Sucesos

Cuatro detenidos por el robo de cobre que causó el caos en Cercanías

Todos los arrestados tienen varios antecedentes, y entre ellos se encuentra el propietario de un punto limpio que recibía el material

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Mossos d'Esquadra en la empresa de chatarra, supuestamente involucrada en los robos de cobre en Cercanías.

BarcelonaEllos cuatro fueron los primeros sospechosos, y con el paso de los días las pruebas les han ido apuntando hasta el punto de confirmar lo que en un principio sólo era una intuición policial. Son tres hombres y una mujer que los Mossos d'Esquadra llevaban dos semanas investigando. Primero, por la sustracción de un cable de cobre de la catenaria de Cercanías en Mollet del Vallès. Nueve días después volvieron: el 10 de mayo robaron, de nuevo, cocer de una catenaria en Montcada i Reixac. Y esto provocó una serie de incendios que dejaron sin servicio buena parte de las líneas de Cercanías. Sería el preludio del caos, que llegaría sólo dos días después. El 12 de mayo, en plena jornada electoral, alguien robó de madrugada 120 metros de cable de cobre muy cerca de la estación de Montcada Bifurcació y eso paralizó casi la totalidad de las líneas ferroviarias que conectan con Barcelona. Por el lugar, por el día y por el método, la policía catalana sólo podía mirar a un lado: la de esos cuatro ladrones que llevaban días perseguiendo pero aún no habían pillado.

Finalmente, el robo más polémico de lo que llevamos de año se ha resuelto y el resultado quita fuerza a la teoría, alimentada por el gobierno español, de que la sustracción fue un sabotaje. "Confirmado: no era un sabotaje", ha dicho el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena. Los Mossos d'Esquadra han detenido a estas cuatro personas, que formaban un grupo criminal estructurado y jerárquico, como presuntos autores del robo del 12-M, pero también del de Mollet, el otro de Montcada y dos más: uno el 18 de mayo en Olesa de Montserrat y uno el 22 de mayo en Esparreguera. Viendo el caos que provocaron, los ladrones cambiaron el Vallès Oriental por el Baix Llobregat. Se les atribuyen seis robos en 22 días, dos por semana. Y, como siempre dice la policía, en el mundo de la delincuencia no existiría la figura del ladrón si no tuviera a una persona cerca a la que poder colocar todo lo que roba. Es el receptor de la mercancía, y ese grupo criminal que ha desarticulado a la policía, como no podía ser de otra manera, tenía uno.

Los detenidos siempre iban al mismo punto limpio de Santa Perpètua de Mogoda. Es de un hombre que, supuestamente, recibía todo el cobre robado para revenderlo. Sin embargo, aún no está claro si lo hacía en el extranjero. Lo que es seguro es que en su nave industrial ya no queda rastro del cobre que robaron en Moncada en plena jornada electoral. Según fuentes consultadas por el ARA, este hombre se negó en dos ocasiones a permitir una inspección de los Mossos, que sospechaban que ahí dentro estaba el cobre de Adif. Tampoco les enviaba los informes sobre las ventas y compras semanales, una medida de transparencia que deben cumplir las empresas de gestión de residuos de este tipo. Su punto verde era una de las 32 (un 10% del total de empresas de este tipo) que, tal y como los Mossos avisaron el jueves, entraban la labor policial y colaboran con los ladrones de cobre. Por esa negativa fue sancionado por incumplimiento de la normativa. Sin embargo, las multas no alcanzan los 600 euros.

El delito de receptación está penado con penas bajas, por lo que, una vez pasado a disposición judicial, el propietario del centro de recogida ha quedado en libertad. No fueron liberados, en cambio, dos ladrones de la banda, que entraron en prisión provisional sin fianza. Los otros dos, al igual que el receptor, han quedado en libertad. Una de las novedades de esta causa es que, aparte del delito de hurto, también está abierta por un delito de desórdenes públicos, lo que aumenta considerablemente las penas a las que pueden enfrentarse. Por el momento no consta ninguna orden de alejamiento de las vías de tren.

Ejemplo paradigmático

El grupo de Moncada es el ejemplo paradigmático de lo que la policía entiende como la típica banda de ladrones de cobre: ​​eran jóvenes (la media de edad es de 32 años), de etnia gitana, con muchos antecedentes (suman 20 entre todos por delitos similares) y colocaban todo lo que robaban en un punto limpio que les hacía el juego. Y no eran unos ladrones cualesquiera, sino que tenía una estructura bien organizada: uno de los hombres y una mujer, de 52 y 24 años, se encargaban de cometer las sustracciones. Un tercero, de 26 años, tenía funciones más ejecutivas. Por ejemplo, era el titular de los vehículos investigados, un coche y una furgoneta. Por último, estaba el propietario de la empresa gestora de residuos, de 25 años. Y siempre lo mismo modus operandi: utilizaban dos pértigas para descolgar el cable de la catenaria y, una vez en el suelo, lo cortaban con una radial. Después lo cargaban todo en la furgoneta y lo llevaban al punto limpio. Puede parecer todo muy rudimentario, y lo es, pero el beneficio es alto: cada kilo de cobre vale 9,5 euros y en el mercado negro se paga aún más alto.

Desde el robo del 12-M que los Mossos iban detrás de esa banda. Todo empezaba a cuadrar: la furgoneta y el coche que solían utilizar no habían estado muy lejos de Montcada ese día. Pero un último robo lo precipitó todo. Este miércoles un hombre y una mujer fueron interceptados en Esparreguera por vigilantes de seguridad privada de Ferrocarriles de la Generalidad de Cataluña y la Policía Local después de que se hubiera producido un corte eléctrico con afectación a la circulación ferroviaria. Eran el hombre y la mujer que solían protagonizar los robos de esa banda. Después sólo había que ir a buscar a casa a los demás: uno en Sabadell y el otro en Santa Perpètua.

Antes del robo del 12-M los Mossos ya habían elevado a nivel 2 sobre 3 el plan específico para hacer frente a la problemática del cobre en las regiones metropolitanas y en Tarragona. Desde este jueves, toda Cataluña se encuentra en el nivel 2. Y esto ya empieza a dar frutos, ya que se multiplica la labor policial. Este viernes, por ejemplo, los Mossos han intervenido cable robado durante un dispositivo en 10 chatarrerías del Camp de Tarragona. Y también han pillado a un hombre que de madrugada intentaba robar cableado telefónico en Salou. "Es un problema que ha venido para quedarse", avisaba el comisario Rafael Comas este jueves. Un problema que con los datos en la mano, se traduce en 16 robos al día.

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