Veinte años de la gran ampliación de la UE: ¿viene otra?

Los dirigentes comunitarios reivindican la múltiple adhesión de 2004 como una historia de éxito, sobre todo ante el potencial nuevo crecimiento del blog

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Ursula von der Leyen con Volodímir Zelenski en Kiiv.

BruselasLos dirigentes de la Unión Europea reivindican la gran ampliación del blog de 2004 como una historia de éxito, sobre todo cuando defienden la conveniencia de la potencial adhesión de Ucrania, los Balcanes Occidentales, Georgia y Moldavia. Entonces había temores similares a los de ahora, sobre todo en términos económicos. Se trataba de un reto sin precedentes: se pasó de 15 a 25 estados miembros y se añadieron al proyecto europeo 75 millones de nuevos ciudadanos comunitarios pero la riqueza total de la UE en términos absolutos sólo creció en 5 puntos porcentuales.

Sin embargo, actualmente todos y cada uno de los diez países (Eslovaquia, Eslovenia, Chequia, Hungría, Polonia, Chipre, Malta, Estonia, Letonia y Lituania) que este miércoles hace exactamente 20 años que entraron en la UE han crecido económicamente, el global de su producto interior bruto (PIB) se ha incrementado en un 80% y su paro se redujo a la mitad, según la Comisión Europea. "La gran ampliación ha sido una máquina poderosa de prosperidad, la mejor prueba es el espectacular crecimiento de su PIB", destacó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en el discurso de conmemoración de la conocida como la ampliación Big Bang.

Más allá de la economía, sin embargo, hay cuestiones de la ampliación que no han salido como se esperaba y de las que los Veintisiete ha extraído lecciones claras. En este sentido, el director regional del think tank europeo Friedrich Naumann Foundation, Jules Maaten, resalta que hay países en los que las “democracias liberales todavía son débiles, por no decir cosas peores”, especialmente en la Hungría liderada por Viktor Orbán. Según el experto, la Comisión Europea no debería haberse dejado “chantaje” por Budapest y debería haber actuado con “más contundencia” contra la corrupción.

De hecho, Hungría ha lastrado sistemáticamente el funcionamiento de la Unión Europea, especialmente en decisiones clave para ayudar a Ucrania, y es lo que los Veintisiete quieren evitar que se repita con los nuevos potenciales socios. A su vez, también se han hecho evidentes las limitaciones en las que se encuentran Bruselas y los tribunales europeos a la hora de hacer creer a los gobiernos disidentes. No han podido evitar que Hungría, pese a estar dentro de la UE, no cumpla con los estándares democráticos del blog.

Por eso, hace tiempo que una mayoría de estados miembros instan a la Comisión Europea a impulsar una gran reforma de los tratados comunitarios que permita, entre otros, llevar adelante iniciativas sin unanimidad, salvo en lo que se refiere a política exterior y defensa. De este modo, Hungría —y los futuros estados euroescépticos, como lo era hasta hace poco también Polonia—, tendrían menos capacidad de tropezar con los grandes consensos del resto de socios europeos, y menos oportunidades para arañar contrapartidas en Bruselas en cambio de su sí.

La propia presidenta del Parlamento Europeo, la maltesa Roberta Metsola, ha remarcado en diferentes ocasiones que la UE debe prepararse para un club de 33, 34, 35 o incluso 36 estados miembros. Pero lo más caliente está en el fregadero y ésta será una de las grandes carpetas pendientes de la Comisión Europea liderada por Ursula von der Leyen, que ha visto cómo las crisis se le han ido encadenando una tras otra y ha evitado abrir la caja de Pandora de la reforma de la UE. En estos momentos, Bruselas tan sólo ha presentado un documento en el que expone qué potenciales cambios se podrían hacer, pero ninguna propuesta oficial.

Aparte de los aspectos de funcionamiento del blog, algunos estados miembros también han hecho más o menos públicos sus miedos al coste que puede tener la reconstrucción de Ucrania y la dura competencia que puede suponer su gran capacidad de producción agrícola. Uno de ellos es, naturalmente, Francia, que en estos momentos es uno de los grandes beneficiarios de las subvenciones de la política agraria común (PAC) y teme que una parte importante de estos fondos se acaben yendo a los campos ucranianos .

Por el contrario, los dirigentes comunitarios y estatales señalan también que la entrada de Ucrania supondría un paso de gigante hacia la seguridad alimentaria y, gracias a su potente industria armamentística, hacia la ansiada autonomía militar de la UE. En este sentido, al igual que la ampliación de 2004, se tiene la esperanza de que en términos económicos también acabe siendo positivo para la UE y para los nuevos estados miembros.

Miedos y promesas compartidas

La ampliación Big Bang fue la ratificación del final de la Guerra Fría y el acercamiento hacia el antiguo bloque occidental de algunos países que formaban parte de la Unión Soviética o eran satélites. Es decir, como Ucrania y los Balcanes Occidentales, fue un movimiento geopolítico para, en gran parte, ganar peso a escala internacional, especialmente frente a Moscú. Tal y como apunta el experto Maaten, a la UE "le conviene reforzar deprisa las relaciones con países fronteras e incrementar el tamaño del ordenamiento democrático estable".

Cabe recordar que Rusia y China también están intentando hacerse fuertes en los Balcanes. Y, después de que algunos países balcánicos lleven años en la sala de espera para entrar en el blog comunitario, la UE teme que se les acabe la paciencia y que se acaben abandonando a los regímenes de Vladimir Putin y Xi Jinping. Por eso, Bruselas y los Veintisiete han acelerado los trámites de adhesión de la gran mayoría de estos estados y están destinando fondos de financiación.

En este sentido, basándose en los resultados delampliación Big Bang, la presidenta de la Comisión Europea volvió a recordar en el último debate de la legislatura en el Parlamento Europeo que para los futuros nuevos socios europeos la UE “es una promesa”, en tanto que puede evitar que “se vuelva a repetir nunca más ” una invasión como la que está sufriendo Ucrania y es un espacio de mercado común que, al menos para los que entraron en 2004, ha supuesto un gran empuje económico. "Ucrania ha escogido Europa y nosotros Ucrania, como hicimos años antes, cuando admitimos tantos países en nuestra Unión", comparó Von der Leyen.

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