Entre las curiosidades más importantes, además de sus partes [ver dibujo], está el hecho de que nace de sexo macho y lo invierte a medida que se hace mayor para convertirse en hembra. Para continuar, su hígado es pequeño, demasiado comparado con los tamaños que puede llegar a realizar. Y el último dato: recibe ese nombre por la franja de color oro que tiene entre los ojos, en la cabeza.
Curiosidades que quizás no sabes sobre la gamba, la cigala y la langosta
Con motivo de la feria Seafood compartimos peculiaridades que se han expuesto sobre el marisco y el pescado
La feria del pescado y del marisco Seafood Expo Global / Seafood Processing Global ha llegado a su 30 edición con cifras récord de visitantes y de empresas expositoras, que han sido más de 2.000, las cuales han ocupado más espacio que nunca. Hemos aprovechado el evento para explicarles curiosidades sobre nuestros crustáceos y peces de proximidad.
La gamba roja abdica del Mare Nostrum
La gamba roja (Aristeus antennatus) ha dejado de reinar exclusivamente en el Mediterráneo. La primera dama ha atravesado estrechos y canales para llegar al Atlántico y al océano Índico. Si hasta ahora el gran debate de la gamba roja se centraba en el origen de pesca de los puertos de la costa catalana, ahora los científicos estudian ya el registro de capturas en otros mares. Así pues, los nuevos debates sobre la gamba roja ya no se centrarán sólo en si es mejor la de Palamós o la de Vilanova y la Geltrú o si son diferentes la de Dénia y la de Llançà, porque los científicos ya tienen datos de captura en la costa occidental de Portugal o África, como Cabo Verde, y también en Mauritania, las islas Canarias y Azores, en medio del Atlántico. Para continuar, en el océano Índico, países como Madagascar o Tanzania ya lo han capturado. “Los registros que tenemos de captura funcionan de forma diferente a los nuestros, a los del Mediterráneo, en los que los datos son más estrictos, antiguos y periódicos, por lo que no podemos asegurar si la pesca de gamba roja en estos mares es muy alta o escasa , sin embargo, sea como sea, la gamba roja ya está presente”, afirma el científico marino Arnau Subías, que trabaja en el restaurante Estimar del cocinero Rafa Zafra.
Y dicho esto, hay que añadir que el hecho no es nuevo. “Hace tiempo que teníamos información, concretamente desde 1980, cuando se registró por primera vez en el Índico, pero no se difundía”, dice el científico, que añade que “la gamba roja, en los otros mares, no es una especie invasora”, como ocurre con otros peces que no se encuentran en su hábitat habitual. Así que la soprano del Mediterráneo no provoca daños extremos ni en el Atlántico ni en el Índico, como sí provoca por ejemplo el pez león, que altera la biodiversidad marina si deja el Pacífico o el océano Índico para llegar al Mediterráneo . Entonces se convierte en un depredador, consume especies que tienen una función vital en el ecosistema marino, por lo que la altera irremediablemente.
Por el contrario, la gamba roja no lo hace. ¿Por qué? Porque consume organismos pequeños, llamados bentónicos, que viven en el fondo, como crustáceos y moluscos, y su ingesta no provoca estragos para las demás especies, que no se quedan sin alimento. Por decirlo con un ejemplo actual, la proliferación de las medusas, por culpa (entre otros factores) de la falta de depredadores que comían, podría estar detrás de la merma de sardinas. Las larvas o huevos de las sardinas y boquerones son uno de los alimentos de las medusas; cuanto más medusas, más comen.
El color de la mejor gamba
Sin embargo, “la gamba del Mediterráneo seguirá siendo la mejor”, dice Subías. No es una sentencia dicha por el vínculo y aprecio, sino afirmada científicamente, basada en la alimentación de la gamba en el fondo marino del Mare Nostrum. “Podemos abrir otros debates sobre la gamba roja, como es el de los microplásticos que se le pueden acumular en la cabeza, pero sabemos que están en cantidades pequeñas, y que, además, deberíamos consumir muchas para que tuviera efectos en nuestro organismo ”.
Y todavía hay otro debate, otro que enfrenta a los puertos pesqueros y que se basa en el color. Popularmente, se asegura que la gamba de la Costa Brava tiene coloraciones naranjas mientras que la de las poblaciones del sur de la costa catalana es roja. "Es un debate sin base científica, porque la gamba roja es transparente o blanca, pero a medida que pasan los minutos y las horas en las que se ha pescado va adquiriendo otros colores", dice el científico. Así, como conclusión, podríamos decir que cuanto más naranja y más roja, menos fresca es.
La langosta, la inmortal
Si la gamba llega a la edad mortal a los siete años de vida (únicamente las gambas hembras), la langosta puede llegar treinta años después. Por eso es considerada inmortal respecto de los demás crustáceos.
Sobre la langosta, hay otras curiosidades aparte de su longevidad, y se centran concretamente en la muda de su piel, como se le llama popularmente al hecho de que se desprenden de su exoesqueleto. También lo hacen el bogavante y las cigalas, y en general todos los crustáceos, pero en el caso de la langosta y del bogavante es más llamativo por su tamaño. "Restaurantes que tienen piscinas con langostas me han consultado si era normal que en la piscina hubiera quedado como la piel de la langosta, que es el efecto visual que hace esta muda", afirma el científico marino Arnau Subías. El hecho es que el crecimiento de la langosta le obliga a desprenderse de la funda exterior, por decirlo de otro modo, porque si no colapsaría internamente.
Cigala versus gamba roja
Entre los sibaritas hay otro debate cuyo protagonista es la gamba roja, siempre está en todas las salsas, y la cigala. ¿Qué es mejor, la cabeza de una u otra a la hora de comerlo? La gamba roja gana la batalla. Ahora bien, sobre su abdomen, la batalla no la gana tan fácilmente. Algunos aseguran que el cuerpo del abdomen de la cigala es más fino, suave, mientras que el de la gamba sería más denso. Además, la cigala retiene los huevos cuando se reproduce, que son muy preciados también por su sabor salino. Por el contrario, las gambas no los retienen porque los liberan en el mar hasta el punto de que pueden llegar a hacer una puesta de 200.000 por una misma gamba. Por su parte, la cigala los retiene, hasta 500 o 5.000 según el tamaño de la cigala, y lo hace hasta que los huevos excluyen. Otro tema es que las cigalas, cuando tienen los huevos adheridos al abdomen, no son tan fáciles de pescar. "Viven enterrados en cavidades que ellos mismos se construyen, y cuando tienen los huevos, salen muy rara vez para alimentarse", afirma el científico marino Arnau Subías. Por último, las cigalas viven más años que las gambas: hasta veinte años.