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¿Quién mandará a Estados Unidos más allá de Trump?

La alianza decisiva del presidente electo con magnates multimillonarios empuja al país a un nuevo escenario

Un dibujo muestra al emperador Donald Trump rodeado de sus magnates preferidos: Elon Musk (a su lado) y Mark Zuckerberg, Jeff Bezos y Peter Thiel (abajo y de derecha a izquierda).
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WashingtonDurante cuatro años, Joe Biden ha tenido la Casa Blanca. Durante su interregno, Donald Trump ha tenido Mar-a-Lago. La mansión del republicano en Florida ha sido testigo de las fiestas privadas, exclusivas, donde las grandes fortunas hacían la corte en el magnate y decidían. Decidían cómo apoyar a Trump, qué era lo más conveniente, donde había que poner el dinero. A partir del lunes las dos realidades, ambos edificios, se superpondrán. Los pequeños círculos de Palm Beach se impondrán a los que había hasta ahora en Washington.

Trump se sentará en el Despacho Oval y Elon Musk tendrá una oficina en el complejo de la Casa Blanca. La alianza entre los dos multimillonarios hace tiempo que es evidente y el sudafricano parece haberse convertido en la nueva sombra del futuro presidente. El propietario de X no sólo se ha ganado la confianza del republicano poniendo su fortuna y algoritmo a su servicio. "Musk se ha convertido probablemente en el jugador más poderoso dentro del tablero político, sólo por detrás de Trump. No solo tiene la oreja del presidente, sino que también está dirigiendo al Caucus Republicano en el Congreso. Los congresistas tienen miedo a enfrentar -se porque les ha dejado claro que, si lo hacen, invertirá cantidades ingentes para derrotarlos en las próximas elecciones", explica Craig Holman, lobbista destacado de ética gubernamental de Public Citizen. Dicho de otro modo: Musk tiene acceso al ejecutivo y al legislativo, en el que los republicanos tienen una ajustada mayoría en ambas cámaras parlamentarias.

Holman, que lleva años trabajando en los pasillos de Washington, advierte que el rol que están adquiriendo las grandes fortunas dentro de la nueva administración Trump es la culminación de cómo ha cambiado la forma de hacer lobien el país. Ahora ya no sólo ponen dinero para proteger sus intereses, sino que quieren ser ellos quienes dicten las políticas. "Es el reflejo de una transición de Estados Unidos que se aleja de la democracia y se acerca a la sociedad autocrática. Y la posibilidad para que esto ocurriera empezó a tomar forma cuando el Tribunal Supremo dictó sentencia a favor de cambiar las normas de financiación electoral del 2010 –expone Holman–. Estamos en una era completamente distinta para Estados Unidos, la política estadounidense está hoy en día. controlada por billonarios y millonarios".

El republicano ha puesto algunas de las carteras más sensibles del gobierno en manos de figuras que plantean conflictos de intereses: Doug Burgum, que tiene vínculos con la industria petrolera, estará a cargo del departamento de Interior, que es el que regula las reservas minerales de petróleo y de gas; y Scott Bessent, un multimillonario de Wall Street, será titular del departamento del Tesoro. "Y luego tienes una legión de lobbistas en el nuevo gobierno que trabajan para esos millonarios y multimillonarios. Empezando por Susie Wiles, jefe de gabinete de Trump, y Pam Bondi, que será la fiscal general. Y, por cierto, ambas provienen del mismo despacho de abogados: Ballard Partners. Y cabe decir que, ahora mismo, Ballard Partners está reclutando y recibiendo un gran número de clientes", puntualiza Holman.

Musk, la cara más visible

Dentro del círculo de los millonarios de Silicon Valley que han cambiado de bando, Musk es la cara más visible. Pero el sudafricano no siempre apoyó a Trump. En el 2020 votó a Biden y no fue hasta principios de la primavera del año pasado, después de que Ron DeSantis perdiera las primarias contra Trump, que se planteó acercarse a él. El escenario de la acción volvía a ser el mismo: una fiesta privada en Palm Beach. El anfitrión, en esa ocasión, fue el inversor multimillonario Nelson Peltz. Y fue él quien le sugirió la idea de apostar por Trump, según explicaba el Wall Street Journal en mayo. A lo largo de la campaña, Musk y Peltz organizaron reuniones con otros empresarios y multimillonarios para convencerles de que no apoyaran a Biden.

