Partidos políticos

¿Carod-Puigcercós o Puigcercós-Junqueras? ERC busca acertar el rumbo de la sucesión

Los traspasos de poder a las formaciones buscan relanzar el proyecto, pero no siempre se logra

Alguno de los relevos más sonados al frente de los partidos en estos últimos años
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BarcelonaPor un batacazo electoral, por la pérdida de la confianza de las bases del partido o por un motín interno... El líder de un partido puede dejar de serlo por varios motivos, y el trabajo del sucesor suele ser abrir una nueva etapa para relanzar el proyecto, tanto de puertas adentro como en las urnas. De hecho, un relevo al frente de un partido puede ser la mejor forma de hacer crecer una oferta electoral, y la historia está llena de traspasos de poder exitosos, pero también de fracasos. Repasamos los relieves más recientes ahora que Esquerra está inmersa en un proceso interno de renovación o de continuidad con Oriol Junqueras al frente.

Carod-Puigcercós

Junio ​​de 2008

UNA IMATGE JA IRREPETIBLE Carod va cedir per avalar Puigcercós de candidat l'abril del 2009. Aquella pau aparent  ha passat a la història aquest divendres a la nit.

La pugna entre Josep Lluís Carod-Rovira y Joan Puigcercós —uno presidente de ERC, el otro secretario general— llevó la formación al estropicio interno y al desastre electoral. Carod era el vicepresidente de Montilla y Puigcercós conseller, y la mala marejada entre ambos era tal que el presidente de la Generalitat (socialista) supo antes que Carod que Puigcercós dejaba el gobierno. Carod no se presentó a la reelección y Puigcercós ganó las primarias y asumió la labor de mejorar las expectativas electorales. Pero no logró ni la unión al partido ni el éxito electoral: los dardos de Carod a la estrategia del partido fueron continuos, y ERC cayó hasta los 10 escaños en el 2010.

Puigcercós-Junqueras

Septiembre de 2011

El primer relleu pacífic Oriol Junqueras va tenir ahir diverses mostres d'afecte cap al seu predecessor, Joan Puigcercós, que ha tingut un paper determinant perquè aquesta vegada el relleu hagi estat pacífic.

Tras años de luchas caínitas, un eurodiputado independiente, Oriol Junqueras, protagonizó un relevo pacífico en Esquerra. Tenía que coser el partido y rehacerlo del batacazo electoral de Puigcercós. Desde entonces y hasta estos últimos comicios su liderazgo ha sido indiscutido, y electoralmente convirtió lo que era un partido pequeño en uno capaz de ganar elecciones y llegar a la presidencia de la Generalitat —aunque nunca ha ganado unos comicios en el Parlamento—. Ha sido ahora, trece años después, que los resultados del 12-M pueden cuestionar que mantenga en el timón.

Montilla-Navarro

Diciembre de 2011

L'ABRAÇADA DEL RELLEU
 Pere Navarro va abraçar-se amb Montilla després de rellevar-lo com a primer secretari, davant de Joan Ignasi Elena.

Pere Navarro sustituía al hasta entonces presidente José Montilla al frente del PSC con la misión de resistir el tsunami que desalojó a los socialistas de la Generalitat en el 2010 y de la Moncloa en el 2011. En Terrassa, donde era alcalde, Navarro lo había conseguido. Pero el Proceso dividió el partido y no pudo contener la crisis interna con la marcha de los perfiles más catalanistas (algunos en ERC y otros en el espacio posconvergente). Electoralmente, tampoco tuvo éxito: en el 2012 pasó de 28 a 20 diputados, y los malos resultados en las europeas hicieron que dimitiera.

Mas-Puigdemont

Enero de 2016

Artur Mas acompanyant Carles Puigdemont el dia de la seva presa de possessió com a president de la Generalitat.

Fue un relevo no propiciado ni por el partido ni por los resultados, sino por la CUP. Artur Mas quería revalidar la presidencia con Junts pel Sí, pero los anticapitalistas se negaron. Tras el famoso "paso al lado" de Mas, Puigdemont asumió la presidencia y se ha convertido en el referente del espacio que ha sustituido a la antigua Convergència, Junts per Catalunya. Pero a Mas la operación de relevo no le salió bien al partido: escogió a Marta Pascal como líder del Partido Demócrata –la refundación de CDC–, y ella nunca llegó a consolidarse al frente de la formación. De hecho, acabó plegando en el congreso del 2018 después de años de choque con Puigdemont por la estrategia independentista.

Rajoy-Casado

Julio de 2018

Rajoy abraçant-se amb Pablo Casado, nou president del PP.

Pablo Casado llegó a la presidencia del PP tras la marcha de Mariano Rajoy a raíz de la moción de censura de Pedro Sánchez, pese a que las favoritas en ese momento eran Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal. Ahora bien, la exministra de Defensa se unió a última hora a Casado y convirtió al joven dirigente popular en la esperanza blanca del PP. Sin embargo, la luna de miel duró poco: el liderazgo ascendente de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, eclipsaba el suyo, hasta el punto de que se montó un motín expreso que lo va echar de la presidencia del PP. Luego, llegó Alberto Núñez Feijóo.

Iceta-Isla

Diciembre de 2020

Miquel Iceta i Salvador Illa (PSC) durant la nit electoral del 14 de febrer.

A raíz de la pandemia, Salvador Illa, hasta entonces discreto número 2 del PSC, se convirtió en la figura pública más conocida del partido, incluso por delante de Miquel Iceta, el líder de la oposición en el Parlament. Con los números en la mano, a raíz de las elecciones del 14 de febrero del 2021 en Catalunya el PSC hizo un cambio a última hora: situó a Salvador Illa como candidato de la Generalitat. Tras años de travesía por el desierto, la noche electoral del 2021 Isla celebró los 33 escaños conseguidos, y ahora opta a ser presidente con 42.

Iglesias-Díaz

Marzo de 2021

Pablo Iglesias, durant el traspàs de la cartera de vicepresident a Yolanda Díaz.

Pablo Iglesias lideró y hizo crecer a Podemos desde su nacimiento y fue en el 2019 cuando se convirtió en vicepresidente y situó a Yolanda Díaz como ministra de Trabajo. Cuando dejó el gobierno en el 2021 y la ungió como nueva líder en el partido y en el ejecutivo, las cosas se empezaron a torcer. Desde entonces, los puñales entre ambos han conducido el espacio a la izquierda del PSOE en el estropicio total. Sumar se ha constituido como partido y Podemos hace la suya. Desde la ruptura de las elecciones generales, donde se presentaron juntos, han participado por separado en todas las contiendas y han ido de batacazo en batacazo tanto en Galicia como en el País Vasco, sobre todo Podemos. Las expectativas tampoco son buenas ahora en las europeas.

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