Basta de violencia contra los datos para hablar del paro

Se ha convertido en un pequeño pasatiempo mío. Cada vez que se da un dato de paro positivo, intento anticipar qué torsión hará La Razón para garantizar que el titular de portada que dé sea, de forma indefectible, negativo. El lunes se supo que la afiliación a la Seguridad Social supera la cifra récord de 21 millones de trabajadores. El País lo destaca, claro, y recuerda en el subtítulo que, desde la reforma laboral, hay otras 3,4 millones de personas con contrato indefinido. ElAbc y El Mundo ignoran la noticia en su primera página. La Razón no lo hace, pero nos ofrece una nueva muestra de contorsionismo, gracias al titular “España necesita diez contratos indefinidos para restar a un parado”. Tampoco el subtítulo da la buena nueva del récord de trabajadores, sino que mantiene el tono de lamentación: "El paro resta 60.503 personas, la caída más baja en un abril desde 2021".

También podrían decir que es la cifra más baja de parados desde el 2008, justo antes de la crisis que lo barrió todo. Pero esto supondría admitir que la situación en el mercado laboral bajo Sánchez (aunque mejorable cualitativamente) no es la catástrofe que pretenden. Hacer una comparativa que apenas llega al 2021 –cuando el paro se desplomó, ya que el año anterior fue el de los confinamientos por la covid– es decir poco. Es evidente que cada vez va a costar más bajar, porque ya está cerca de la tasa que se considera estructural en España, en torno al 12%, y que sigue siendo el doble que la media de la UE. Y hay que tener en cuenta, también, el crecimiento demográfico que sitúa a la población residente en el Estado en 48 millones de personas (eran 45,6 millones en 2008). Atañar los datos hasta que, pobrecitas, les haces sugerir lo que no está pasando debería ser práctica prohibida. Y supone engañar a tu público haciéndole un teatrillo de sombras chinas sobre la situación económica.