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Medio ambiente

Cataluña se estanca en la carrera para reducir el CO₂

El Monitor Público de Emisiones alerta de que deben reducirse unas 10 millones de toneladas para cumplir con los límites fijados para 2030

Contaminación en Barcelona.
ARA
30/01/2025
3 min
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BarcelonaEn 2023 las emisiones de CO₂ disminuyeron un 5,4% en Cataluña en comparación con el año anterior, un hito que se presentaba como el inicio de un cambio de tendencia destacable. Pero nada más lejos de la realidad: según el informe anual del Monitor Público de Emisiones de Catalunya, respecto al año anterior, en el 2024, las emisiones de gases causantes de la crisis climática sólo han disminuido un 0,9%.

Las estimaciones de esta herramienta pública –creada para dar información actualizada sobre cómo se avanza en la mitigación del cambio climático– concluyen que el pasado año se habrían emitido 37,9 millones de toneladas de CO₂; una cifra muy similar a la del 2023, cuando se cuantificaron 38,3 millones de toneladas.

Así, aunque la tendencia que refleja este monitor sugiere que Catalunya va haciendo camino para bajar las emisiones –en el 2022, en el último año con datos oficiales, se emitieron 40,4 millones de toneladas de CO₂–, el panel de expertos constata una "ralentización" en la carrera contra la emergencia climática, que ya es per se a contrarreloj, especialmente con las emisiones provenientes del transporte y la industria.

Esta situación de claro estancamiento dificultará el cumplimiento de los límites fijados de cara a 2030 por los gobiernos, la Unión Europea y el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el órgano científico de referencia. "Aún no hemos generado una dinámica propia suficiente para alcanzar los objetivos acordados y dependemos demasiado de las dinámicas globales que no controlamos", valora Marta Torres, investigadora sobre energía y clima en el Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI, en francés ) y miembro del Monitor Público de Emisiones.

No obstante, las estimaciones sólo tienen en cuenta las emisiones producidas en Cataluña: no se incluyen las emisiones de la fabricación y transporte de los productos y servicios consumidos aquí pero producidos fuera, ni tampoco las del aviación o transporte marítimo no doméstico (el que tiene origen o destino fuera de España).

El transporte y la industria, en el punto de mira de los expertos

Según este grupo independiente, de acuerdo con los objetivos suscritos por la Generalitat, en 2030 Cataluña debería haber reducido las emisiones que había en 2005 a la mitad, pero actualmente sólo ha logrado disminuir un tercio. "Esto quiere decir que en seis años –entre 2025 y 2030– debemos reducir unos 10 millones de toneladas de CO₂, que equivale a una reducción anual del 4,5% respecto a los niveles estimados para 2024", subraya el informe .

Y hay otra fecha límite: en 2050 debe alcanzarse la neutralidad en emisiones; es decir, que sólo queden los gases contaminantes que no pueden eliminarse, que deben ser compensados ​​por un aumento en la capacidad de absorber el dióxido de carbono de los ecosistemas.

Con estos datos en la mano, que son estimaciones rigurosas y actualizadas que permiten no tener que esperar años a tener la fotografía completa, los expertos vuelven a dar un toque de alerta: "Urge revertir tendencias y adoptar medidas transformadoras , especialmente en los sectores que todavía no han realizado cambios estructurales como el transporte, que genera una tercera parte de las emisiones de CO₂ de Cataluña".

Las estimaciones de 2024 se han calculado mediante la modelización de siete ámbitos –sector energético, industrial, transporte, residencial, terciario, agricultura y ganadería y residuos– y con un programa estadístico que relaciona los datos del inventario de la Generalidad con datos estadísticos oficiales. Los resultados indican que los sectores responsables de mayores emisiones en Cataluña son el transporte (32% del total) y la industria (28%).

El consumo de gasolinas y gasóleos para el transporte se ha mantenido bastante estable en los últimos años, alrededor de los 4,4 millones de toneladas, pero se observa una "fuerte bajada" del consumo de gas natural, sobre todo en las centrales térmicas (-31% entre 2022 y 2024). En el resto de consumos de gas sólo se ha experimentado una reducción del 5%.

En la industria sí se habría reducido emisiones (-15%), sobre todo en 2023, sea por la bajada del consumo de gas natural inducida por la guerra en Ucrania, por el mayor uso de renovables de autoconsumo o por la política europea del comercio de los derechos de emisiones, si bien el informe no las incluye.

"Hay que actuar más decididamente en Catalunya estableciendo mecanismos que nos garanticen el decrecimiento continuo de las emisiones. Haría falta una hoja de ruta clara y objetivos concretos sectoriales y monitorizables", insiste Torres.

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