Si no hacemos nada, cada día perdemos dinero


No hacer nada con nuestro dinero solo hace que los perdamos. Aunque parezca raro, ver siempre la misma cantidad de dinero en nuestra cuenta corriente nos hace más pobres. Por un solo motivo: el dinero pierde valor con el tiempo por efecto de la inflación. Si no me creéis, fijaos en el siguiente dato: 100 euros del año 2000 son equivalentes a 40 euros del año 2025. En la misma línea, un estudio de Fotocasa indica que se necesitan 8,4 años de sueldo para comprar un piso en Catalunya, prácticamente el triple que hace treinta años. Si no hacemos nada, perderemos dinero. La única forma de contrarrestar el efecto de la inflación es a través de la inversión.
Poder compensar la media del 2% de inflación anual debería ser el objetivo de toda cartera conservadora. No nos haremos ricos, pero al menos nuestro poder adquisitivo se mantendrá. Y atención, no digo que pidamos un préstamo para especular con bitcoin, hay tantos productos de inversión como personas y perfiles. Todos ellos están clasificados por ley del 1 al 7, siendo el 1 totalmente seguro en el que no podemos perder nuestra inversión, hasta el 7, en el que el riesgo es máximo. Por supuesto, una máxima: a mayor riesgo, mayor posible beneficio y también la posible pérdida puede ser mayor.
Pongamos como ejemplo un perfil conservador que no quiere asumir ningún riesgo, no quiere perder su inversión y no tiene conocimientos sobre finanzas. Lo normal es que sea reacio a hacerlo, pero le recomiendo ponerse en manos de expertos que lo puedan asesorar, como cuando vas al médico y confías en su palabra. En este caso, encontramos cuentas remuneradas que te pagan solo por tener el dinero en tu cuenta, depósitos a plazo o renta fija, es decir, deuda de estados o empresas, con un riesgo inexistente o muy reducido. Una combinación de estos productos sería más que suficiente para combatir la inflación con riesgo ínfimo y no perder poder adquisitivo.