Así funciona la financiación de la Casa de la República (y los gastos de Comín)
El Consejo de la República transfiere más de 6.000 euros cada mes a Waterloo


BruselasLa guerra interna del Consejo de la República va escalando a medida que se avecinan las elecciones de la organización independentista al exilio. Este lunes el exconseller Toni Comín ha presentado la candidatura para continuar al frente del organismo, pero las dudas sobre su gestión y especialmente sus polémicos gastos están eclipsando la campaña. La gran discusión gira en torno a si el dinero con el que el eurodiputado electo se benefició de la Casa de la República son justificables, como alega él mismo, o no debería haberles recibido porque no los necesitaba, como asegura la Junta Gestora de la entidad y el auditor independiente. Ahora bien, para entender mejor la discusión es necesario explicar el entramado económico y legal del Consejo de la República y, a la vez, de la Casa de la República.
Hay dos entidades principales, una para cada organismo. Actualmente, el Consejo de la República, que se ampara bajo el nombre jurídico Catglobal, centraliza una parte importante de las donaciones de los ciudadanos que quieren apoyar la lucha independentista en el exilio y, por este motivo, destina una parte de ese dinero en la entidad que gestiona la Casa de la República, Catcip. Según estipula el acuerdo firmado el 9 de mayo de 2024 entre las dos asociaciones, al que ha tenido acceso el ARA, el Consejo de la República paga cada mes 6.190 euros en la Casa de la República. En total, 74.288 euros al año.
Aparte del dinero que le traspasa el Consejo de la República, Waterloo también recibe donaciones por otras vías por parte de donantes que únicamente quieren apoyar a la figura de Carles Puigdemont y no al resto de la causa. "El presidente toma un abanico muy amplio de sensibilidades y hay gente que solo quiere ayudarle a él", admite una fuente del Consejo de la República. De esta forma, la Casa de la República recibe directamente otros 106.712 euros al año y, por tanto, en total tiene un presupuesto de 181.000 euros. Este dinero sobre todo se destina a pagar el alquiler de la casa de Waterloo, algunos viajes del expresidente y la manutención de sus guardaespaldas, que no cobran porque son voluntarios y solo se les costean las dietas y el transporte.
En cambio, el Consejo de la República se queda con 909.136 euros de presupuesto anuales, los cuales recibe íntegramente de donaciones. Eso sí, según fuentes de la propia entidad, esta cifra de dinero se basa en el histórico que ha recaudado la organización y aseguran que en los últimos años el número de simpatizantes y ayudas ha caído en picado: el año pasado no llegaron ni a los 500.000 euros y se quedaron en torno a los 480.000 euros. Las mismas fuentes conectan la disminución de los ingresos con la deshinchada del Proceso y toda la polvareda que ha levantado el caso Comín.
Un nuevo acuerdo para evitar otro caso Comín
Tras los polémicos gastos de 15.000 euros de Comín a través del Consejo de la República, se firmó un nuevo acuerdo. De hecho, el eurodiputado electo asegura en declaraciones a este diario que sellaron el pacto a su escondite y no le dijeron nada hasta el 17 de junio, un mes más tarde del apretón de manos. "Es muy grave", critica el exconseller. Precisamente, según fuentes del Consejo de la República, el nuevo acuerdo pretende en su mayor parte evitar otro caso Comín. Es decir, que un exiliado reciba dinero de la organización a pesar de que no lo necesite.
El anterior acuerdo, a diferencia del nuevo, preveía que una tercera parte de los ingresos que llegan del "botón de donaciones de la web del Consejo de la República" pudieran destinarse a los exiliados Puigdemont, Lluís Puig y Comín. Las otras dos terceras partes se repartían a partes iguales entre el propio Consejo de la República y la casa de Waterloo. Sin embargo, Puigdemont y Puig rechazaron aprovecharse y lo único que se benefició de este apartado del acuerdo fue Comín, que defiende que, teniendo en cuenta la cantidad de dinero que se ingresaba por éste canal de ayudas (unos 18.000 euros al mes), todavía podría haberse costeado más gastos, hasta unos 24.000 euros anuales.
De hecho, la Junta Gestora del Consejo de la República no acusa públicamente a Comín de haber cometido ninguna irregularidad, sino de haber "cometido un acto inmoral".Fuentes del organismo explican que se trataba de un pacto de reparto orientativo del dinero que recibía la causa independentista en el exilio por tener margen de maniobra en caso de necesidades económicas de una entidad o de un exiliado. imaginaban, aseguran, que alguien se beneficiara de las donaciones de los ciudadanos si no las necesitaba. todo el mundo actuaría de buena fe", insisten.
En este sentido, fuentes del Consejo de la República recuerdan que entonces Comín cobraba el sueldo de eurodiputado, que de sueldo base tienen un salario de unos 10.000 euros brutos al mes. Además, en la misma línea que el gestor belga de la entidad y del auditor independiente que contrató a la propia organización, critican que utilizara dinero de la entidad para pagar, entre otros, una multa de tráfico de 363 euros, el alquiler de un vehículo durante quince días por valor de 1.997 euros, un apartamento de alquiler durante quince días de 2.562 euros o un impuesto relacionado con un apartamento en Lovaina de 4.608 euros. También le acusan de haber realizado dos retiradas en efectivo por valor de 6.000 euros.
Comín, sin embargo, asegura que "son recursos que le corresponden", y defiende que viajó a la Cataluña del Norte durante dos semanas en representación del Consejo de la República y no de vacaciones. También explica que alquiló a la misma entidad que presidía una habitación del inmueble donde vivía, la que utilizaba como despacho, y otro cuarto para una trabajadora del propio organismo. En total, cobraba unos 1.000 euros al mes y los recibió con meses de retraso y con dos transferencias de 3.000 euros de golpe. En cuanto a las elevadas tasas de Lovaina, justifica que le cobraban impuestos "especiales" por ser una segunda residencia y "elevados" por ser el titular de todos los contratos.
Comín: "Al frente del Consejo debe haber un exiliado"
El eurodiputado electo de Junts se ha reivindicado como la mejor opción para presidir el Consejo de la República por, entre otros, su condición de exiliado y su experiencia en el organismo. "Es importante que al frente del Consell siga habiendo alguien del exilio", ha dicho en la presentación de su programa electoral, que lleva el lema de Destino: Independencia. En este sentido, ha destacado que "el exilio" da "legitimidad" a la existencia del organismo independentista y, frente a las acusaciones de la Junta Gestora y parte de la oposición interna de haberse beneficiado de dinero de forma "injustificada", el exconseller ha respondido que "las personas que no han estado ni un minuto en el exilio no deberían intentar tantas lecciones".