Movilidad

Adiós a los billetes de cartón: así será el apagón magnético en el transporte

La ATM plantea eliminar todos los títulos actuales a finales del año que viene

Billete de cartón del ATM, un sistema que el organismo ve "obsolet"
01/05/2022
4 min

Barcelona"El apagón magnético, es decir, el final de los billetes de cartón que tenemos actualmente, está prevista para finales de 2023". La Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) ya se prepara para decir adiós a los títulos de transporte de toda la vida. El director, Pere Torres, todavía no se atreve a poner fechas concretas, pero asegura al ARA que –a pesar de todas las trabas y los años de retraso– el despliegue de la T-Mobilitat es imparable y que los títulos de cartón ya tienen los días contados. Así, a finales del año que viene estas tarjetas pasarán a ser, finalmente, un título más para los coleccionistas, sin ningún valor de uso.

De hecho, la ATM ya ha planificado las fases de este "apagón magnético". Ahora mismo, asegura Torres, el grueso de los títulos más utilizados ya está en funcionamiento dentro de lo proyecto T-Mobilitat en el área metropolitana de Barcelona. Todavía faltan por incorporar la T-Casual, que es la tarjeta que sustituyó recientemente a la histórica T-10, la más utilizada, y también la T-16, para los jóvenes. Tal como avanzó en una entrevista al ARA, Torres mantiene que estos dos títulos se pondrán en funcionamiento "antes de que acabe este verano".

Una vez todos estos billetes de "gran uso" estén en marcha, empezarán las pruebas fuera del área metropolitana. En esta fase, pues, se empezarán a dar "saltos de zona" y a permitir que la nueva tarjeta digital también sirva para hacer recorridos más largos, siempre dentro del ámbito que gestiona la ATM.

Cuando acaben estas pruebas, los billetes de cartón y la nueva T-Mobilitat convivirán durante un tiempo –como pasa ahora– y, después de verificar que todo funciona, se iniciará el cambio definitivo. "Avisaremos de la fecha y fijaremos un día en el que se dejarán de vender los títulos magnéticos", dice Torres. Aun así, la ATM dará un plazo de tres meses para seguir utilizando los billetes de cartón. "Hacemos esto para que, si alguna persona despistada no ha recibido la información y se compra la T-Jove, que es el billete de más larga duración, justo el día antes de que se supriman los títulos, no pierda el dinero y pueda utilizarla durante todo aquel trimestre", aclara el director del organismo. Una vez pase este periodo de carencia, los billetes de cartón caducarán y ya no servirán para acceder al transporte público.

Riesgo de saturar el sistema

Hasta ahora hay un goteo constante de personas que se dan de alta y adquieren la T-Mobilitat, pero la resistencia al cambio se nota y la afluencia hacia este nuevo título todavía no es muy alta. Según la ATM, el volumen de validaciones (es decir, de personas que pagan en el transporte con la T-Mobilitat) es de unos 160.000 viajes diarios en todo Catalunya. Y diariamente, además, unas 800 personas deciden darse de alta de la T-Mobilitat: solo se produce un pico de la demanda cuando se anuncia la puesta en marcha en formato digital de algún nuevo billete.

Es por eso que la autoridad del transporte se muestra preocupada por una posible "saturación" del sistema e insiste en la necesidad de que "el cambio se haga por fases y de manera gradual". Solo así, dice Torres, se podrá evitar un colapso por el aumento de peticiones cuando se produzca el apagón magnético, a finales del año que viene.

Algunos de los peligros que asedian este proyecto todavía siguen vivos y la ATM trabaja en diferentes frentes abiertos para acabar de integrar el sistema sin más demoras. Por ejemplo: la implantación de las máquinas validadoras. Torres asegura que actualmente todos los buses del AMB (es decir, los de TMB, los metropolitanos y también los interurbanos de la Generalitat) ya disponen de los mecanismos para validar la T-Mobilitat. Los tranvías también están equipados. En el Metro, Renfe y Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya (FGC) hay instalada como mínimo una validadora digital y, en el supuesto de que haya más de una barrera de paso en la misma estación, el 50% tienen que estar adaptadas. "Antes de completar la otra mitad hemos querido que se empiecen a poner validadores también fuera del AMB", concreta Torres.

Paralelamente, la administración trabaja con las diferentes empresas que forman el proyecto (encargado en SOC Mobilitat, liderada por CaixaBank e Indra) y también con los más de 70 operadores de transporte que hay en Catalunya. Este es un punto clave de la gestión para evitar que vuelva a pasar lo mismo que el otoño pasado, cuando CaixaBank e Indra amenazaron con abandonar el proyecto y el banco congeló la financiación e Indra anunció que paraba los trabajos.

Un calendario difuso

De hecho, la autoridad del transporte insiste en remarcar que "el proyecto avanza", pero lo cierto es que el calendario de despliegue todavía es difuso y sin fechas concretas. ¿El motivo? Que todavía no se ha concretado el Plan Económico y Financiero (PEF) que la ATM reclamó de nuevo a la empresa adjudicataria después de la última (la cuarta) modificación del contrato, que supuso una inyección de 14 millones de dinero público por avanzado para que el proyecto no se encallara.

"Nos llegó el 31 de marzo y todavía estamos estudiándolo detenidamente y pidiendo los cambios que nos parecen necesarios", argumenta el director la ATM, Pere Torres, que asegura que una vez esté definido –Torres calcula que será en el margen de unas cuatro o seis semanas– se podrán concretar más fechas. El Plan Económico y Financiero marca la viabilidad del proyecto y las fechas en las que se prevé tener ingresos; es decir, en la práctica define cuándo entran en marcha las diferentes fases.

Sea como sea, superadas las desavenencias que las diferentes partes que forman el proyecto tuvieron en otoño, parece que ahora se conjuran en un último esfuerzo de remar en la misma dirección y conseguir que la esperada revolución digital llegue también al transporte. Si no hay más trabas, lo hará ocho años más tarde de lo previsto.

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