¿Y si el secreto del vídeo de Angeleta radica más bien en su ingrediente estrella? El tomillo es una planta omnipresente en el Pirineo. Aparte de ser una hierba aromática para muchos platos, también se hacen pastas dulces, helados, flanes e incluso un foie-gras. Lo produce desde hace unos cinco años Ca d' Antema, una charcutería de la llanura de Mont-ros , al sur de la Vall Fosca, con 200 años de historia. Este foie-gras se le inventó la actual carnicera, Dolors Toló, maestra artesana y ganadora el año pasado de la mejor longaniza de payés del concurso nacional de la Cofradía del Graso y el Magro y la Fundación Oficios de la Carne . "Pensamos que teníamos que innovar con el foie-gras", recuerda Dolors. Primero trataron de hacerlo con nueces. Poco después, con timonetes. Y ambas variantes han sido un éxito.
¿Cuál es el motivo del gran éxito en redes de la sopa del Pallars?
Investigamos por qué un vídeo grabado en una cocina de leña de Senterada provoca cientos de miles de reproducciones en Instagram


Senterada (Pallars Jussà)Cuando el agua está bien caliente dentro de la olla, ponemos tres puñados de tomillo (en el Pallars, llaman timonetes). En un plato, reservamos el pan cortado en rebanadas finas, un huevo crudo, aceite, sal y pimienta. Cuando la planta hace tres minutos que hierve, añadimos el agua, lo tapamos y dejamos reposar un rato antes de servir. Ésta es la receta tradicional de la sopa de timonetes del Pallars. Parece que no tiene secreto alguno.
La anciana Ángela Ferrer Palacín, conocida como la Angeleta, ha hecho sin querer que esta sopa se convierta en viral en Instagram. Vyu en Avellanos, un pueblecito de Sarroca de Bellera (Pallars Jussà), y fue invitada por la hospedería rural Casa Leonardo de Senterada a protagonizar un vídeo en el que cocina esta comida tradicional y defiende sus propiedades. "Esta sopa lo cura todo", asegura Angeleta, que tiene 87 años.
¿Cuál es el motivo del gran éxito de este vídeo?
Un mundo de locos
Quizá el secreto del vídeo de la sopa en Instagram sea arbitrario, controlado por los algoritmos o, más bien, por una absurda casualidad del momento. De hecho, Mireia Font, la propietaria de Casa Leonardo, ha republicado el famoso vídeo en TikTok para llegar al público más jovenpero no ha tenido, ni mucho menos, el mismo impacto. "Desconozco el secreto para hacerse viral en las redes", admite Mireia. "La gente hoy está muy mal de la cabeza", sentencia la propia Angeleta. Ésta es posiblemente, la explicación más lúcida para entender el boom mediático que ha arrastrado esta sopa.
O tal vez el secreto se esconde detrás del personaje de Angeleta. Ella asegura que su saludable longevidad se debe al consumo diario de infusiones de plantas aromáticas. Las descubrió hace muchos años gracias alAlbert Rami, un popular herbolario de Lleida, que le enseñó las particularidades de las más populares que crecen en la montaña. El saúco, la malva, las guindillas de pastor (en la montaña lo llaman disfrutar) y, obviamente, los timonetes. Estas y otras muchas plantas las ha cosechado toda su vida, sobre todo cuando sacaba las ovejas a pastar, un oficio que emprendió en Avellanos después de veinte años residiendo en Francia.
Angeleta, un caso único
Angeleta es un caso único en el Pallars. Nació a finales de la Guerra Civil, cuando su padre, comprometido con la causa republicana, ya se había exiliado en Francia. Ella se crió en el pueblo, pero con 18 años tomó la decisión de coger las maletas y visitar a su padre en Nancy, en el norte de la Lorena francesa. Y se quedó allí. Aprendió el francés y acabó trabajando en una maternidad, donde atendía a miles de jóvenes parteras. Las cuidaba, las asistía y, obviamente, cocinaba.
Un verano, de visita a Avellanos, conoció a un joven pallarés que la enamoró y su vida dio otro vuelco. Se casó, tuvo dos hijos y, después de cinco años, se separó del marido. Podríamos decir que fue el primer divorcio que los vecinos del Pirineo leridano presenciaron en esos primeros años de democracia. Algo excepcional, como también era ella. Su larga experiencia en Francia le había convertido en una mujer moderna, que vestía minifalda, conducía coche y frecuentaba los cafés de la comarca. Justo divorciada y con la intención de sustentar a la familia ella sola, decidió recuperar el rebaño de su tío. Aprendió a hacer huerto y sacrificaba a las ovejas con sus propias manos. Al lado de su madre, aprendió a cocinar los mejores platos. Su especialidad es todavía el arroz con conejo. "Pero la tortilla de carreritas también le sale buenísima", asegura su hija Cristina.
