Patrimoni

La piedra seca, una técnica milenaria para encarar mejor el futuro

Una exposición en el Palau Robert de Barcelona reivindica la pervivencia y las múltiples posibilidades que brinda esta técnica constructiva ancestral

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La exposición 'Dos piedras. Paisajes persistentes' en el Palau Robert.

BarcelonaLas construcciones de piedra seca han sido indispensables en la configuración de muchos paisajes de Cataluña, Baleares y más lugares del Mediterráneo y de más allá, hasta el punto de que son uno de sus rasgos más identitarios. Por eso, en muchas zonas rurales y en otras que lo fueron y que ahora están llenas de bosque, se pueden encontrar muros, terrazas y barracas de piedra seca que han sido de gran utilidad para el campesinado. La exposición Dos piedras. Paisajes persistentes, que se puede visitar en el Palau Robert de Barcelona hasta el 2 de junio, reivindica el profundo legado de la piedra seca en Cataluña. Además, defiende su vigencia ante los retos del presente y futuro, como por poner freno a la pérdida del mosaico agroforestal y al despoblamiento rural y por mitigar los efectos del cambio climático, porque evitan la erosión, retienen el agua de la lluvia en el campo y contienen la virulencia de los incendios forestales.

"La piedra seca es una técnica milenaria y universal de emparejar piedras de forma esmerada y artesanal, sin ningún material de unión, que permite levantar estructuras diversas", se explica en la exposición, una iniciativa de la Generalitat producida por el Observatorio del Paisaje de Cataluña por encargo del Palau Robert. El director del observatorio, Pere Sala, ha comisariado la muestra con Jordi Grau, Joan Reguant y Joan Nogué. Considera que la pervivencia de la piedra seca "no es un capricho, sino una necesidad de futuro". Con la piedra se aprovecha un recurso natural que podría ser un estorbo para cultivar, con ahorro de agua -a diferencia del cemento- y transporte -la piedra se obtiene allí mismo donde se hace uso-. También permite una gran variedad de construcciones, que han perdurado durante un largo tiempo, favorece que proliferen plantas y animales y se puede reutilizar. "Los paisajes de piedra seca tienen una serie de valores que reivindicamos para hacer frente a los retos de la humanidad", recalca Sala.

Un patrimonio ingente por redescubrir

La exposición se articula en tres ámbitos. Piedra seca, hay en muchos de los 134 paisajes con los que el observatorio divide Cataluña territorialmente. El primer ámbito de la muestra se centra en siete de estos paisajes, con ejemplos de construcciones de piedra seca muy diversas: de la solana del Baridà (Cerdanya), una lubina, un corral para atrapar lobos; de la llanura del Baix Ebre-Montsià, las valonas o tronas para proteger los olivos; de la llanura del Alt Camp, la Ruta de la Capona, un itinerario para conocer barracas y otras construcciones como macetas para almacenar agua; y de Sant Llorenç del Munt y el Obac-El Cairat, las tinas de vino del valle del Flequer. Además, se destacan las oportunidades que ha brindado, como por ejemplo para la cooperativa social L'Olivera dedicada al vino y el aceite, pero también cómo se ha abandonado, como en el cabo de Creus, donde se calcula que allí puede haber al menos 10.000 kilómetros de muros de piedra seca, asegura Sala. Aún así, a veces sólo se piensa cuando un incendio los desnuda de la vegetación.

Demostración de la construcción de un muro de piedra seca en el jardín del Palau Robert por parte del maestro marger Albert Gavaldà.
Demostració de la construcció d'un mur de pedra seca al jardí del Palau Robert per part del mestre marger Albert Gavaldà.
Demostració de la construcció d'un mur de pedra seca al jardí del Palau Robert per part del mestre marger Albert Gavaldà.

A continuación, el evocador audiovisual Escribir en el tiempo, de la cineasta Mercedes Álvarez, puede despertar la admiración por el oficio de marger, que es el constructor de piedra en seco. El audiovisual encabeza el segundo ámbito de la exposición, del que se puede salir cargado de razones para valorar la piedra seca como patrimonio de primer orden. Tanto es así que esta técnica constructiva fue reconocida en 2018 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Además, se recuerda que todo el mundo tiene a su alcance poder visitar construcciones e identificarlas gracias a la Wikipiedra, un mapa colaborativo de la piedra seca en Catalunya -y lugares cercanos de la Catalunya del Nord y Ariège- donde hay inventariadas más de 36.000 construcciones.

