230 muertes por covid en la última semana (sin vacunas serían 1.500)

Las defunciones entre los mayores de 80 años se han multiplicado por 7 en un mes

Evolución del covid  en Cataluña.
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BarcelonaLa curva de la mortalidad por covid-19 ha repuntado como hacía meses que no se veía. En los últimos siete días un total de 230 personas han perdido la vida en Catalunya, el doble que la semana anterior. El dato nefasto es resultado del alud de contagios de la quinta oleada, que podría haber sido todavía más mortífera si no fuera por el impacto positivo de las vacunas. El grupo de investigación de Biología Computacional y Sistemas Complejos de la UPC (Biocom-SC) estima que sin el efecto protector de las vacunas esta cifra de muertes se multiplicaría casi por 7, hasta rozar las 1.500 personas, y sería todavía más aterradora. “Con la dinámica epidemiológica actual no tendríamos una treintena de muertes diarias, tendríamos unas 200”, subraya la investigadora Clara Prats.

Entre el 7 y el 13 de julio se notificaron 51.219 contagios semanales, la cifra más elevada de la pandemia, y todavía ahora el descontrol epidemiológico colea con casi 28.000 diagnósticos semanales. “A medida que aumentan los contagios, también crecen los casos graves”, indica Prats. Sin embargo, los datos del departamento de Salud evidencian que la vacunación actúa como un escudo protector y si en la primera oleada se registraron unas 12.000 muertes y en la segunda y la tercera 3.141 y 4.500, respectivamente, a partir de que la vacunación coge impulso estos valores caen significativamente. En la cuarta oleada, cuando buena parte de la población de más de 80 años empezaba a estar vacunada, la cifra de víctimas se redujo hasta las 1.100 defunciones. En la quinta, de momento, se acumulan un total de 430.

Evolución del covid en Catalunya.

La descomunal e inédita propagación del virus del último mes, que sobre todo se produjo entre los jóvenes, ha disparado un indicador que prácticamente se había reducido a cero entre los meses de mayo y junio y, de nuevo, el covid se ensaña con la gente mayor. Este es el colectivo con una cobertura vacunal más elevada del país pero también el que resulta más vulnerable a los contagios por sus patologías de base y, de hecho, tres de cada cuatro víctimas mortales de los últimos siete días (226 de 230) tenían 70 años o más. Un tercio de los muertos la última semana vivían en geriátricos donde la variante delta ha hecho agujero a pesar de las medidas de protección. Además, las defunciones entre los mayores de 80 años se han multiplicado por siete en un mes.

El repunte de muertes en las residencias ha despertado el miedo a perder el control de estos centros, donde se han vivido los momentos más trágicos de la pandemia, y ha forzado a los departamentos de Derechos Sociales y Salud a mantener durante 14 días más las restricciones en estos entornos residenciales. Así pues, continuarán las limitaciones a las salidas de los usuarios, que solo las podrán hacer si es para más de tres días y si se comprometen a estar con un único grupo burbuja. Además, mantendrán las medidas de protección adicionales, como por ejemplo la intensificación de los cribajes tanto a los profesionales como a los residentes y la obligatoriedad de que los visitantes presenten test de antígenos negativos para acceder a los centros.

De momento, solo un 1,5% de los residentes en Catalunya se han contagiado en esta quinta oleada, que ha afectado a un 12% de los centros. “Pero los datos muestran todavía una afectación alta en la comunidad y en las residencias, lo cual hace necesario el mantenimiento de las medidas vigentes para reducir más la afectación”, ha defendido este lunes Salud en un comunicado. También Prats es partidaria de mantener las medidas en estos entornos: “La pandemia que ha circulado entre los no vacunados ha sido tan bestial que ha complicado la vida de los vacunados. Ahora tenemos que conseguir que el virus deje de entrar en las residencias”.

El 97,4% de las personas en centros residenciales tienen la pauta completa, así como el 93% de los mayores de 80 años. A pesar de que la vacuna es muy protectora ante los casos graves de covid, no es infalible: ni evita el contagio ni tiene una efectividad del 100%, de forma que es posible que haya personas vacunadas que no desarrollen inmunidad, especialmente las que tienen más de 70 años. “Incluso con toda la población vacunada habría personas que entrarían en un hospital o que morirían porque las vacunas son un 90% efectivas”, señala Prats. 

Mil contagios a finales de agosto

Con todo, los estudios del Biocom demuestran que la vacunación evita que los hospitales vuelvan a vivir una situación dramática, similar a la de la primera oleada, cuando se llegaron a atender 1.500 enfermos graves de covid en las unidades de cuidados intensivos (UCI). A pesar de que los ingresos en los centros sanitarios se han acelerado de la noche a la mañana –el 2 de julio había 120 enfermos de covid críticos y este lunes ya había 577–, los investigadores calculan que la cifra se ensartaría hasta los 1.200 pacientes si no fuera porque las vacunas son muy protectoras. Con un 60% de la población catalana completamente vacunada, el grupo de científicos defiende que la campaña de inmunización ha ahorrado al sistema sanitario catalán más de 26.000 días de ocupación en las UCI y más de 128.000 días de hospitalizaciones en planta. 

A pesar de que el goteo de hospitalizaciones y defunciones no se para, la buena noticia es que los contagios ya van a la baja. “Y seguiremos bajando en los próximos días. Ahora bien, dependerá de cuánto de tiempo se mantienen las medidas de contención y de las medidas que se desplieguen”, matiza Prats. Las previsiones del Biocom, que elaboran informes diarios sobre Catalunya y semanales sobre Europa, apuntan que la incidencia podría caer hasta el millar de casos en la tercera semana de agosto, una cifra que llevaría a Catalunya a la situación en la que estaba antes de la eclosión de la quinta oleada.

La experta admite que la decisión de no hacer pruebas a los contactos estrechos de positivos y la petición a la población de aislarse en caso de sospecha sin pasar por un centro de atención primaria (CAP) puede sesgar levemente los indicadores, pero asegura que la bajada de casos es “real”. La positividad de los test que se siguen haciendo, dice, es una pista muy clara: ahora el 13% de las pruebas revelan infecciones activas y hace una semana eran el 20%. Cuando se dejan de hacer pruebas, si la incidencia está creciendo, el porcentaje necesariamente tendría que subir.

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