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La guerra comercial de Donald Trump

La UE confía en evitar la nueva ronda de aranceles anunciada por Trump

Trump impondrá aranceles del 25% en los coches a partir de abril

El presidente de EEUU, Donald Trump, ayer en el Despacho Oval. CHRIS KLEPONIS / EFE
Antònia Crespí Ferrery Guillem Delso
20/02/2025
3 min
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Washington / BarcelonaEn medio de la crisis desatada entre los líderes europeos por el vacío que ha hecho Washington en la Unión Europea y Kiiv en las negociaciones con Moscú sobre el futuro de la guerra de Ucrania, los Veintisiete muestran optimismo ante la amenaza de guerra comercial. El comisario de Comercio y Seguridad Económica de la UE, Maros Sefcovic, pidió a sus homólogos estadounidenses en Washington parar el contador hasta el 2 de abril (cuando se supone que entrarán en vigor los aranceles recíprocos) para dar tiempo a las negociaciones y "evitar el dolor", según anunció este jueves rueda.

El miércoles, antes de la reunión con sus homólogos, Sefcovic, avanzó en un evento del American Enterprise Institute en Washington que estaba listo para presentar una contraoferta al presidente estadounidense Donald Trump y evitar así los aranceles recíprocos. "Haré este apunte a mis homólogos americanos cuando me reúna con ellos más tarde hoy. La UE está interesada en llegar a acuerdos, acuerdos que fomenten la equidad, el reparto de cargas y los beneficios mutuos", ha dicho Sefcovic, que tiene previsto verse este miércoles con los principales responsables del gobierno estado. En el encuentro se prevé que se aborden tanto los aranceles "recíprocos" en la Unión Europea por el impuesto del IVA, como los de el aluminio y el acero. Sefcovic ya ha avanzado que la UE está lista "para hablar con EEUU sobre bajar o eliminar los aranceles en los vehículos".

El sector automovilístico podría ser uno de los más damnificados por la política de aranceles recíprocos que Trump anunció la semana pasada. Mientras Estados Unidos aplica un arancel del 2,5% a las importaciones de coches tipo sedanos y SUV europeos, la UE graba con un 10% los vehículos importados desde EEUU.

En el memorando que el presidente estadounidense firmó, se ordenaba dar respuesta a todos los aranceles sobre productos estadounidenses, incluidos los impuestos que sean "injustos, discriminatorios o extraterritoriales" —categoría donde incluye el IVA europeo— que aquellos países que práctican y que los países in se desvíen de su valor de mercado". El presidente estadounidense puso en el punto de mira el IVA y quiere sumarlo a sus cálculos arancelarios, lo que se traduciría en que las tasas sobre los vehículos europeos pasarían de ser del 2,5% al ​​30%.

Antes del encuentro entre el comisario europeo y sus homólogos estadounidenses, Trump ya adelantó desde su mansión de Mar-a-Lago que los aranceles para los automóviles serían del 25%. Una cifra que también aplicaría a las farmacéuticas ya los semiconductores (materiales con conductividad eléctrica) y la que amenazó con incrementar "de forma muy considerable a lo largo del año".

Estas nuevas tasas no entrarán en vigor de inmediato, para dejar tiempo a las empresas a trasladar sus fábricas a Estados Unidos. "Porque cuando las empresas llegan a Estados Unidos y tienen las plantas o fábricas aquí, no hay aranceles. Así que queremos darles algo de margen", indicó Trump. Está previsto que a principios de abril concluya un estudio de la administración Trump sobre las políticas fiscales y arancelarias de otros países.

Diplomacia arancelaria

Trump ha convertido los aranceles en su principal carta diplomática para conseguir concesiones rápidas y efectistas ante la opinión pública y el resto de países. Lo hizo con sus vecinos México y Canadá, quienes lograron frenar a última hora la entrada en vigor de los aranceles del 25% tras varias llamadas con Trump y la promesa de reforzar el control de las fronteras con EEUU. La rapidez con la que el dirigente republicano cambió de parecer (el sábado firmaba los aranceles y el martes los congelaba) tras varias concesiones ha dado esperanzas a la UE de conseguir replicar la jugada.

Por el contrario, Estados Unidos no afloja en su guerra comercial contra China. Frenar el avance del gigante asiático que amenaza con convertirse en un competidor real contra la hegemonía estadounidense parece estar convirtiéndose en la principal prioridad de Trump. El presidente estadounidense ha mantenido el 10% de aranceles adicionales a las importaciones chinas y todavía no ha hablado con el mandatario chino, Xi Jinping. En teoría, había dicho que hablaría allí durante las primeras horas posteriores a la entrada en vigor de las tasas, pero no ha habido novedades de la llamada una semana después.

El reverso de la instrumentalización de las políticas arancelarias por parte de Trump es una mayor inestabilidad en los mercados, que deben digerir la volatilidad del nuevo inquilino de la Casa Blanca que crea las crisis comerciales a golpe de tuit. La pelea con su homólogo colombiano Gustavo Petro se inició y resolvió a base de publicaciones en la red X un domingo por la tarde.

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