Los imanes expulsados llevaban años ejerciendo en Figueres y en La Jonquera
Las comunidades islámicas afectadas no entienden la deportación de ambos religiosos


Figueres / La JonqueraNo eran unos recién llegados. Los imanes expulsados por el ministerio del Interior por haber difundido discursos de radicalización peligrosos para la seguridad pública llevaban años ejerciendo en Figueres y La Jonquera, según han reconocido los responsables de estas comunidades islámicas.
El de Figueres, Mohamed Azougah, vivía allí desde el 2011 y se encargaba desde el 2017 de dirigir la oración en una de las mezquitas del municipio, la que se sitúa en el barrio Marca del Ham. "Lo dejó por decisión propia en agosto del 2023, tras recibir una carta de la policía", asegura el presidente de este colectivo musulmán, que prefiere mantener el anonimato. Por su parte, el de La Jonquera fue imán durante seis años en la única mezquita de la localidad. El pasado diciembre fue recluido en un centro de internamiento de extranjeros (CIE) y después deportado a Marruecos. "Es una buena persona. No entendemos qué ha pasado", coinciden en decir sobre los imanes expulsados las dos comunidades musulmanas afectadas. La de Figueres incluso hizo una recogida de firmas para expresar su apoyo.
En la entrada hay un cartel medio despegado que dice "mezquita de Al Imam Warsh". Éste es el nombre del oratorio donde ejercía el imán de Figueres que ha sido expulsado. Está en una especie de polígono industrial, a pocos metros de la depuradora del municipio, en el barrio de la Marca del Ham, especialmente pobre, y donde entre el 60 y el 75% de la población es de origen inmigrante, sobre todo magrebí y subsahariana, según datos facilitados por el propio alcalde de Figueres, Jordi Masquef.
De hecho, desde fuera, la mezquita parece una nave industrial más. Tiene una puerta grande de hierro de color verde habilitada para la entrada de vehículos, y otra pequeña y metálica exclusiva para las mujeres: así lo indica un adhesivo con un logo femenino, como los que se encuentran en los lavabos, y la palabra "damas". Poco antes de las cuatro de la tarde, empiezan a llegar hombres que van a rezar: algunos van en coche, otros caminando, uno rider llega en bicicleta…
Un miembro de la junta directiva de la Asociación Comunidad Musulmana de la Marca del Ham, que se encarga de gestionar la mezquita, mira preocupado en el móvil un vídeo que Vox ha difundido en las redes sociales donde dice que "la mezquita de Figueres" es "la mayor de Cataluña" y criminaliza a la comunidad. En Figueres no existe una sola mezquita, sino al menos cuatro. Y la de Al Imam Warsh no es ni mucho menos la mayor de Catalunya.
"El imán [expulsado] se marchó de la mezquita en agosto del 2023, tras recibir una carta de la policía. Él mismo dijo que no quería continuar para no tener problemas –asegura el miembro de la junta directiva, que también prefiere mantener el anonimato–. Ahora tenemos otro imán. Lo llevamos de Marruecos. que ellos están dentro de la legalidad. Eso sí, admite que no entienden por qué el ministerio del Interior ha expulsado al imán que tenían antes. "Vivía en Figueres desde el 2011 y sus cuatro hijos han nacido aquí", asegura para mostrar que el hombre supuestamente estaba integrado. Por su parte, el presidente de la entidad religiosa afirma: "Cuando una persona respeta a todo el mundo y no duele a nadie, no debe preocuparse. Y nosotros no estamos preocupados".
En la calle, es difícil encontrar una voz disonante. Un grupo de mujeres magrebíes que dan la charla en una plazoleta junto al centro cívico Joaquim Xirau dicen estar al caso del imán expulsado, pero ninguna de ellas sabe nada de los discursos radicales. Tampoco saben nada dos adolescentes de origen magrebí que también conocían al mulá. "A mí me daba clases de árabe", dice una de ellas.
La ley del silencio
Resulta que el pasado martes el alcalde, Jordi Masquef, se reunió con el presidente de la Asociación Comunidad Islámica de la Marca del Ham. Sin embargo, en el encuentro no hablaron de la expulsión del imán, aunque la prensa local ya se había hecho eco un día antes. "En el seno de la comunidad impera la ley del silencio –argumenta el alcalde para justificar que no planteara el asunto–. Es un tema tan sensible que es mejor que no fluya la información porque pueden haber filtraciones", añade, mostrándose comprensivo que la Policía Nacional no le informara de la polémica antes de que saltara a la prensa.
En cambio, quien sí había planteado el tema fue la portavoz del grupo municipal del Partido Popular, Ángela Domènech i Roqueta, que en el último pleno del 6 de febrero mostró su preocupación por la existencia de "un nuevo imán que parece estar radicalizando a sus fieles", según ha explicado ella misma. Pero el mulá no era nuevo; llevaba años en Figueres. Y entonces ya había sido expulsado. "Hay una alarma social porque parece que muchos niños y niñas, al volver de las vacaciones de Navidad, llegan con velo y chilabas, y lo que es peor, algunos ya no vuelven porque los han casado", dijo también la portavoz del PP en el pleno, reproduciendo información difundida en la red social X a mediados de enero por varios usuarios.
En cuanto al caso de La Jonquera, la alcaldesa Míriam Lanero prefiere no pronunciarse porque "es un tema de seguridad nacional y, por tanto, deben gestionarlo la Guardia Civil y la Policía Nacional". La mezquita de esta localidad se sitúa en una calle paralela a la carretera N-II, donde se concentran todo tipo de tiendas, bares, restaurantes, hoteles y aparcamientos para coches y camiones. Cuando empieza a oscurecer, el ambiente es algo sórdido.
El edificio de la mezquita, de una sola planta y con bonitas ventanas de hierro forjado, es completamente nuevo: se construyó hace sólo cuatro años. En cambio, el imán expulsado llevaba seis años ejerciendo en el municipio. "No esperábamos que esto podría ocurrir. Todo el mundo le conocía", dice sorprendido Hassan Essadek, que regenta una de las tiendas de la N-II y que es presidente del Centro Islámico Cultural El Firdaous, que gestiona la mezquita. Según él, el mulá de La Jonquera había echado raíces en Catalunya: sus tres hijos habían nacido aquí.
De momento, la comunidad musulmana de La Jonquera ha buscado un imán provisional de cara al Ramadán, que está muy cerca: comienza el 1 de marzo. Sin embargo, su aspiración es que el imán deportado pueda volver: "Hemos cogido a un abogado para que presente un recurso contra su expulsión".