Barcelona

¿Qué se hacía en la Antigua Massana que Collboni ha desalojado?

Los movimientos defienden la labor comunitaria en el equipamiento ocupado y el Ayuntamiento remacha que tiene planes de futuro para el recinto

Policías frente a la puerta de la Antiga Massana, ya desalojada.
29/01/2025
4 min
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Barcelona"Este es el punto final de un expediente iniciado en 2021 para recuperar un equipamiento que ha estado siempre ocupado de forma ilegal". Con esta frase del teniente de alcaldía y Seguridad, Albert Batlle, el Ayuntamiento de Barcelona daba el martes por cerradas las actividades autogestionadas en la Antiga Massana. El edificio, en medio del Raval, estaba ocupado y autogestionado desde 2020 por colectivos que reivindicaban la labor social que desarrollaban, pero el gobierno municipal de Jaume Collboni se mostró ayer inflexible durante el desahucio, que acabó con detenidos y decenas de heridos leves por las cargas policiales. "Advertimos que no habría diálogo mientras continuara la ocupación", subrayó Batlle, quien remarcó que había que "recuperar" un espacio que llevaba demasiados años "usurpado" y es una "pieza clave" para el proyecto de transformación del Raval que tiene previsto el Ayuntamiento.

Pero, ¿qué se hacía, en la Antiga Massana, desde la ocupación? Las personas que organizaban el espacio y lo dinamizaban aseguran que ya cumplía una labor comunitaria. "Pasaban cada semana, como mínimo, 500 personas a realizar diferentes actividades", asegura Elena Martín, una de las organizadoras.

Después de pasar cuatro años cerrado y sin ningún uso, en junio del 2020 —en plena pandemia— los movimientos sociales del Raval entraron en el espacio para tener un lugar "decente" desde donde hacer el reparto de comida a las familias. "Cuando entramos yo misma llamé a Janet Sanz para informarla y con el objetivo de regularizar la situación desde el minuto cero", asegura esta activista. "Estábamos ante la Boqueria y nos iba perfecto para no derrochar nada y dar de comer a las familias necesitadas del barrio", explica.

"Mucho más que un casal de barrio"

Superada esa fase, la Antiga Massana revivió con diferentes actividades. "Era mucho más que un casal de barrio", dice Martín. Se hacía de todo: clases de catalán, castellano, árabe, música. Ludoteca para niños más pequeños. Asambleas de barrio, presentaciones de libros, conciertos, actas, charlas, ponencias... "Una de las actividades que tenía más éxito era la guardería, para los más pequeños", explica Martín.

Elena Andrea es madre de dos niñas, de 3 y 8 años, que iban varias tardes a la semana. Hace unos años, Elena acudió a la Antiga Massana porque sentía que su hija no estaba segura donde antes vivían y ahí le ayudaron: "gracias a ellos yo tengo un techo hoy". Ahora, explica que ya no tiene dónde dejar a las niñas cuando a menudo necesita ir al hospital y lamenta que se les haya echado de un lugar que ella misma "construyó". "Cueste lo que cueste debemos defender lo nuestro", insiste.

Las familias del barrio que lo necesitaban podían dejar a los niños para hacer los deberes, clases de repaso o simplemente para realizar actividades educativas si tenían que participar en algún evento del barrio o tenían que hacer algún trámite. "Los fines de semana también hacían actividades y salidas, y cuando hacía falta organizaban casales de invierno o verano", añade el activista. Martín explica que los dinamizadores eran "profesores, maestros o monitores de ocio y comedor voluntarios, que le dedicaban su tiempo libre".

Manifestantes recuperan material de la Antigua Massana del vehículo de los servicios de limpieza que salía del desalojo.

Pero las actividades no terminan aquí. "También era la sede del corazón de Ciutat Vella, de movimientos palestinos y LGTBI y dentro había un gimnasio, gratuito para todos, con actividades dirigidas para quien lo necesitara". El martes se convertía en cine y foro social. En total, una decena de colectivos habituales y otros muchos que pedían el espacio para actos puntuales participaban en esta organización colectiva.

Del reconocimiento social al desahucio

La comunidad que se había creado en torno a la Antigua Massana es tal que incluso el anterior gobierno municipal reconoció abiertamente esta tarea. "Después de dos años negociando estuvimos a punto de conseguir la cesión de uso del recinto. Incluso teníamos la aprobación de la Mesa de Patrimonio. Tenemos las actas de la reunión y toda la documentación que lo demuestra", defiende Martín. "Teníamos que hacer algunos cambios y no hubo tiempo", lamenta. Ahora el tiempo se les ha terminado de repente. Martín y el resto de organizadores de la Antiga Massana se centran hoy en encontrar las cosas que tenían en el espacio. Ordenadores, el material del gimnasio, el material escolar... "Creemos que lo han llevado todo a un punto verde, pero estamos hablando con la Guardia Urbana para recuperarlo", explica en el ARA.

El pasado octubre, el actual ayuntamiento socialista yaintentó desalojar el inmueble, pero en aquella ocasión no pudo por la "resistencia pacífica" de las personas que todavía existían. Entonces solicitó una orden judicial para ejecutarlo. En ese momento, la Sindicatura de Greuges de Barcelona también hizo un llamamiento a "reflexionar" y en pensar posibles alternativas para mantener la tarea comunitaria. En un comunicado, consideró que la actuación del distrito de Ciutat Vella sobre la Antiga Massana estaba "carece de un espacio de diálogo y reflexión capaz de llegar a una solución consensuada", y reclamó un acercamiento "en beneficio del bien común y el interés público".

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