Mossos d'Esquadra hablando en alemán: la curiosa serie de TV3 para los domingos por la tarde
La pública emite 'Crímenes en Barcelona', unos telefilmes con personajes creados por la escritora Stefanie Kremser, afincada en Barcelona


BarcelonaLos espectadores de TV3 se vieron sorprendidos el pasado 30 de marzo por un telefilme singular o, al menos, curioso. La acción se situaba en Barcelona y estaba protagonizada por dos Mossos d'Esquadra: el inspector Xavi Bonet y la comisaria Fina Valent, que investigan el asesinato de Àrsalan Qureixi, un vendedor ilegal de latas de cerveza e inmigrante sin papeles. El choque casual con un hombre al que han golpeado fuertemente la cabeza con una botella en la playa los pone sobre la pista de una trama criminal. Hasta aquí, una historia de género negro de manual, pero que sorprendía –si se miraba en versión original con el sistema dual, al menos– porque los dos Mossos d'Esquadra, y el resto de personajes, se expresaban en alemán, a juego, de hecho, con las inequívocas facciones germánicas de los dos protagonistas, los actores Clemens Schick.
Crímenes en Barcelona es, en realidad, Der Barcelona-Krimi, una serie de telefilms producidos por Das Erste, el principal canal de la televisión pública alemana y el más veterano del país. El primero se estrenó en el 2017 y se han hecho ocho, de momento, el último de los cuales se ofreció en el país germano en el 2023. De momento, TV3 ha ofrecido los dos primeros títulos y el domingo pasará el tercero, titulado Niñas robadas. En esta historia, los Mossos pillan a una adolescente que está a punto de robar una moto y descubren –con dificultad porque un trauma le impide hablar– que ha estado encerrada y atada dentro de una vieja nevera en un edificio abandonado. Cuando los agentes encuentran los huesos quemados de otras dos adolescentes, sospechan de un dermatólogo. También ha asegurado el cuarto capítulo, Hormigón manchado de sangrepero aún no hay fechas para los cuatro siguientes.
La explicación de esta curiosa mezcla entre estética de telefilme alemán con actores germánicos interpretando personajes con nombres catalanes y tramas arraigadas a la realidad barcelonesa y catalana tiene nombre y apellido: el de la guionista Stefanie Kremser, que es quien creó a los personajes y escribir la primera. Nacida en una familia alemana-boliviana, pasó la infancia y la adolescencia en la ciudad brasileña de Sao Paulo, antes de trasladarse a Múnich para estudiar cine documental. Su último gran cambio geográfico consistió en instalarse en 2003 en Barcelona con su marido, el escritor Jordi Puntí. Sin embargo, desde aquí ha continuado trabajando para la televisión alemana.
Kremser habla portugués, castellano, alemán, inglés y catalán. En esta última lengua están disponibles varios libros suyos, traducidos: Postal de Copacabana (Club Editor, 2007), Calle de los olvidados (Empúries, 2012) y El día que aprendí a volar (Ediciones de 1984, 2016) y el libro de memorias Si esta calle fuera mía (Ediciones de 1984, 2020), donde explica precisamente sus mudanzas transcontinentales y la crisis de identidad que se derivó. "Cuando volví a Alemania hablaba la lengua y parecía de allí, pero no me sentía. Era y no era inmigrante", explicaba hace cinco años, en una entrevista en el ARA.
A la vida geográficamente convulsa de Kremser se suma, además, una enfermedad que le diagnosticaron con 25 años –un virus tropical– y que le auguraba una esperanza de vida de cinco a quince años como máximo. "Fue entonces que pensé que debía hacer algo que quedara, aunque, visto desde la actualidad, puede parecer ridículo... Pero empecé a escribir, y el cambio de lengua, del portugués al alemán, me trajo suerte". La escritora y guionista tiene ahora 57 años.
De momento las audiencias catalanas han comprado esta curiosa mezcla germano-barcelonina. El primer episodio congregó a 217.000 espectadores de media y marcó una cuota de pantalla del 13,7% en un día que TV3 hizo un 12,3% de share general, por lo que el telefilme elevó la cifra de la cadena. Es lo mismo que ocurrió el domingo siguiente, con la segunda de las entregas. Aunque se quedó algo atrás (169.000 espectadores y un 12,2%), siguió impulsando la cuota general de la pública catalana, que ese día se quedó en un 11,1%.