Immigración

La segregación residencial crece entre los inmigrantes pobres... y los ricos

La presión inmobiliaria acentúa la concentración de población de renta baja en zonas vulnerables

Ilustración
10/02/2024
4 min

Castelldefels y Badalona tienen un porcentaje muy similar de población extranjera. En la primera ciudad es del 21,5% y en la segunda del 21,6%, según datos del Idescat. Ambas están por encima de la media catalana (16,3%) y de la del área metropolitana (18,1%), pero el origen de la inmigración es muy distinto: en el primer caso el 61,3% es europea y en el segundo predomina en un 42,3% la procedente de Asia. La percepción sobre la segregación urbana étnica, presente en ambos municipios, varía. ES decir, la cosa, como siempre, va de ricos y pobres. Y va de segregación residencial, que de forma lenta pero continuada va creciendo también.

Immigració a l'àrea metropolitana
Distribució de la població nascuda a l’estranger a partir de l'index local de Moran (I) que mesura el grau d'agrupació residencial de determinada població

Població global

Agrupació residencial

de la població estrangera

Alta (per damunt de la mitjana)

Baixa (per sota de la mitjana)

Procedent de països de renda baixa o mitjana

Agrupació residencial

de la població estrangera

Alta (per damunt de la mitjana)

Baixa (per sota de la mitjana)

Població global

Procedent de països de renda baixa o mitjana

Agrupació residencial

de la població estrangera

Alta (per damunt de la mitjana)

Baixa (per sota de la mitjana)

Població global

Procedent de països de renda baixa o mitjana

“La población de rentas altas se segrega más que la de rentas bajas”, comenta Sergio Porcel, jefe del área de cohesión social y urbana del Institut Metropolità, que explica que en esta segunda gran ola inmigratoria, comenzada en 2015 en la postcrisis y reanudada en los últimos dos años después del parón de la pandemia, ha aumentado este tipo de inmigración con mayor formación y un mayor nivel de ingresos –en buena parte europea, pero también de otros países–, que ha adquirido importancia en algunas zonas. "Forman una parte importante de la inmigración reciente y están más segregados que el resto", confirma Jordi Bayona, demógrafo experto en migraciones y profesor en la Universidad de Barcelona: "Tienen la capacidad económica de elegir vivienda y eso a veces acaba expulsando a la población autóctona”.

Es un tipo de población que, como indicaba recientemente el geógrafo Antonio López-Gay en un artículo en Barcelona Metrópolis, irá aumentando en los próximos años y tendrá un impacto cada vez mayor en el resto de la población. En Barcelona, por ejemplo, se concentran sobre todo en la parte del Barrio Gótico, el Eixample, alrededor de la Sagrada Família, la Barceloneta y ahora también un poco en Sants, comenta Porcel. A estos inmigrantes, mayoritariamente jóvenes, les llamamos eufemísticamente expats o extranjeros, para diferenciarlos del grueso de quienes provienen de países con rentas bajas o medias, mayoritariamente extracomunitarios.

Estrangers a Barcelona segons lloc de naixement
Grup més nombrós després dels espanyols i percentatge de la població total del barri

Estos últimos son los que más se han estudiado y los que, en cierto modo, preocupan más a las administraciones porque buena parte de ellos acaban viviendo en barrios vulnerables que ya arrastran problemas anteriores de inclusión social. "De momento, en Cataluña los niveles de segregación existen, pero son moderados", comenta Bayona, que recuerda que depende mucho de las características de cada colectivo, lo que ha hecho que en esta segunda gran ola la inmigración se hayan repartido más aunque, en que respeta a Barcelona, en general ha crecido en todos los barrios. “Igual que en el resto de la población, el grado de segregación depende en buena parte del aspecto socioeconómico. En el caso de los inmigrantes, se añaden otras cuestiones. Por una parte, la demografía. Suele ser una población muy joven que llega además en un momento de presión inmobiliaria muy fuerte. No es lo mismo llegar ahora que hace diez años. También influye si son familias o hombres o mujeres solos. Y el tercer factor es su origen. Hay grupos que utilizan sus redes de ayuda o que prefieren residir entre compatriotas”.

Nacionalitat estrangera amb més presència per comarques el 2022

Así, por ejemplo, los máximos niveles de segregación se producen entre la población subsahariana y la asiática (sobre todo los procedentes de India y Pakistán). Los procedentes del continente americano, al ser muy diversos, tienen unos niveles de segregación muy bajos y se distribuyen por todo el país. Y el colectivo de origen marroquí, mayoritario, también está muy repartido por toda Cataluña, en poblaciones grandes y pequeñas, aunque su grado de segregación en determinados barrios es medio.

Pese a que los patrones de segregación no han variado mucho en los últimos años y prácticamente se mantienen los mismos barrios y zonas vulnerables, tanto en la zona metropolitana como en el resto de Cataluña –en todo caso se han ido ampliando en las zonas colindantes por la llegada de los nuevos inmigrantes desde el extranjero o desde otros barrios–, los expertos están preocupados por el enquistamiento del problema. "Lo que vemos es que la población extranjera de rentas bajas cada vez se está concentrando más en los barrios más desfavorecidos y eso agrava los problemas de inclusión social que ya tenían estas zonas", comenta Sergio Porcel. Llueve sobre mojado. “Antes, en la primera gran ola de principios de siglo, la migración entraba en barrios con una población autóctona envejecida, muchas veces formada por la primera emigración de los años 60 y 70 del resto del Estado. Ahora aterrizan en estos mismos barrios donde ya existe una parte importante de población inmigrada o descendiente de inmigrantes, lo que aumenta la segregación”, confirma Bayona.

Es lo que ocurre, explican, sobre todo en los barrios periféricos metropolitanos, sea en la zona del Besòs, en otras zonas del Eix del Llobregat y en las áreas vulnerables de otras grandes ciudades como Salt, Figueres, Tarragona y Lleida. “En zonas de Santa Coloma de Gramenet y Hospitalet de Llobregat los índices de inmigración ya superan el 30%”, constata Bayona. Sin embargo, también recalca que "la composición de los barrios cambia con el paso de los años y no se puede generalizar". Por ejemplo, "en 2001 Ciutat Vella era el distrito de Barcelona más envejecido y ahora es el más joven".

La situación es cambiante y así como los inmigrantes ricos están forzando a los autóctonos a emigrar a zonas suburbanas o fuera de la ciudad, los inmigrantes pobres, muchos de ellos extracomunitarios, tienen problemas para cambiar de barrio tanto por razones económicas como de racismo inmobiliario . Y si lo hacen es por ir a otros barrios igualmente vulnerables. “El problema –indica Porcel– es que estamos viendo cómo esta tendencia a la concentración de población con dificultades de inserción en una misma zona está aumentando cada año y esto acabará agravando la fractura social”.

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