Los dos amigos que empezaron La Sirena: el origen catalán del imperio de los congelados
En 2021 la compañía la compró José Elías, presidente y máximo accionista de la energética Audax

Una hilera de congeladores en medio del local, dejando pasillo a esquina y esquina. Las paredes, todas recubiertas de estos aparatos. Del techo, carteles colgados anunciando qué contiene cada frigorífico: verduras, marisco, pescado... Eso fue lo que vio el primer cliente que, en 1983, entró en una flamante tienda que acababa de abrir en las afueras de Terrassa. Se llamaba La Sirena. Hoy, si tuviéramos que describir uno de los establecimientos de esta cadena de congelados, lo habríamos hecho prácticamente igual. Más de 40 años después de estrenarse en el sector de la alimentación, el coloso catalán sigue manteniendo intacto el modelo de negocio y lidera con mano de hierro el mercado español de los congelados. En España cuenta con una red de más de 275 establecimientos, 800 referencias de productos congelados y 1.200 empleados. El pasado año facturó 178 millones de euros y, este año, prevé superar los 185 millones. Pero, ¿quién tuvo la idea de crear ese negocio tan especializado?
Concretamente, la idea nació de los cerebros de Ramona Solé y Josep Maria Cernuda, dos buenos amigos que trabajaban en el mundo del pez. Ramona Solé tenía una empresa de elaboración de platos preparados con una instalación en la que manipulaba el pescado; Josep Maria Cernuda regentaba unas cuantas pescaderías y ya vendía alimentos congelados. Conocían de cerca las virtudes de los productos congelados y, al mismo tiempo, se habían dado cuenta de que en los supermercados apenas se vendían. Decidieron remediarlo, juntar esfuerzos y convertirse en empresarios.
Romper el hielo
Los primeros meses de abrir la primera tienda en la entrada de Terrassa, lejos del centro, no fueron flores y violas. "Nos decían que poner el establecimiento allí no era buena idea, pero estábamos empeñados en hacer algo que no existiera y, de hecho, fuimos pioneros", explicaba Ramona Solé en una entrevista en profundidad al séptimo volumen deEmpresarios de Cataluña, de Àngel Font. Compraban productos congelados a los pescadores oa las empresas de precocinados, los manipulaban para darles la presentación que querían y los ponían a la venta en tienda. La idea de negocio fue un éxito.
"La Sirena nació en un momento en el que la mujer se incorporaba al mercado del trabajo y en el que, por tanto, las familias requerían soluciones alimentarias prácticas", contextualiza Neus Soler, experta en marketing de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) . En la entrevista, publicada en el 2000, la cofundadora ya lo admitía. "Hoy en día, la gente ya no tiene tiempo de cocinar como la abuela, que dedicaba tres horas a guisar un plato; nosotros les preparamos para que puedan tenerlo listo en diez minutos y que disfruten del mismo gusto casero", decía .
Durante los dos primeros años, los fundadores compaginaron el negocio con los trabajos antiguos, hasta que La Sirena empezó a nadar con fuerza. 1993 la inauguración de una nueva sede en Viladecavalls que aglutinó la plataforma operativa y las oficinas centrales de la empresa confirmó que la facturación iba a toda vela. En 1998 la muerte de Josep Maria Cernuda supuso que su hijo hiciera tándem con Ramona Solé. reconocía la cofundadora.
Cambios de rumbo
En 2000 el crecimiento constante en ventas y la apertura de nuevos establecimientos atrajo la mirada de Agrolimen, el holding de la familia Carulla.compraracciones. Esto impulsó a La Sirena hacia nuevos horizontes: nuevas gamas de productos, más tiendas, profesionalización de la gestión, actualización de la maquinaria y el salto a Madrid. En 2005 Agrolimen adquirió la totalidad de la compañía. Sin embargo, al cabo de unos meses la revendió por 150 millones de euros al fondo de capital riesgo 3i, que en España tenía participaciones en marcas como AC Hotels o Pepe Jeans. Con ese cambio de patrón, La Sirena creció hasta los 200 establecimientos en toda España.
En 2012, el negocio se reestructuró para hacer frente a un mercado cada vez más competitivo y creó La Sirena Club, para fidelizar a la clientela. Lo logró: tiene más de 1,2 millones de miembros. En 2015, la empresa volvió a cambiar de manos. El fondo OpCapita, con tentáculos a negocios como Merkal Calzados, pagó 45 millones. Por último, en 2021 el multimillonario José Elías (presidente y máximo accionista de la energética Audax) adquirió el 100% de la compañía, a través de Excelsior Times, con el objetivo de rejuvenecer la marca.
- 1983
- <p>Abre en Terrassa el primer establecimiento de La Sirena.</p> 1993
- <p>Con varios establecimientos consolidados, inauguran sede central en Viladecavalls</p> 1998
- <p>La muerte de Josep Maria Cernuda hace incorporar a su hijo al frente del negocio, con Ramona Solé</p> 2000
- <p>Agrolimen, el holding de los Carulla, entra en el negocio y lo expande en Madrid</p> 2005
- <p>La Sirena se vende por 150 millones de euros en el fondo de capital riesgo 3i</p> 2015
- <p>El fondo OpCapita se queda con la empresa y la consolida en el sector</p> 2021