Medio ambiente

Diversas capitales europeas cierran filas con Barcelona y defienden su zona de bajas emisiones

Londres, París, Roma y Milán firman una carta abierta en la que avisan que "no se puede hacer retroceder" a los gobiernos cuando está en juego la salud

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Cartel del Ayuntamiento  de Barcelona de la ZBE a la ronda de Arriba

BarcelonaEliminar la zona de bajas emisiones en Barcelona es una decisión que va contra las directivas europeas, contra los consejos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), contra el consenso de los científicos y, en definitiva, "contra el sentido común" que tendría que ser proteger la salud pública. La contundente declaración la subscriben las ciudades de Londres, París, Roma y Milán en una carta abierta en la que apoyan a la capital catalana días después de que el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) haya sentenciado la anulación de este perímetro en el que están vetados los vehículos más contaminantes. La zona de bajas emisiones no ha quedado hundida -la sentencia admite recurso, que ahora tanto el Ayuntamiento como la Generalitat preparan a contrarreloj-, pero sí tocada y esto es alarmante ante "la evidencia científica de que es una medida que salva vidas", censuran las capitales europeas.

La carta centra el mensaje sobre todo en la salud, un elemento que las administraciones critican que aparece de paso en la resolución del TSJC, que da como motivos para tumbar la restricción la poca proporcionalidad de la medida, las desigualdades económicas y sociales que asegura que genera entre los residentes y la amenaza contra la competencia en algunos sectores económicos. Para rebatir estos argumentos, las capitales europeas subrayan que el contexto "de emergencia climática y sanitaria" hace incomprensible no poner en el centro de todas las políticas urbanas "el derecho a respirar aire limpio y el derecho a la movilidad sostenible". "Es fundamental para asegurar la equidad en el proceso de transición ecológica", recalcan.

Las ciudades presentan la carta como un gesto de unidad de las administraciones que están "liderando" la lucha contra el cambio climático y que están en primera línea para velar por la salud de sus habitantes, y lanzan una advertencia: "En medio de una emergencia climática y sanitaria, los jueces no pueden obligar a los gobiernos a retroceder". Las urbes lideradas por Sadiq Khan (Londres), Anne Hidalgo (París), Giuseppe Sala (Milán) y Roberto Gualtieri (Roma) recuerdan que ya hay más de 300 ciudades que han seguido las directrices europeas y han desplegado zonas de bajas emisiones porque la protección de la salud "no es una opción, sino una obligación".

En Europa, se estiman unas 800.000 muertes prematuras debido a la contaminación, una cifra que recoge un estudio del European Heart Journal y que duplica las estimaciones anteriores de la Agencia Europea del Medio Ambiente. En Barcelona se calculan medio millar de muertes prematuras al año y más de 2.000 casos de enfermedades graves que tienen algún vínculo con la mala calidad del aire, según los datos del ISGlobal.

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