"Lo que decía Pujol de la catalanidad es contracultural y progre"
Txema Seglers presenta su libro 'Pujol y yo' con Irene Rigau, Francesc-Marc Álvaro y Enric Borràs

BarcelonaJordi Pujol es el presidente que más ha mandado a Catalunya, y el periodista Txema Seglers ha querido reflejar en su libro Pujol y yo (Saldonar, 2025) un retrato del personaje a través de una treintena de testigos, además de su historia personal. Esta visión de las caras y cruces ha aterrizado en la presentación del libro, junto a la ex consellera Irene Rigau, del diputado de ERC en el Congreso Francesc-Marc Álvaro y del subdirector del ARA y presidente del Grupo Barnils, Enric Borràs –todos ellos participantes del libro–. Más allá de que cada uno tiene "su Pujol", en pleno crecimiento de la extrema derecha y el cuestionamiento de los cordones sanitarios en Aliança Catalana, planeó una idea de consenso: "Lo que Pujol decía de la catalanidad en los años 60 y 70 ahora es contracultural y progre", ha dicho Álvaro.
"La palabra odio no cabe a su vocabulario", ha rematado Rigau, que ha añadido que los "valores cristianos" le impregnan, así como la visión de integración del inmigrante: "Si una persona se siente bien servida será de aquí, si se encuentra con unos servicios que no funcionan, que no le son útiles, no será de aquí", "Aliança la nación pura de Aliança es la antítesis de Pujol y del catalanismo" a lo largo de los más de 150 años de historia. Por eso, cree que la "ultraderecha catalana no lee la historia, no aprovecha nada del pujolismo ni del catalanismo", y de ahí se puede entender la crítica dura de Pujol en Sílvia Orriols y viceversa. Seglers también ha rememorado cómo en el libro sale que el propio Pujol explica que quiere "ir a combatir este discurso y esta chica de Ripoll con todo el tema de la inmigración".
Oriol Pujol estaba entre el público, aplaudiendo cuando ha cerrado la presentación, aunque en el libro se explica cómo se cabreó cuando supo la lista de personas que el autor entrevistaba para el libro –y vetó la entrevista a su padre, aunque conversaron cuatro horas.
Libro plural
El libro incluye desde los elogios hasta la dura crítica. El filósofo Josep Ramoneda concluye que "con Jordi Pujol no habría habido el 1-O"; Joan B. Culla le veía como el "rey Lear" –que se sacrifica por sus hijos, en palabras expresadas por Javier Cercas–, y la periodista del ARA Núria Orriols destaca su capacidad para adaptarse ideológicamente a las mayorías sociales. Más allá de la seducción del personaje y de testigos sorprendentes como el de Miquel Sellarès o el del fiscal José María Mena, además de Artur Mas y Xavier Trias, también existe la visión negativa de Pujol. La que le pinta como una persona que quiere "el poder por el poder", "traje de catalanismo y cristianismo", según el periodista Lluís Bassets; o la que le hace ver como un "corrupto" por el caso de Banca Catalana, del que hicieron un libro que denuncia elomertán incluso por la editorial, según el triunvirato de Enric González, Jaume Reixach y Siscu Bages; o incluso la crítica severa de Josep Maria Bricall, exconsejero del gobierno de Josep Tarradellas, que llega a decir que "Pujol no ha entendido la Revolución Francesa".
También hay una retahíla de anécdotas de toma y daca del expresidente con la prensa: Lluís Foix y Joan Tapia relatan las presiones como director de La Vanguardia. Eso sí, se deja clara su idea de poder para que la Generalitat pareciera poderosa a través del simbolismo, así como su preocupación por la identidad y su legado. La mesa de la presentación ha abordado la aportación de Pujol, y Rigau se ha mostrado "esperanzada" en un juicio justo sobre su obra, que contrasta con un Álvaro que cree que "en el Pujol hombre de acción la historia le situará en la perspectiva", pero que "el Pujol hombre de discurso saldrá tocado" a raíz de la confesión.