Derechos

La LGTBI-fobia ya es el primer delito de odio en Cataluña

Una cuarta parte de las agresiones se producen en la vía pública y otro 20% en el trabajo

Ara
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Manifestación contra la LGTBI-fobia.

BarcelonaLos casos de LGTBI-fobia suponen ya el 37,1% de los delitos de odio y discriminación registrados en el 2023 en Catalunya y se sitúan en primer lugar, con una media de una víctima por día. En vísperas del Día Internacional contra la LGTBI-fobia, los Mossos d'Esquadra han dado a conocer este viernes que el pasado año se cerró con 365 víctimas de delitos contra este colectivo y que se denunciaron 282 actos relacionados con hechos motivados por la orientación sexual o identidad de género, según informa Efe. Esta cifra supone un incremento del 9,3% de las denuncias respecto a 2022, una tendencia que se atribuye al peso que están ganando los partidos y discursos ultraderechistas.

El 17 de mayo de 1989, la OMS sacó la homosexualidad de la lista de enfermedades, pero el estigma y los prejuicios contra el colectivo todavía continúan. Coincidiendo con la efeméride, el Observatorio contra la LGTBI-fobia ha hecho público que desde que empezó el año ha atendido a 86 personas que han recibido ataques por su condición. De éstas, casi la mitad fueron contra gays, ocho contra lesbianas, 24 contra personas trans, dos contra el colectivo bisexual y 13 contra el colectivo en general.

Una de cada tres agresiones tienen lugar en la calle, con un incremento del 7% en el último año. También han crecido, en un 5%, los ataques en el puesto de trabajo, que representan ya el 15% del total. En espacios de ocio nocturno sólo se han denunciado 8 (9% del total), seguidas de las que se producen en el puesto de trabajo (14%). En el balance provisional del Observatorio, destaca también que casi tres de cada diez víctimas reportaron ataques por odio y exaltación, y una de cada cinco informaron de agresiones físicas, un 20% por insultos y el 11% restante por acoso.

Por otro lado, un tercio de las personas trans no acuden a los centros de atención primaria (CAP) cuando sienten molestias por la gran incomodidad que les genera su visita con el sanitario. Casi la mitad, un 48%, afirman que se han sentido alguna vez discriminadas por el personal del ambulatorio, y en un porcentaje similar aseguran que el miedo a que el personal no utiliza su nombre sentido y los llamara por el nombre registral les ha hecho retrasar o anular alguna cita.

Estos casos son también ejemplos de agresiones al colectivo LGTBI, que denuncia carencias en la atención sanitaria ordinaria, hasta el punto de que muchas personas prefieren ser atendidas en asociaciones específicas antes que explicar detalles de su vida y la "justificación" sobre su orientación sexual o identidad de género. Estos son los resultados de un estudio elaborado por la Asociación de Enfermería Familiar y Comunitaria de Cataluña (AIFiCC), que constatan que estas reticencias de los pacientes se traducen también en la dificultad de seguimiento de un tratamiento y en un sentimiento de abandono.

Sobre qué se puede mejorar, el colectivo LGTBI pide una mayor sensibilización, así como que se utilice un "lenguaje inclusivo" que huya del binario masculino-femenino y "la creación de una figura referente a los CAP", destacan los responsables del estudio.

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