Salud

El confinamiento hace aflorar problemas de adicciones en personas que no eran conscientes de ellos

El inicio de los tratamientos por drogas cayó un 22% en el global del 2020, pero a final de año los datos ya se habían recuperado, según Salud

Clara López Alcaide
3 min
El alcohol se mantiene como la droga más problemática y la primera causa de inicio de tratamientos.

BarcelonaUnas 31 personas al día de media empezaron un tratamiento por adicción a las drogas durante el año pasado. El balance de 11.400 casos de 2020 hecho por la subdirección general de Drogodependencias muestra un decrecimiento del 22% en el inicio de nuevos tratamientos, que se atribuye fundamentalmente a los meses de confinamiento. Pero el aislamiento forzado por la pandemia –y el cierre de actividades de socialización y ocio– también ha favorecido la detección de adicciones en personas que no lo sabían, según valora el subdirector general de Drogodependencias de la Generalitat, Joan Colom.

"Han aflorado casos de personas que no eran conscientes de que tenían un problema y que se dieron cuenta que sí que lo tenían porque de golpe se encontraron en casa con una dificultad importante para consumir", explica, y añade que esta situación sirvió para que algunas personas optaran por iniciar un tratamiento. El Govern recuerda que, a pesar de las restricciones a la movilidad impuestas por el covid-19, los centros de atención y seguimiento a las drogodependencias (CAS) continuaron abiertos durante el confinamiento –que tuvo lugar entre los meses de marzo y junio–, hecho que ayudó a mantener las cifras registradas los años anteriores. Además, Colom asegura que con el confinamiento se hizo más difícil acceder a las sustancias por las vías habituales y se cambiaron los patrones de consumo tanto para las drogas legales como para las ilegales.

Después de la bajada drástica en los meses de confinamiento, los datos de tratamientos se recuperaron progresivamente a partir de septiembre y a finales de año ya se iniciaban tantos tratamientos como antes de la pandemia, explica. En el caso del alcohol y el tabaco, sostiene Colom, las peticiones de ayuda vinieron motivadas, sobre todo, por el cierre de bares y locales de ocio nocturno. "El consumo global disminuyó en todas partes durante el confinamiento. Quizás sí que se vendió más alcohol en los supermercados, pero el consumo total no aumentó porque estaban cerrados todos los espacios de socialización donde la gente consume más alcohol".

Pese al descenso global en los nuevos tratamientos, el departamento de Salud no ha constatado cambios de tendencias en las atenciones según sustancias respecto a otros años. El 41,4% de los casos (4.700) fueron por alcohol, que se mantiene como la droga con más inicios de tratamiento, seguida de la cocaína, con el 24% de los casos (2.735). El 14% fueron por cannabis (1.628), la droga ilegal más consumida en Catalunya, el 12% por heroína (1.312) y el 3% por tabaco (344).

El cannabis, el inicio de tratamiento más joven

Las principales diferencias que se detectan por sustancia tienen que ver con la edad de demanda del tratamiento. El cannabis es la droga por la cual más gente joven se empieza a tratar –la media de edad es de 29 años, tanto en mujeres como en hombres–, mientras que entre las drogas en la que el tratamiento se acostumbra a pedir a una edad más avanzada destacan el tabaco (50 años) y el alcohol (48 en mujeres y 46 en hombres). En el caso del alcohol, las personas que inician tratamiento han estado consumiendo alcohol sin pedir tratamiento unos 25 años de media. En cifras globales, un 60% de las personas que se empiezan a tratar tienen entre 31 y 50 años y la franja de los 41 a los 60 años representa el 45% de los inicios de tratamiento.

En el conjunto de demandas, se observa que el 76% corresponden a hombres y el 24% a mujeres. Esta mayoría de hombres se mantiene cuando se analizan las drogas por separado, excepto en el caso del tabaco, donde hay más paridad. Los datos revelan que las mujeres tienden a igualar a los hombres en el consumo de drogas legales (alcohol y tabaco) y aquellas más aceptadas socialmente, como el cannabis, mientras que en cuanto a la heroína y la cocaína, la proporción mujer-hombre está más descompensada.

Además, el balance recoge que los servicios de reducción de daños (SRD) –espacios de atención y acompañamiento a las personas que se encuentran en una situación de adicción– atendieron a 5.908 personas a lo largo del 2020. Muchas de estas personas se encontraban en situación de vulnerabilidad por su situación económica y social: un 45% no tenían un alojamiento estable (el 31% eran personas sin hogar) y un 36% no estaban empadronadas. Por otro lado, en las salas de venipunción se hicieron un total de 123.000 consumos por parte de 2.794 personas. También se produjeron 141 sobredosis, ninguna de ellas mortal.

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