Griso, Junqueras y el publirreportaje del PP


El miércoles, Oriol Junqueras fue de invitado a Espejo público. El encuentro con Susanna Griso no podía ser más oportuno. El plan de condonación de la deuda había ocupado un buen rato del debate de actualidad del programa, y era evidente que provocaba indignación y aspavientos entre los colaboradores. Como era de prever, en la línea editorial del magacín también se percibía la habitual displicencia que les genera todo lo que tiene que ver con Catalunya.
Griso fue a encontrar a Junqueras, que le esperaba sentado en el sillón de invitado. La presentadora le saludó con la elegancia habitual y empezó la entrevista. La condonación de la deuda no tardó en aparecer, pero antes de pedirle a Junqueras que se explicase sobre el tema, la presentadora prefirió introducirla desde las quejas del PP. Y antes de dejar responder al invitado, le propuso ver el vídeo que había viralizado el PP en el que comparaba la inversión pública que se podía hacer con esa deuda que se perdonaba en Catalunya. "Déjeme que escuchemos y nos responde". Partieron la pantalla. En el lado izquierdo emitieron íntegramente el vídeo del PP, sin recortar ni una brizna. Incluso mantuvieron la imagen inicial en la que se ve un montaje fotográfico con Puigdemont y Junqueras bañándose en una piscina llena de monedas de oro. En el lado derecho de la pantalla mantuvieron a Junqueras observando el vídeo. Que si la construcción de más de 100 hospitales, el salario de 310.000 médicos, 113.000 viviendas sociales... Después Griso aún no le dejó responder y le invitó a ver otro vídeo entero lanzado a las redes por el PP. Esta vez era el del presidente de Aragón explicando en una pizarra la trampa de la condonación y cómo se perjudicaría a su comunidad. Más de un minuto, íntegro, junto a Junqueras escuchando las lecciones del PP. Susanna Griso, dando por sentado que todos los datos y cálculos eran ciertos, se dirigió desafiando a Junqueras: "307 euros más para cada catalán. A ver cómo se le cuenta ahora a un madrileño oa un aragonés..." Y Junqueras dijo con tono jodido lo que los espectadores también percibimos desde casa: "Tiene mucho mérito que una entrevista a un representante de ERC se convierte en un publirreportaje del PP". Esa retahíla de vídeos del PP, emitidos íntegramente, era innecesaria a la hora de pedir una aclaración a Junqueras. Y la forma en que el programa parecía avalar la solidez de los argumentos del PP corroboraba el sesgo ideológico del programa. Griso se excusaba: "No es un publirreportaje, pero escuchamos a las voces más críticas para que usted cierre la oportunidad de responder". Seguro, pero ir a remolque de la propaganda mediática y digital de los partidos no sólo con un vídeo sino con dos, emitidos de forma íntegra y consecutiva (y que se hicieron extrañamente largos), incluso emitiéndolos antes de dejar hablar al invitado al respecto, hizo más olor a publirreportaje que a periodismo. Se notaba que había más ilusión al enseñar los vídeos del PP a la audiencia que al escuchar la respuesta de Junqueras.