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Medio ambiente

La última estrategia del Gobierno contra la plaga de conejos decepciona a los campesinos de Lleida: "No sirve"

La Generalitat presenta un plan con drones e inteligencia artificial para geolocalizar madrigueras

Un piloto de dron de los Agentes Rurales despega un aparato en Verdú.
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Verdú (Urgell)Vuelos de drones con cámaras térmicas y cenitales, el uso de tecnologías de análisis de imágenes a través de la inteligencia artificial y pilotos experimentados de los Agentes Rurales. Estas son algunas de las sofisticadas herramientas que la Generalitat ha presentado este jueves para perseguir a los conejos salvajes que amenazan los cultivos del plan de Lleida hasta sus madrigueras. Autoridades locales, representantes de la Generalitat y Agentes Rurales –con el equipamiento técnico necesario para realizar una demostración del funcionamiento de la estrategia– han explicado los detalles del plan en una finca agrícola de Verdú (Urgell), uno de los municipios más afectados por la superpoblación de estos mamíferos. Sin embargo, agricultores había muy pocos.

"No nos han invitado", lamenta Ramon Boleda, un vecino de Verdú y miembro del colectivo Pagesos o Conills, que ha puesto de manifiesto su escepticismo ante este proyecto innovador del Govern. La población de conejos ha aumentado progresivamente en todas las comarcas que tienen activada la emergencia cinegética, es decir, porque el equilibrio se ha roto y existe demasiada representación de ejemplares. Estas comarcas son Urgell, Pla d'Urgell, Segrià, Segarra, Noguera y Garrigues, que hace tiempo que denuncian pérdidas de cosechas.

El último censo (de octubre pasado) fija una densidad media de 190 conejos por kilómetro cuadrado, una cifra que supera con creces el umbral a partir del cual se pueden declarar las medidas de emergencia (50). Por eso, según los campesinos, y pese a la espectacularidad de las imágenes, el anuncio de la Generalitat queda corto. "No sirve para eliminar la plaga que estamos sufriendo los campesinos", insiste Boleda, que también es productor de viñedo. "No hace falta que se gasten tantos recursos en identificar las madrigueras, todos los campesinos ya sabemos dónde están escondidos los conejos, solo queremos que los eliminen ya", reivindica.

El departamento de Agricultura admite que la caza no ha sido suficiente y, por ello, reivindica la utilización de otro tipo de mecanismos que afronten este grave problema. "Con la inteligencia artificial y con toda la experiencia del equipo de los Agentes Rurales podemos ser más eficientes y aportar soluciones más inmediatas", ha defendido la directora general de los Agentes Rurales, Elisenda Pérez. "Es importante abordar el problema desde distintas perspectivas, y también desde la más innovadora", ha añadido el secretario general de Telecomunicaciones y Transformación Digital, Albert Tort.

Sin concreciones

Los drones despegan entre la noche y la noche, ya que es el momento del día en que los conejos se dejan ver más fuera de las madrigueras. El plan piloto de Verdú ya ha realizado un primer recorrido de más de 900 imágenes que servirán para alimentar un algoritmo y mejorar la capacidad de detección del animal. "Es importantísimo darle continuidad", pide Tort.

Ahora bien, en la presentación no se ha hablado de cómo eliminar a los conejos, la gran preocupación de los campesinos. No han aclarado si aumentarán aún más las redadas ni si pedirán la legalización de los biocidas a discreción ni, obviamente, introducir virus y enfermedades entre la fauna, tal y como plantean algunos agricultores. "No necesitamos técnicas para localizar a los conejos, sino para eliminarlos definitivamente", insiste Jaume Perera, portavoz del grupo Manifiesto del Gran Urgell, un colectivo de campesinos que apoyan las reivindicaciones contra la superpoblación de la fauna.

Desde que se declaró la emergencia cinegética en Lleida en marzo del 2023, campesinos, cazadores y Agentes Rurales han capturado hasta 232.000 conejos en la llanura de Lleida y se han entregado 589.250 cartuchos. Pero la población no ha parado de aumentar: el ritmo anual es de medio centenar de conejos más por kilómetro cuadrado. "Si estos drones fueran capaces de entrar en las madrigueras o disparar a los conejos desde el aire, este plan nos parecería mucho mejor", bromean los campesinos.

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