El ANC busca su rumbo tras la tormenta por la lista cívica

Este lunes se abre el plazo para presentar candidaturas al secretariado, con Lluís Llach como uno de los nombres relevantes

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Feliu, con el resto de miembros del secretariado, anunciando los resultados de la lista cívica

BarcelonaLas elecciones al Parlamento no son las únicas que se celebran en mayo. Cuatro días después, la ANC también celebrará comicios en una consulta que se alargará hasta el 18 de mayo. Unas elecciones que serán primordiales para determinar el rumbo de la entidad tras la tormenta por la lista cívica. El sábado de la semana pasada, en una votación muy ajustada, los contrarios a presentar candidatura en las elecciones se imponían por menos de un centenar de votos a los partidarios de dar el salto al Parlament, con la dirección liderada por Dolors Feliu al frente. Y aunque el resultado partía la entidad por la mitad, ambos sectores respiraban aligerados. Los primeros, por mantener el carácter transversal y movilizador de la Asamblea fuera de la lucha partidista. El segundo, por no tener que elegir candidatos y recoger las 60.000 firmas necesarias en sólo tres semanas a causa del adelanto electoral.

¿Y ahora qué? ¿El impulso de una lista electoral queda definitivamente enterrado? No es lo que piensan los que han apostado de forma decidida por presentar una alternativa a los partidos mayoritarios del independentismo. "En este escenario de elecciones anticipadas y con Carles Puigdemont absorbiendo todo el espacio unilateralista es una suerte que haya salido el no ahora. Si alguna vez queremos hacer algo con opciones debemos dejar que la etapa Puigdemont se agote", subrayan fuentes de este sector, que confían en que se abra otra ventana de oportunidad si los partidos independentistas no culminan el Proceso. ~ BK_SALTO_LINEA~ Este sector también exige no quedar fuera de la dirección: "Sería dejar el 50% de la entidad sin representación; el empate de la lista cívica debería traducirse en un secretariado que reflejara esta diversidad, entre los que quieren una Asamblea que sólo movilice y más dócil con los partidos y los que la quieren más política". De hecho, no descartan que Feliu opte a la reelección, aunque dejó entrever que iba a plegar si la lista no salía adelante: "El ambiente de la asamblea no fue tenso y eso le animó a no tomar una decisión en caliente y plegar". , como el resto de personas que opten al secretariado, podrá presentar su candidatura desde este lunes hasta el 8 de abril. Estas mismas fuentes resaltan que la composición del nuevo secretariado servirá para determinar “si el no en la lista cívica era mayor entre los socios no activos o entre los activos, porque ahora no se puede saber".

Más taxativo se muestra Joan Mollà, el socio del ANC que puso la primera piedra de la lista cívica: "La disyuntiva entre una asamblea dedicada a la política y una dedicada a la movilización es falsa e interesada. No tenemos por qué elegir. Debemos hacerlo todo. Apostar sólo por una parte es dejar coja o querer amputar el ANC" . Y añade: "Creer que desde la ANC podremos presionar desde la calle a los partidos autonomistas para que nos lleven a la independencia es puro autonomismo, aunque lo digan Lluís Llach o Mahatma Gandhi". Y es que el cantautor, a propuesta de los críticos, se ha postulado para presidir la nueva etapa que quieren abrir y hace días, según ha podido saber el ARA, que tantea personalidades para refundar la organización de arriba abajo. El exvicepresidente Jordi Pesarrodona, que plegó por el impulso de la lista cívica, formaría parte de este nuevo secretariado (si los socios así lo avalan) y podría volver a ser el número 2.

Este sector apuesta por pasar página en los últimos dos años, que se han saldado con la dimisión de una veintena de secretarios y la desaparición de numerosas asambleas territoriales y sectoriales con un estropicio nunca visto. De hecho, esta corriente aboga por que el nuevo secretariado comience el mandato convocando una asamblea general extraordinaria que sirva para reformar los estatutos y elaborar una nueva hoja de ruta, que se aprobó en 2023 y en principio está vigente hasta 2025. "El resultado final es decepcionante para un secretariado que se lo ha jugado todo en la carta de la lista cívica", dice el exvicepresidente Jaume Marfany, quien critica que "la obsesión" por tejer una agrupación de electores "hay dejado de lado completamente la estrategia de la confrontación".

Rehacer puentes con los partidos independentistas

Recuperar la confrontación, con la desobediencia civil como bandera, es la receta de los defensores de una ANC apartidista. Mientras, consideran que la entidad no puede desvincularse de los problemas de los ciudadanos y ponen de ejemplo el caos de Cercanías de los últimos meses. "La Asamblea ha sido incapaz de convertir la indignación por la gestión de Cercanías en una gran protesta, como hizo en el 2007 la Plataforma por el Derecho a Decidir, que convirtió el malestar en una gran manifestación", apuntan. En esta nueva etapa, el sector que reúne a fundadores, exvicepresidentes, exsecretarios nacionales y cargos de asambleas de base insta a rehacer la colaboración con el resto de entidades soberanistas ya abandonar el enfrentamiento directo con los grandes partidos independentistas para volver a ser el palo de pajar del movimiento. "No se puede excluir absolutamente a nadie en el camino hacia la independencia, que sólo será posible si estamos todos", concluye Marfany. El ANC busca nuevas coordenadas.

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