Nuevo plan de los Mossos para hacer frente a la multirreincidencia: habrá más Arro y Brimo en la calle
La medida, que saldrá de Barcelona y afectará al área metropolitana, llega después de un extenso análisis de la jefatura

BarcelonaLos Mossos d'Esquadra han puesto en marcha un nuevo plan para hacer frente al fenómeno de la multirreincidencia. Se llama plan Kanpai y sustituye al que había hasta ahora, el plan Tremall, tras un extenso análisis de la nueva jefatura de la policía catalana, tal y como explicó este domingo el ARA en un dossier sobre la multirreincidencia. El plan Kanpai se iniciará en los próximos días y saldrá de Barcelona ciudad, ya que se implementará en zonas metropolitanas. Según fuentes de los Mossos, una de las novedades es que las unidades de orden público, el Arro y la Brigada Móvil, se incorporarán a las labores de seguridad ciudadana. Es decir, "saturarán" más las zonas críticas para "eliminar la sensación de impunidad", identificando también potenciales sospechosos. Es un plan de larga duración, que fuentes de los Mossos ya avisan de que no va a servir para rebajar los datos de forma inmediata. Sin embargo, las cifras de delitos contra el patrimonio están cayendo, y en 2024 se registró el dato de hurtos en Barcelona más bajo de la década.
Es cuestión de horas que se empiecen a notar los efectos del nuevo plan, que contará con mayor presencia policial en la calle para prevenir delitos y mejorar la sensación de seguridad. "Hay que vernos más", apuntan fuentes de la policía catalana. El plan Kanpai llega después de que se haya dado por amortizado el Tremall, e implica una evolución –los Grupos de Delincuencia Urbana, también conocidos como hurones, que son agentes de paisano, seguirán teniendo un rol clave– y una revisión de las medidas que hasta ahora estaban vigentes. El análisis del fenómeno efectuado desde la jefatura, y pilotado por el intendente Toni Rodríguez, concluye que es necesario desfragmentar más la estructura policial y trabajar más allá de las regiones y las áreas básicas policiales. Es decir, "integrar" más a los servicios. A partir de ahora, también intensificarán la tarea de estudiar los currículos delictivos de los multirreincidentes e intentarán mejorar las bases de datos y el conocimiento policial que se deriva.
Otra de las novedades es que la Policía Nacional se incorpora con mayor presencia al plan para hacer frente a la multirreincidencia (ahora ya acudía en los operativos del plan Tremall). Sobre todo, actuará en sus competencias de extranjería y documentación, pero también para frenar la llegada de grupos itinerantes, que sobre todo vienen a Catalunya cuando hay grandes eventos o congresos. De hecho, atacar a estos grupos es una de las prioridades del plan Kanpai. "Debemos detener mejor y debemos intentar adelantarnos", apuntan fuentes de los Mossos.
Deficiencias
Una de las claves para entender el fenómeno de la multirreincidencia, según fuentes de los Mossos, es que el sistema no disuade suficientemente a los multirreincidentes, ladrones que han hecho del robo su forma de vida. Por un lado, la policía concluye que el castigo de los multirreincidentes, que en muchas ocasiones es una detención, no es suficiente, y que el posterior bloqueo judicial, con largas listas de espera para los juicios rápidos, no ayuda a esa sensación de impunidad. En paralelo a la implementación del nuevo plan, los Mossos están en constantes conversaciones con la judicatura para hacerle frente.
El cuerpo catalán cree que el sistema no castiga bien y lo hace de forma demasiado "estrecha". Es decir, que existe una rigidez, sobre todo vinculada a un Código Penal poco actualizado, que hace que sea complicado para la justicia y también para la policía innovar en los castigos a los multirreincidentes. Los Mossos ponen de ejemplo la legislación de otros países, como Francia o Alemania, donde existe un abanico más amplio de penas y castigos. Apuntan que el castigo debe ser suficiente y probable, y lamentan que el sistema judicial ahora mismo es anacrónico. Por ejemplo, creen que sería interesante encontrar fórmulas de reparación del daño más allá de las condenas.
Fenómeno poliédrico
Pero la policía también cree que el sistema está fallando a la hora de ofrecer alternativas y seducir a los multirreincidentes para que dejen de vivir al margen de la legalidad. Hablamos de un conflicto poliédrico, donde los servicios sociales también tienen un rol clave -con el nuevo plan los Mossos también quieren colaborar-, pero también las cárceles o la Fiscalía. De hecho, ésta es una de las deficiencias del sistema que ha detectado la policía en este extenso análisis: que hay mucha fragmentación en la administración para luchar contra el fenómeno. La comisión permanente que se ha creado con el departamento de Justícia, a juicio de los Mossos, se encuentra en el buen camino para aglutinar acciones.
Los Mossos, sin embargo, también enfocan acciones puertas adentro. Por ejemplo, explican que han hecho autocrítica del trabajo realizado hasta ahora, por lo que han decidido reorganizar ciertos recursos. También avisan de que estos planes deben realizarse con una perspectiva que no sea de inmediatez, sino de larga duración. Esto no significa que se enmiende el trabajo realizado hasta ahora, que ha reducido los datos de delitos contra el patrimonio. Sin embargo, en Barcelona sigue habiendo 452 multirreincidentes que cometieron 9.114 delitos en el 2024. Los cinco más activos acumulan 189 detenciones en un año, hasta 37 cada uno.
Según los Mossos, tampoco cabe pensar que el multirreincidente responde a un único perfil. Hay quienes actúan por necesidad, vienen de entornos marginales ya menudo son drogodependientes. Pero avisan que este grupo no es mayoritario. Hay un segundo grupo que ha decidido dedicarse al delito pese a tener posibilidades de salir de él y un tercero de profesionales. "No podemos trabajar igual con el toxicómano que con el profesional", avisan los Mossos. Además, advierten que la multirreincidencia más visible es la de los robos, pero existen otros, como el tráfico de drogas o la economía sumergida.