La gobernabilidad en el Estado

El PSOE, expectante en medio del fuego cruzado entre Ábalos, Koldo y Cerdán

La semana arranca con la declaración en el Supremo de dos de los implicados en la trama y acabará con la sentencia del TC sobre la amnistía

Santos Cerdán a la salida de su domicilio
22/06/2025
5 min

MadridEn las filas socialistas, pero también en el gobierno español, se trata de reojo la información que pueda ir saliendo en el marco de la investigación por corrupción abierta en el Tribunal Supremo y que salpica a los dos últimos secretarios de organización del PSOE, José Luis Ábalos y Santos Cerdán, así como al exasesor del primero, Koldo García. Pero también se está a la espera de lo que puedan decir para defenderse sobre todo de la acusación que les vincula a adjudicaciones de obras públicas presuntamente irregulares. A las puertas de la declaración de Ábalos y Koldo García en el Tribunal Supremo, este lunes, el fuego cruzado entre ellos y la consiguiente sensación de sálvese quien pueda lleva a los socialistas a temer que la herida se haga aún mayor.

El último en dar alas a este escenario ha sido el propio Ábalos. "Soy un carallot [...] y me han utilizado [Santos Cerdán y Koldo García]", aseguraba el exministro en una entrevista en la Cadena SER el pasado jueves. "[Ambos] venían con una dinámica previa [de Navarra] y penetraron en el ministerio [de Transportes], donde presionaron para tratar de influir [en contrataciones públicas]", añadía. El exministro también expresaba malestar por la diferencia de trato desde las filas socialistas, en particular por parte de Pedro Sánchez, entre él y Santos Cerdán: "Me maltrataron desde el primer día", decía. Acto seguido abrió la puerta a pactar con la Fiscalía.

Sin embargo, ¿hasta dónde puede llegar la expresión del malestar de Ábalos este lunes en el Supremo? Todavía es incierto. Además, hay que tener en cuenta que el exministro sacó al PSOE de la ecuación, asegurando que el partido está limpio, respecto a una presunta financiación irregular. En todo caso, este sábado por la noche, el programa La Sexta Xplica aseguraba que la intención de Ábalos es reconocer el "tripijoc" con los contratos públicos ante el juez que instruye la causa, Leopoldo Puente, y situar a Santos Cerdán en el núcleo de la trama. Pero Ábalos lo desmentía después a través de la red social X: "Niego rotundamente las informaciones [de La Sexta] sobre mi declaración en el Tribunal Supremo. Nunca he hablado de mi estrategia y niego los términos que se están explicitando en el programa", afirmaba.

Mientras tanto, Santos Cerdán mantiene un perfil bajo. "Haré declaraciones ante el juez, que es donde tengo que demostrar mi inocencia. Hasta que no conozca toda la causa, que no está completa, no haré declaraciones", decía hace pocos días a los medios de comunicación que le esperaban en la entrada de su casa. Su abogado, Benet Salellas, ha pedido al Supremo posponer su declaración prevista para el próximo 30 de junio. Cerdán ha defendido férreamente su inocencia desde el primer minuto, si bien los audios que han trascendido de la investigación le incriminan en la trama.

Pero todo esto no es nuevo. La relación entre los tres ya nació en medio de la desconfianza, si se tiene en cuenta que Koldo García, el tercero implicado en la trama, grabó a escondidas las conversaciones que mantenía con Ábalos y Cerdán entre los años 2019 y 2023. Según la UCO, lo hizo para tener una "garantía ante sus desacuerdos". Es decir, que si iban mal datos tendría cómo defenderse y no quedarse solo.

A esta trifulca se suma la incógnita sobre todo lo que queda por conocer del caso y que tiene el PSOE con el corazón en un puño. A instancias del juez del Supremo, la Guardia Civil acaba de recopilar más información de los implicados, desde el contenido de sus dispositivos tecnológicos hasta los e-mails personales, algo que se ha saldado con la imagen de los agentes entrando en la sede del PSOE en la calle Ferraz. La UCO también ha recopilado información de las adjudicaciones públicas que están en el punto de mira.

La cumbre de la OTAN

Y si con todo esto Sánchez no tenía suficiente, esta última semana de junio también llega cargada de otros frentes, aunque algunos le sirven para tratar de desviar la atención mediática sobre el caso Cerdán. Desde el pasado jueves, el jefe del ejecutivo español no ha tenido agenda pública –la reanuda este lunes con un acto por el 20º aniversario del matrimonio igualitario– porque, en palabras de la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, estaba "trabajando" en la cumbre de la OTAN, que arranca este martes 24 y está previsto que se ha dicho marcada por la decisión de Estados Unidos de entrar en guerra con Irán.

Sánchez se ha aferrado a esta agenda internacional para no tener que comparecer antes del 9 de julio en el Congreso de los Diputados y rendir cuentas, entre otras cosas, por el caso Cerdán, lo que ha enfurecido a la oposición pero también a los socios de investidura. Asimismo, el jefe del ejecutivo español no dudó en marcar perfil propio antes de la cumbre, aunque esto le haya supuesto un choque abierto con Donald Trump: el gobierno rechazó la propuesta de incrementar el gasto público en defensa hasta el 5% del PIB, algo que finalmente ha conseguido este domingo.

El veredicto de la amnistía

Lo único que esta semana podría suponer un balón de oxígeno para el presidente español, y una pequeña tregua con los socios independentistas, es la deliberación del Tribunal Constitucional sobre la amnistía, que comienza el día de San Juan. Aunque la decisión del TC puede alargarse hasta el día 26 de junio, ya se prevé que dé vía libre a la norma, tal y como se desprende del borrador filtrado a principios de mes. Sin embargo, esto no resuelve automáticamente el retorno de Carles Puigdemont porque la clave la seguirá teniendo el Tribunal Supremo. Además, el borrador que ha trascendido no entra a valorar la aplicación en casos de delito de malversación, que son lo que afectan a Carles Puigdemont y al resto de líderes del Proceso. Por eso, pese al aval a la constitucionalidad, nada hace pensar que esta carpeta quede resuelta.

Sin embargo, los socios independentistas no sólo mirarán hacia los tribunales. También están pendientes de lo que decida hacer el gobierno español con la opa hostil del BBVA en el Banc Sabadell. Junts y ERC han presionado para que el ejecutivo entorpezca la operación con la aprobación de condiciones añadidas a las que ya puso Competencia, lo que se dará a conocer, también, el día de Sant Joan. Por último, lo que seguro que no ocupará la agenda de la semana será la oficialidad del catalán en la Unión Europea. Pese a que el Consejo de Asuntos Generales de la UE se reúne esta semana, no se prevé que se discuta el tema –no aparece en el orden del día–, aunque siempre existe la opción de que salga. De momento, Sánchez no debe preocuparse de ese frente, pese a su bloqueo en Bruselas.

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