Por último, en el tercer ámbito se reivindica la revitalización de las zonas rurales como una oportunidad para preservar la piedra seca. Se muestra un vídeo que hace reflexionar sobre la importancia que ha tenido, sobre qué ocurre para que incluso se llegue a perder y los motivos por los que conviene evitarlo. La geógrafa y profesora de la UPF Rosa Cerarols explica que la piedra ha sido "un elemento estructural y estructurante" del territorio, de aquellos lugares más resilientes, pero también de los más pobres: "Debemos entenderlo como un legado, como un patrimonio y como un valor por sí mismo para entender de dónde venimos".

Sus usos han sido muy diversos: en el Priorat ha sido fundamental para habilitar terrazas en las laderas para el cultivo del viñedo, recuerda Joan Vaqué, presidente de la asociación Prioritat, mientras que también lo ha sido para los muros que delimitan los caminos que se abren paso entre prados y bosques, añade Gemma Cots, impulsora y responsable del Museo de Caminos, situado al aire libre en el valle de Siarb (Pallars Sobirà). Ahora bien, la piedra seca no lo ha tenido fácil con el despoblamiento rural, que se aceleró en las décadas de 1960 y 1970, y con la pérdida del modelo de payés tradicional que se ha visto sustituido por la producción de un solo producto en grandes extensiones. "Aquí empiezan a molestar los márgenes de piedra seca, los almendros que están en un bancal, esos caminos estrechos, porque la maquinaria necesaria para grandes producciones es poco compatible con estos elementos singulares del paisaje", advierte en el vídeo Marc Talavera, presidente del Colectivo Eixarcolant, que trabaja para recuperar semillas tradicionales.

La exposición 'Dos piedras. Paisajes persistentes' se puede visitar en el Palau Robert hasta el 2 de junio.
Un montón de piedras amontonadas en el suelo como símbolo de las múltiples posibilidades que brindan.

La piedra seca necesita un campo vivo

Preservar la piedra seca no se ve como un fenómeno aislado, sino ligado al mantenimiento del carácter rural del paisaje. "Recuperaremos el campo, la piedra seca y las variedades -que se cultivan- si hay personas que pueden vivir dignamente haciendo de payés o campesina, y eso pasa por pensar qué comemos y qué hay detrás de lo que comemos, además de las políticas agrarias públicas que impulsamos", defiende Talavera, mientras que Cerarols es partidaria de dar "segundas oportunidades" al territorio: "Debemos reciclar algunas de las prácticas que han sido milenarias y que nos explican cuál es la forma resiliente de habitar ".

Para Roger Solé, cofundador de la Asociación Gremi de los Margers de Catalunya (que ofrece formación y asesoramiento), la piedra seca es "un sistema constructivo tan bueno que tiene muchas adaptaciones". Incluso puede incorporarse a la arquitectura contemporánea: "A nivel económico también puede ser supercompetitiva e incluso puede abaratar grandes proyectos". Cree que con piedra seca podrían erigirse muchas paredes de 4 o 5 metros que ahora se hacen con hormigón o escollera. De hecho, la exposición termina con un montón de piedras amontonadas en el suelo, como símbolo de sus múltiples posibilidades. "Con tan poco se puede hacer tanto", resume Sala.

Un oficio que tiene demanda

El oficio de marger tiene futuro y pese a que, como dice Sala, "alguien puede pensar que esto es apilar cuatro piedras", implica conocimiento. El marger Albert Gavaldà, que esta semana ha hecho una exhibición de la técnica en el Palau Robert, explica que hay que elegir bien las piedras, que deben colocarse a lo largo y que tiene "unas leyes simples, pero que se han llevar a cabo". En el caso de un muro, debe estar inclinado hacia el talud o bien que las piedras más grandes vayan debajo.

Más allá de los campesinos, hoy la piedra seca atrae el interés del turismo rural, ayuntamientos, parques naturales y bodegas. Gavaldà dice que hay demanda para rehacer márgenes y erigir otros nuevos, pero también de construcciones hechas sólo con piedra seca o forradas con piedra, como casas para el trozo. Aunque está convencido de que las múltiples construcciones existentes "demuestran la viabilidad" de estos proyectos, también dice que carecen de estudios arquitectónicos que lo avalen.

Él ha aprendido equivocándose, porque la anterior generación no ha podido transmitir el oficio: "Los abuelos sabían hacer, los padres lo perdieron y ahora los nietos intentamos recuperarlo, pero nadie nos ha enseñado. ". A quien quiera ser marger, le recomienda formarse y tener presente que el oficio debe agradar, porque "es mover piedras todo el día", aunque se esté a 40 oa 0 grados.

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