Musk puede que sea la "nueva estrella" del futuro presidente, pero el primer profeta del trumpismo dentro de Silicon Valley fue el cofundador de Paypal y director de Palantir, Peter Thiel. Cuando el magnate era tratado como un paria, en el 2016, Thiel se convirtió en la oveja negra del hub progresista e hizo público su apoyo a Trump. El futuro vicepresidente, JD Vance, en parte, le debe el cargo al multimillonario: fue él quien le abrió las puertas de Mar-a-Lago, donde tuvo la oportunidad de acercarse a Trump. En su libro The contrarian, el columnista de Bloomberg Max Chafkin explica cómo Thiel apostó desde el principio por Trump con el objetivo de conseguir una administración con políticas de bajos impuestos para las grandes fortunas.

El acercamiento de Thiel al magnate coincidió con su salida de Meta. Ahora, su propietario, Mark Zuckerberg, ha renunciado a la verificación de información en sus redes sociales, dando un millón de dólares al fondo inaugural de Trump, y además organizará una fiesta previa al acto en honor al magnate . Aunque el giro de Zuckerberg está oscurecido por su búsqueda de redención.

"Obviamente, una de las motivaciones del cambio de Zuckerberg es protegerse ante las amenazas de Trump. Pero, en general, la gente de Silicon Valley no está de acuerdo con la idea de tener restricciones o de tener que rendir cuentas. Por ejemplo, los intentos de la administración Biden de introducir medidas de control sobre la IA han sido muy impopulares, ya que estas empresas y multimillonarios quieren maximizar los beneficios de los nuevos desarrollos. Cuando Biden intentó equilibrar los intereses de los empresarios con los derechos de los consumidores, la reacción de las big tech fue muy negativa", explica Adam Conner, que fundó la oficina de Facebook en Washington en el 2007 y estuvo trabajando hasta el 2014 en el equipo de privacidad y política pública de la plataforma.

Giro a la derecha Silicon Valley

Una de las razones del giro a la derecha de Silicon Valley es evitar encontrarse limitaciones en el campo de la IA. o inseguras –explica Conner–. Veremos muchas cosas. Musk tendrá un despacho en la Casa Blanca mientras sigue siendo el consejero delegado de sus compañías”.

La perspectiva de Holman, como lobista de un grupo de presión progresista, es que vienen tiempos "duros". grandes corporaciones o la regulación de la inteligencia artificial. Esperamos tener muchas derrotas en los próximos años", expone Holman, aunque en su caso la perspectiva es algo diferente: "Como mi campo es la ética y el conflicto de intereses, me esperan unos años de mucho trabajo. Esta nueva administración Trump será la más antiética que hemos visto nunca. Estaré presentando quejas éticas a diestro y siniestro".

Merchandising de Donald Trump en la Trump Tower, en la Quinta Avenida de Nueva York

Musk y los millonarios de Silicon Valley tienen la oreja de Trump. Pero no son los únicos que forman parte de la corte de Mar-a-Lago. También está la vieja guardia trumpista, con Steve Bannon, que ya ha declarado la guerra a los "tecnofeudalistas" y en MuskEl republicano es conocido por saber sacar partido de las luchas fratricidas que buscan su atención. El contexto de disputa no le disgusta, sobre todo porque le gusta verse a sí mismo como un deal maker. Trump también tiene fama de tomar decisiones en función de lo que le haya dicho la última persona con la que ha hablado.

En septiembre, cuando Musk lo entrevistó en su plataforma X, le sugirió la idea de crear un departamento que se encargara de recortar el gasto público. Al poco tiempo, Trump hizo suya la idea y ahora estará el DOGE Este martes, en un evento organizado por Politico, Bannon. sugirió la creación de una agencia que recogiera los aranceles y otros ingresos provenientes de fuera. Por la tarde, Trump publicaba en Truth Social que crearía el Servicio Externo. de Ingresos, una agencia que justamente se encargará de recoger todos los impuestos, aranceles y otros ingresos que puedan venir de fuentes extranjeras.

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