Luz verde de los Veintisiete a los fondos antipandemia: Bruselas ya puede endeudarse

Polonia y Austria han sido los últimos Parlamentos en ratificar la ley indispensable para conseguir los 800.000 M€

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El comisario de presupuestos Johannes Jahn.

BruselasLa Comisión Europea ya puede endeudarse para conseguir los 800.000 millones de euros que constituirán el fondo de recuperación antipandemia. Ayer al atardecer los Parlamentos de Polonia y Austria dieron luz verde a la legislación imprescindible para que Bruselas pueda ir a los mercados a conseguir el dinero y completar así un proceso que ha involucrado a los veintisiete estados de la Unión Europea. "Confió que podamos finalizar todo los pasos que quedan en mayo para poder lanzar el Next Generation EU y empezar a emitir deuda en junio", twitteaba jueves al atardecer el comisario de Presupuestos, Johannes Hahn, para celebrar la decisión. El calendario es el previsto y, por lo tanto, los primeros pagos podrán empezar a llegar en julio.

Aunque el proceso se ha alargado más de un año, los tiempos son los previstos por la misma Comisión Europea. El ejecutivo comunitario presentó a mediados de abril la hoja de ruta que seguiría para la emisión de deuda una vez se hubiera completado toda la ratificación y puso todos los mecanismos a punto para poder captar unos 150.000 millones anuales e ir distribuyendo así los pagos necesarios en todos los países. De este modo, se prevé que la primera prefinanciación llegue en julio. Este adelanto supone para España unos 9.000 millones de euros de los 140.000 que le corresponden del total del fondo.

La ratificación ha acabado justo a tiempo a pesar de las trabas con las que se ha ido encontrando. El obstáculo que más hizo saltar las alarmas se dio en Alemania, cuando el Tribunal Constitucional del país paralizó la firma de la ratificación de los fondos después de un recurso presentado, entre otros, por la extrema derecha del país. El tribunal con sede en Karlsruhe finalmente dio luz verde cuando rechazó las medidas cautelares y allanó el camino para el desbloqueo de todo el proceso en la UE, a pesar de que el juicio tendrá lugar más adelante. También en países como Polonia la ratificación ha sido complicada porque se ha convertido en una batalla política, pero finalmente el proceso ha podido llegar a buen puerto justo a las puertas de junio. Si hubiera tardado unos días más, la emisión de deuda se habría retrasado un mes porque la legislación fija empieza el mes siguiente a la ratificación.

La ratificación es indispensable puesto que supone el aval para que Bruselas emita deuda común en una cantidad sin precedentes en la Unión Europea, que se ha considerado en muchos casos un hito histórico en la integración fiscal europea. Organismos como el Banco Central Europeo (BCE) reclaman que esta vía se convierta en una herramienta permanente europea. De este modo, avanzaría en la incompleta integración económica de la UE, sobre todo de la zona euro, que todavía no cuenta con un presupuesto propio. Aún así, los gobiernos más ortodoxos, como el de los Países Bajos y los nórdicos, se oponen históricamente y hay que recordar que ya fue extremadamente complicado que accedieran a permitir esta emisión de deuda extraordinaria y temporal cuando el verano pasado se negociaron los fondos en una larga cumbre de más de cuatro días.

Desde aquella difícil negociación ha pasado casi un año y todavía no se ha hecho todo el camino. Una vez la Comisión Europea pueda empezar a emitir deuda podrán pagarse los primeros adelantos, pero ahora mismo un centenar de funcionarios de la Comisión están analizando a contrarreloj las miles de páginas de los planes de recuperación que los diferentes gobiernos de la Unión han ido entregando al ejecutivo comunitario después de meses de negociaciones. No todos lo han entregado, todavía, pero algunos estados, como España, Italia y Francia, reclaman a los funcionarios que se apresuren a dar el visto bueno para que la recuperación se pueda poner en marcha.

Las claves
  • ¿Por qué hacía falta la ratificación? El fondo de recuperación consta de hasta 800.000 millones de euros y la Comisión Europea no los tiene. Tiene que emitir deuda en una cantidad nunca vista y por eso necesita que los veintisiete gobiernos de la Unión lo avalen. Estos tienen que aprobar lo que se llama la decisión de recursos propios, que eleva el techo de gasto comunitario para permitir legalmente acudir a los mercados por este valor.
  • ¿Qué pasará a partir de ahora? Ahora que se ha obtenido la luz verde de los veintisiete parlamentos, la Comisión Europea podrá emitir deuda en unas cantidades periódicas que ha ido preparando después de negociar con los inversores. El calendario pasa por empezar a emitir en junio y poner en marcha el reparto del dinero en julio. Aún así, no es un proceso automático sino progresivo en que se tendrán que priorizar entregas porque no se puede captar todo el dinero de golpe.
  • ¿Qué falta? Para conseguir todo el dinero (en el caso de España hasta 140.000 millones de euros) hace falta que la Comisión Europea apruebe los planes de recuperación que está analizando. Tiene todavía más de un mes y medio para hacerlo, pero algunos gobiernos presionan para que se dé prisa. La aprobación y cumplimiento de los hitos marcados en el plan es requisito indispensable para ir recibiendo los pagos correspondientes.
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