sus domicilios tras el referendo del 1-O, según ha podido comprobar el ARA contactando con la mayoría de estas compañías. El Sabadell fue la primera gran compañía que se llevó la sede social en octubre del 2017 y inició una salida a la que después se sumaron otras grandes empresas.
Entre las mayores que se fueron, en este caso a Valencia, se encuentra la otra gran entidad financiera: CaixaBank. Fuentes del banco consultadas por el ARA mostraron "respeto" a la decisión del Sabadell, indicando que no valoran las decisiones de otras entidades. En cualquier caso, estas fuentes indicaron que el banco mantiene su sede en Valencia "con carácter indefinido" y esto "no está bajo revisión".
La matriz de CaixaBank, CriteriaCaixa –que forma la mayor cartera de participadas del Estado con presencia en compañías como Naturgy, Telefónica y la propia CaixaBank–, no ha querido hacer comentarios sobre la decisión del Sabadell. CriteriaCaixa así como la Fundación La Caixa, que tiene el 100% de sus acciones, trasladaron su sede a Palma en octubre del 2017 y hoy no hay ningún cambio sobre esta decisión.
Otra de las grandes empresas catalanas que forman parte del Ibex 35 que sacaron su sede social de Catalunya en octubre del 2017, Colonial, tampoco se ha hecho ningún planteamiento de regreso. Fuentes de la compañía han indicado que no comentan "las decisiones de otras compañías", en referencia a la decisión del Sabadell, y sobre la posibilidad de devolver la sede a Catalunya afirman que "el consejo nunca lo ha tenido sobre la mesa y, por tanto, no se ha analizado ni debatido".
Entre las grandes compañías que se marcharon de Catalunya en el 2017 estaba Abertis, que entonces formaba parte del Ibex 35, y que trasladó la sede social al paseo de la Castellana, en Madrid. Pero desde ese momento la situación de la compañía ha cambiado porque una opa de la familia Benetton y ACS (la constructora controlada por Florentino Pérez) cambió la estructura de capital y la gobernanza de la empresa, que, además, en este período perdió gran parte de su negocio en Cataluña al acabar las concesiones de las autopistas AP- 7, AP-2, C-33 y C-32 Norte.
Otras dos empresas de origen catalán que forman parte del Ibex 35 y que trasladaron su sede social fuera de Catalunya en 2017, Cellnex y Naturgy, indicaron que no tienen ningún nuevo planteamiento sobre este asunto. Entre las empresas catalanas que forman parte del selectivo de la bolsa española hay dos que en el 2017 decidieron mantener su sede en el Principado: el gigante mundial de los hemoderivados Grifols y el líder global del mundo de la piscina Fluidra. Del Ibex 35 forma parte ahora también el gigante de la perfumería y cosmética Puig, que dio el salto a bolsa el año pasado y que siempre ha mantenido su sede en Catalunya. Almirall, que en los últimos años ha entrado y salido del selectivo, mantuvo también su sede.
Otros retornos
De hecho, en el traslado de sedes de 2017 y principios de 2018 participaron muchas empresas, pero entre las 100 compañías más grandes del Principado por facturación, 80 mantuvieron su sede en Cataluña, empezando por Seat, la mayor empresa industrial. Otras empresas ya han vuelto su sede a Catalunya, como Agbar –que fue la primera en hacerlo– y Laboratorios Ordesa y, más recientemente, Molins, que ha decidido devolver su sede de Madrid a Sant Vicenç dels Horts.
Pese a que las grandes empresas no se plantean en principio volver, algunas voces ya se han levantado este miércoles indicando que esperan que el movimiento del Sabadell sea el inicio de un goteo de retornos. Entre los que así lo han expresado se encuentran el presidente de la patronal Fomento, Josep Sánchez Llibre, y el secretario general de CCOO de Catalunya. De hecho, fuentes del Govern también esperan que el Sabadell abra paso a un goteo de los retornos.
Cirsa lleva a Cataluña dos filiales que estaban en Madrid
El gigante del juego Cirsa fue una de las grandes empresas no cotizadas que no sacaron la sede social de Catalunya. La compañía, entonces en manos de la familia Lao, se mantuvo en el Principado después del 1-O del 2017, y sólo unos meses después la compañía se vendía al fondo Blackstone, en una operación de unos 2.400 millones de euros . El pasado junio, según ha podido comprobar el ARA, el grupo de juego trasladó de Madrid a Catalunya a dos de sus filiales, Cirsa International Business Corporation y Cirsa Enterprises.
Un gigante familiar que sí trasladó su sede social tras el 1-O fue el grupo editorial Planeta. El gigante editorial, mediático y de la formación no quiso valorar el movimiento de retorno del Sabadell. En cuanto a una posible vuelta de su sede a Catalunya, fuentes de la compañía se han remitido a las reiteradas declaraciones de su presidente, José Creuheras: "No está sobre la mesa".
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