El Kremlin contradice a Trump y mantiene el veto al envío de tropas europeas a Ucrania
El presidente de Estados Unidos había asegurado que Putin no se opondría a ello y que "no tiene ningún problema con esto"

BarcelonaDe forma implícita, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha contradicho las palabras del presidente de Estados Unidos en el Despacho Oval de la Casa Blanca durante su encuentro de ayer con el presidente francés, Emmanuel Macron. La prisa de Washington en poner fin a la guerra y las prioridades de Vladimir Putin no parecen coincidir. Cuando le han preguntado en su comparecencia diaria sobre las afirmaciones de Trump, según las cuales Rusia estaría abierta al despliegue de fuerzas de paz europeas en Ucrania, Peskov ha remitido a los periodistas a un comunicado anterior de las autoridades rusas en el que se decía que esta medida sería inaceptable para Moscú.
Con su estilo habitual, poco formal y equívoco, y siempre lleno también de sal gruesa, Trump declaró el lunes que tanto él como Putin aceptaban la idea de desplegar fuerzas de paz europeas en Ucrania si se alcanzaba un acuerdo para poner fin a la guerra. "Sí, lo aceptará", dijo el Trump en presencia de Macron y de las cámaras de televisión. "Le hice esta pregunta específicamente. No tiene ningún problema con esto", remachó. Unas palabras que entraban en contradicción directa no sólo con el comunicado al que se ha referido Peskov, sino también con las palabras del jefe de la diplomacia rusa, Sergei Lavrov, tras la reunión con su homólogo estadounidense, Marco Rubio, la semana pasada en Arabia Saudita. En este sentido, Lavrov aseguró que el despliegue de contingentes occidentales en Ucrania sería considerado por el Kremlin como una "amenaza directa" a la soberanía rusa, incluso si estas tropas operaran bajo una bandera distinta.
Dmitri Peskov se ha curado en salud y no ha querido contradecir públicamente a Trump, pero la referencia al comunicado es una forma más que evidente de afianzar la oposición de Rusia a esta idea. Una idea que, desde el punto de vista de Zelenski y de los aliados europeos de Kiiv, es fundamental para llegar a la paz.
Es lo que el presidente ucraniano se refiere constantemente en todas sus últimas intervenciones como "garantías de seguridad". Unas garantías a las que Macron se remitió ayer frente a Trump, admitiendo de entrada que podría haber despliegue de fuerzas europeas sobre el terreno, pero siempre con el apoyo de Estados Unidos. En este punto, el magnate republicano no se abrió boca, poniendo de relieve las grandes diferencias que separan a los socios transatlánticos.
Son tantas las diferencias que, mientras que Macron insistió en la rueda de prensa con su homólogo estadounidense en que la posible y deseable paz no "puede ser la rendición de Ucrania", los planes de la Casa Blanca no parecen encaminarse en la misma dirección. Por primera vez desde la invasión, hace tres años, ayer Estados Unidos y Rusia, junto con China, votaron juntos una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en la que no se hacía responsable Moscú de la guerra, y en la que sólo se pedía llegar a una paz rápida, sin mencionar la palabra justa, que implicaría la aceptación de responsabilidades de Putin. Francia y Reino Unido se abstuvieron en la votación, aunque no ejercieron el derecho de veto como miembros permanentes del Consejo.