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Familias sin estudios y niños abocados a la pobreza: ¿la educación puede romper esta espiral?

Un informe avisa que el riesgo de sufrir exclusión social es seis veces superior entre los hijos de personas que sólo tienen la formación básica

Una maestra dando clase a un grupo de niños de la Escola Horitzó, en Barcelona, en una imagen de archivo.
19/02/2025
3 min
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BarcelonaUna de las principales correas de transmisión de la pobreza es el bajo nivel educativo de las familias. Ésta es la tesis que han defendido este miércoles expertos de la Plataforma de Infancia de Cataluña de la Mesa del Tercer Sector Social y la Fundación Bofill. La afirmación no es sólo una percepción, sino una realidad que los datos constatan: un niño o niña de una familia sin estudios tiene seis veces mayor riesgo de ser pobre que otro con padres que tengan estudios superiores.

El estudio La educación vence la pobreza subraya que en Cataluña el 34,8% de niños y adolescentes están en riesgo de pobreza o exclusión social, que es el cuarto dato más elevado de Europa, sólo por detrás de países como Rumanía y Bulgaria, que sí rozan el 40% de menores en esta situación. En este sentido, los autores del informe de ámbito catalán insisten en que esta realidad tiene una relación directa con el capital educativo de las familias: mientras que el riesgo de pobreza es del 13,3% para los menores con progenitores con estudios superiores, el porcentaje sube hasta el 60% para los hijos de personas que como mucho se han graduado de la ESO.

Risc de pobresa infantil i exclusió social a la UE
Percentatge de població menor de 18 anys en risc, segons el nivell d'estudis de pares i mares. Dades de la Unió Europea el 2023

Teniendo en cuenta esta correlación entre nivel de estudios familiar y riesgo de pobreza, desde la Plataforma de Infancia de Catalunya y Bofill plantean una serie de medidas para poner manos a la obra y darle la vuelta –o intentarlo– a esta tendencia. "La educación y las políticas educativas tienen el poder de proporcionar oportunidades y neutralizar la desigualdad y la exclusión social desde la infancia", aseguran en el informe, que calendariza en el tiempo las posibles soluciones.

Universalización de la educación en la primera infancia y becas en la ESO

El informe insiste en que la educación 0-3 es "clave para romper la reproducción de la pobreza". Por eso plantean que, de cara a 2030, habría que garantizar la universalización de esta etapa y conseguir la gratuidad de las guarderías, al menos para las familias más vulnerables. "A pesar de su potencial, la política de becas de Catalunya sigue siendo claramente insuficiente, sobre todo en secundaria", lamentan desde la Bofill.

El estudio muestra cómo estas ayudas sólo cubren el 22,2% del alumnado, una cifra todavía lejos de la proporción de menores catalanes en riesgo de pobreza o exclusión. En este sentido, proponen becas-salario para los estudios postobligatorios que complementen las que ya otorga el ministerio de Educación, y una ayuda para el alumnado de 3º y 4º de ESO de 3.000 € anuales. También insisten en que todo ello debe cubrir al 100% del alumnado de secundaria en riesgo de pobreza.

Acompañamiento para igualar el aprendizaje

Las entidades educativas y sociales han explicado que el sistema de orientación y acompañamiento de alumnos que hay en Cataluña todavía es incompleto, ya que es "sesgado, poco preventivo y muy desigual entre centros y territorios". Para hacerle frente instan a apostar por un plan que incluya 40 horas adicionales de orientación para los alumnos de los institutos que se encuentren en riesgo de pobreza. Además, también explican que debería potenciarse la participación en actividades extraescolares de refuerzo mediante programas locales de apoyo educativo, e idear nuevas políticas para que los jóvenes que hayan dejado sus estudios se reenganchen con 7.000 nuevas plazas en escuelas de segunda oportunidad.

Combatir la segregación

Desde hace años Cataluña arrastra un problema con la segregación escolar que impacta directamente en la pérdida de oportunidades del alumnado más vulnerable. Según el informe, para combatirlo se necesitarían más medidas de escolarización organizada, ya que en la ESO el 37% de los alumnos con menos recursos económicos y el 43% del alumnado inmigrante deberían cambiar de centro para que no hubiera segregación.

Por último, los expertos también insisten en la barrera que puede suponer para la evolución de los alumnos más desfavorecidos el precio del comedor escolar. Este curso quedarse a comer en la escuela catalana tiene un precio de 7,25 euros diarios, uno de los mayores importes del Estado. En este sentido, el informe advierte que se necesitarían 180.000 nuevas becas para cubrir el servicio de comedor de todos los alumnos en riesgo de pobreza y exclusión.

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