Siempre ha recibido visitas de viejos amigos franceses y ha dedicado gran parte de su vida a la lectura. "Solo libros de historia, porque la ficción no me interesa", explica. Hoy en día, se ha aficionado a utilizar el teléfono móvil. "Hay cosas muy interesantes en las redes", asegura.
Una hospedería centenaria
Quizás el secreto del éxito de la sopa en las redes sociales lo tenemos detrás de la cámara. El vídeo lo grabó Mireia Font, en el transcurso de un trabajo periodístico de dos corresponsales de la cadena norteamericana NPR que había elegido la sopa de timonetes como una de las doce mejores del mundo.
Mireia es el actual promotora de Casa Leonardo, una hospedería centenaria de Senterada fundada en 1913. Es un negocio que hace cien años era lugar de intensa actividad gracias a la construcción de centrales hidroeléctricas junto al río Flamisell. Leonardo Vidal, originario de Gerri de la Sal, fue el fundador de este negocio establecido dentro de una inmensa casa que ofreció cobijo a miles de trabajadores y pasavolantes durante décadas. En 1977, la hospedería cerró sus puertas, pero Mireia, limpia del Leonardo, arqueóloga de formación y con ganas de establecerse en el valle, reanudó el proyecto en 2001.
Aún conserva parte del mobiliario y la decoración de sus abuelos, incluso una cocina económica que se calienta con leña. Allí prepara cenas sólo para los huéspedes de la casa, pero cada día ofrece también para todos desayunos fríos con embutidos y quesos, mermeladas y pasteles de la comarca. "Cocinamos siguiendo las estaciones, nuestros platos son un reflejo del momento", explica Mireia. Las hierbas silvestres son las protagonistas en primavera, las frutas del huerto en verano, las setas en otoño y los guisos en invierno.
Regreso a la infancia
En definitiva, Mireia es una firme defensora del turismo regenerativo, aquél que reivindica el territorio y pide calma. Una calma que probablemente ha inspirado el éxito del vídeo de la Angeleta. "La sociedad hoy en día está muy estresada, se alimenta de cosas prefabricadas y, cuando le ofreces la más natural, la desbloqueas, la devuelves a la infancia, en el momento en que todo era más sencillo", interpreta Mireia. "Creo que el mundo, si tiene futuro, debe volver a estas cosas", concluye. En las tortillas bien hechas, en las ensaladas con productos frescos, en los tomates con sabor, en el pan de leña…
Ahora Mireia está aprovechando la ola de popularidad de Angeleta para hacer algunos vídeos más que promuevan las tradiciones y la esencia del Pallars. "Mientras ella esté de acuerdo y lo pase bien haciéndolo, trataremos de sacar un provecho honesto de todo ello", argumenta. Es la reivindicación de una alimentación saludable y de la economía circular. "Yo no me he inventado la sopa de ajo –bromea–, sino que recupero la labor de nuestros abuelos, de hacer las cosas con sentido común, reaprovechando los recursos del territorio, intentando dejar la tierra mejor de cómo la hemos encontrado".
Por este motivo, Casa Leonardo es una de las principales instigadoras del huerto comunitario de Senterada, uno espaís recuperado de 3.000 metros cuadrados participado por unos 200 socios donde practican colectivamente la huerta de temporada, sobre todo a partir de primavera. Pimientos, coles, tomates, patatas, calçots e incluso un corral con gallinas ponedoras. Los huevos y verduras se las reparten entre los socios a medida que la producción avanza.
Carlos Mauricio, un jubilado de la banca de Gelida, es quien se encarga de cuidarle gran parte del año. "Es fruto de las ganas de hacer cosas diferentes y, sobre todo, de observar la naturaleza, de la que sabemos muy poco y no entendemos nada", explica. Una naturaleza que da los ingredientes básicos a la alimentación de los clientes de Casa Leonardo y de otras muchas familias del Pallars. Miel, vinos, setas, embutidos y quesos. Cómo los de Puigcerver, uno de los primeros quesos de cabra con etiqueta ecológica de Cataluña. Va ser idea de Albert Turch, un joven graduado en educación física que decidió dar un giro a su carrera y regresar a la casa solariega para continuar con la tradición quesera de la familia. Lleva más de treinta años impulsando el salto hacia la producción ecológica para diferenciarse en un mercado cada vez más competitivo. "Prácticamente, no cambié la forma de hacer los quesos que toda la vida han practicado mis padres", asegura. Del ordeño al obrador y, de allí, hacia la mesa. La distribución de sus quesos va directa al consumidor, sin intermediarios.