El cielo es la nueva autopista de datos
¿En qué momento está la revolución de las telecomunicaciones por satélite?


BarcelonaLa conectividad por satélite está transformando el panorama de las telecomunicaciones y abre nuevas posibilidades a particulares y empresas. Desde la conectividad en zonas remotas hasta la comunicación de emergencia en situaciones de desastre, las llamadas redes no terrestres (NTN) juegan un papel cada vez más importante.
Starlink: el gigante del espacio que redefine la conectividad
Starlink, la constelación de satélites de SpaceX, se ha posicionado como uno de los actores dominantes en ese mercado. Con casi 7.000 satélites en órbita baja (o LEO), de los que 6.200 están operativos, Starlink ofrece conexión a internet de banda ancha en la mayor parte de Europa y América del Norte y del Sur. Su baja latencia, de unos 0,025 segundos, gracias a la proximidad de los satélites a la Tierra (550 km), la convierte en una atractiva opción para aplicaciones que requieren velocidad y fiabilidad. Además, el hecho de que SpaceX sea propietaria de los cohetes que lanzan sus satélites, a un ritmo de 60 semanales, ha reducido significativamente los costes y hace que el servicio sea relativamente asequible: a partir de 29 euros mensuales, más 350 euros iniciales por la antena y el receptor.
Starlink ha demostrado la utilidad en situaciones de emergencia, como los incendios en California, donde Musk ha cedido el uso de su servicio y ha dado algunos coches Cybertruck equipados con terminales Starlink para realizar llamadas de emergencia. También durante la gota fría en la Comunidad Valenciana, la conectividad por satélite de Starlink fue crucial para la comunicación de los servicios de emergencia cuando la infraestructura móvil quedó destruida. Estas situaciones han aumentado la notoriedad de Starlink y le han posicionado como una alternativa fiable en momentos críticos. El servicio de Starlink, con 4,6 millones de clientes y presencia en 114 países, factura ya 6.600 millones de dólares anuales con un margen de beneficio del 57%, y se espera que multiplique por cuatro los ingresos en 2030.
Sin embargo, Starlink tiene limitaciones para competir con las redes de telecomunicaciones convencionales, sobre todo en capacidad, porque no puede atender a millones de usuarios concentrados en una misma célula de unos 100 kilómetros de diámetro. También es cierto que en el Estado existe una cobertura rural de fibra óptica más que digna gracias a los fondos europeos, que hace menos necesario el satélite que en otros lugares. Además, aquí existe el servicio ÚNICO Demanda Rural, bajo la marca Conéctate 35, gestionado por Hispasat, que da banda ancha satelitaria por 35 euros al mes. De hecho, la propia Hispasat ha acordado compartir infraestructura con la futura constelación Kuiper (de Blue Origin, propiedad de Jeff Bezos).
IRIS²: la respuesta europea a la conectividad segura
Por su parte, la Unión Europea impulsa el proyecto IRIS² (Infraestructura para la Resiliencia, la Interconectividad y la Seguridad por Satélite). El sistema, formado por una constelación de 290 satélites, busca ofrecer una conectividad segura y avanzada para usuarios gubernamentales y empresas, a la vez que reduce las rendijas de conectividad dentro del territorio europeo. El proyecto contará con una inversión pública y privada de 12.000 millones de euros. IRIS² utilizará satélites de órbita media (MEO) y baja (LEO), combinando las ventajas de cada una. El consorcio SpaceRISE, formado por SES, Eutelsat e Hispasat, entre otras empresas europeas. encargado de desarrollar, desplegar y operar el sistema. El proyecto tendrá la Unión Europea como cliente principal y financiación compartida entre fondos públicos y privados. IRIS² pretende garantizar la autonomía estratégica de Europa, aunque las polémicas negociaciones en curso entre Georgia Meloni y SpaceX para adoptar Starlink en las comunicaciones seguras del gobierno y el ejército italianos representan una amenaza para la cohesión europea.
Conectividad directa al terminal: una nueva era para los 'smartphones'
Además de los servicios de internet por satélite para hogares y empresas, que sustituyen a la fibra óptica allá donde no llega, también está emergiendo la conectividad directa al terminal (D2D), que permite que los teléfonos móviles se conecten directamente a los satélites ·litos. Este avance tecnológico abre varias posibilidades a los usuarios que se encuentran en zonas sin cobertura celular.
AST SpaceMobile se ha convertido en uno de los actores clave en este ámbito, con alianzas con Vodafone, AT&T y Verizon, entre otros. Esta empresa está desplegando una constelación de satélites –también en órbita baja, pero con antenas mucho más grandes y, por tanto, con mayor alcance, que las de Starlink– que ofrece conectividad para smartphones en EE.UU. mediante el espectro de 850 MHz de Verizon y AT&T. Los primeros cinco satélites de AST fueron lanzados en septiembre de 2024 y la empresa se dispone a ofrecer servicios comerciales y gubernamentales. AST también planea lanzar diecisiete satélites de segunda generación en el 2025 con una capacidad diez veces superior a sus satélites iniciales. Desde 2018, Vodafone ha invertido en AST SpaceMobile y tiene un acuerdo comercial hasta 2034.
Globalstar y Apple: mensajería de emergencia en todas partes
Otra aplicación destacada de la conectividad por satélite es la mensajería de emergencia. Apple fue la primera empresa en incorporar esta funcionalidad a sus iPhones 14 y modelos posteriores, mediante un acuerdo con Globalstar. Esta tecnología permite a los usuarios enviar un mensaje de texto para solicitar auxilio cuando no hay cobertura celular. El servicio se inició sólo con mensajería de emergencia, pero la actualización a iOS 18 ha ampliado esta función y ahora permite enviar y recibir mensajes de texto, emojis y reacciones a través de iMessage y SMS cuando no hay conexión wi- fino o celular. Apple ha invertido 1.500 millones de dólares en Globalstar para expandir su constelación de satélites y la infraestructura terrestre necesaria para la comunicación. Apple se reserva el 85% de la capacidad de la flota, mientras que Globalstar podrá utilizar el resto para otros clientes. Huawei también vende en China teléfonos con conectividad por satélite; en cambio, Samsung se ha mantenido hasta ahora al margen de ese segmento.
Un mercado en expansión
El mercado de las telecomunicaciones por satélite está en pleno auge, con cada vez más empresas y gobiernos interesados en aprovechar su potencial. Las operadoras de telecomunicaciones tradicionales también exploran las posibilidades que ofrecen los satélites para ampliar su cobertura y mejorar sus servicios. El interés por la conectividad por satélite no se limita al mercado de consumo, sino que también se está expandiendo en el mercado industrial, con aplicaciones en sectores como la agricultura, la navegación marítima, el transporte y la logística. Se calcula que existen entre 2.000 y 3.000 millones de dispositivos IoT que podrían utilizar la conectividad por satélite. Precisamente a este mercado se dirige la empresa catalana Sateliot, participada por Indra, Cellnex y Sepides, que ya ha puesto en órbita a cuatro satélites y asegura tener contratos con 400 clientes en 50 países.