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Trump no ve necesaria la presencia de Zelenski en las negociaciones con Rusia

El presidente estadounidense y Zelenski son viejos conocidos que han protagonizado un fuerte choque verbal esta semana

Entrada en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) 2025, Maryland, con la tienda de recuerdos del presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump
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WashingtonEn una nueva escalada verbal con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, su homólogo estadounidense Donald Trump ha dicho que no cree que sea necesaria su presencia en las negociaciones con Rusia. "Lleva tres años en reuniones y no se ha conseguido nada. Por eso, sinceramente, no creo que sea muy importante estar en reuniones. Hace que sea muy difícil cerrar acuerdos", ha afirmado este viernes durante una entrevista en la radio de la cadena FOX. Y ha añadido que Zelenski "no tiene cartas" para negociar.

También ha criticado al presidente francés, Emmanuel Macron, y al primer ministro británico, Keir Starmer, antes de reunirse con ellos la próxima semana en Washington. "Ya sabes que no han hecho nada. Y, sabes, [Macron] es un amigo mío, y conocí al primer ministro, y sabes, es un tipo muy simpático, pero nadie ha hecho nada.", ha dicho el republicano. En cambio, se refirió al ruso Vladimir Putin con mejores palabras que las que ha tenido por los viejos socios europeos: "Quiere llegar a un acuerdo, pero no tiene por qué hacerlo, porque si quisiera, conseguiría todo el país". Trump ha vuelto a regalar otro comentario a Putin que refuerza aún más la posición de Moscú cara a las negociaciones.

Trump ya no esconde sus intenciones: poner fin a la guerra de Ucrania y deshacerse del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, si es necesario. El presidente de Estados Unidos no solo tiene prisa por cerrar un flanco que considera que le resta energías en la competencia con China, sino que también se ha fijado en las tierras raras del país en guerra. En medio de la carrera tecnológica contra el gigante asiático, y en medio de una guerra comercial, los minerales que tiene Ucrania son extremadamente valiosos para el presidente estadounidense. Especialmente después de que el año pasado China prohibiera la exportación a Estados Unidos de minerales clave para la producción de chips y semiconductores.

Ucrania resulta ser un auténtico "tesoro" en cuestión de minerales críticos como el litio. Antes de que estallara la invasión rusa en 2022, durante una reunión de la Comisión Económica para Europa (CEE) de la ONU se dejó constancia de que aproximadamente el 5% de todas las "materias primas críticas" del mundo se encontraban en Ucrania. De hecho, el propio Trump ya tenía ubicado al país en el mapa mucho antes de que empezara la guerra. En marzo del 2014, a falta de dos años para que Trump se convirtiera en presidente de Estados Unidos, el magnate alababa la incursión rusa sobre Crimea en febrero del 2014 y aseguraba: "Es una zona con mucha riqueza". También hacía referencia a un encuentro informal con el presidente ruso, Vladimir Putin.

La imagen de las negociaciones bilaterales entre Washington y Moscú, sin lugar a la mesa para Kiiv, ha concentrado todo el foco de atención de una Unión Europea en crisis ante su exclusión en el proceso de paz. Trump no ha parado de hacer ruido con las concesiones a los objetivos rusos: que Ucrania no podrá recuperar las fronteras previas al 2014, que deben celebrarse elecciones, que el país no puede formar parte de la OTAN (aunque la Alianza aseguró que la adhesión se había convertido en "irreversible") y la última, el ataque a Zelenski tachándolo de "dictador". Mientras Trump soltaba titulares incendiarios cada vez que abría la boca, Washington también estaba presionando a Ucrania para lograr un acuerdo sobre las tierras raras.

El primer representante de la administración Trump que puso un pie en Ucrania fue el secretario del Tesoro, Scott Bessent. El 12 de febrero se reunió con Zelenski para entregarle un borrador de contrato con el que empresas ucranianas y estadounidenses explotarán para el beneficio de EE.UU. minerales críticos para la industria tecnológica. Desde entonces, Zelenski ha estado sometido a la presión constante de lo que hasta ahora ha sido su principal aliado económico y militar para aceptar un acuerdo que no explicita qué tipo de ayuda recibiría el ejército ucraniano a cambio de las tierras raras.

Una semana después de que la propuesta se presentara y que Ucrania se mostrara reacia a aceptarla, a las presiones se ha sumado la desconfianza por el acercamiento de Washington a Moscú, y todo ello ha salido a la superficie en un post de Truth Social. "Dictador" y "si no actúa rápidamente, se quedará sin país", espetaba Trump contra Zelenski después de que el presidente ucraniano se quejara de haber sido excluido de las negociaciones y le acusara de vivir "atrapado en una burbuja de desinformación rusa".

Un acuerdo "sólido"

Este jueves Zelenski intentaba rebajar el tono con Trump tras reunirse con el enviado especial de Estados Unidos, Keith Kellogg. El ucraniano ha asegurado que está dispuesto a "alcanzar un acuerdo sólido y verdaderamente beneficioso" con su homólogo estadounidense en cuestiones de "seguridad e inversiones". "Agradezco a EEUU toda la asistencia y el apoyo bipartidista que ha brindado a Ucrania y al pueblo ucraniano", dice Zelenski en su comunicado. "El éxito une –sigue, con un tono más conciliador–: Todo el mundo necesita tener éxito en las relaciones con Estados Unidos".

Más allá de desescalar la tensión verbal, Kellogg ha viajado a Kiiv para reanudar la labor que había iniciado Bessent el 12 de febrero: el borrador sobre la explotación de las terreras raras ucranianas sobre el que Zelenski se había mostrado reacio. Tras las amenazas y la exclusión en la mesa de negociación de Riad, parece que el presidente ucraniano se ha mostrado más dispuesto a cerrar el acuerdo. Pero sin aceptar ceder el 50% de esos minerales. El mandatario ucraniano tiene por objetivo conseguir que Washington se comprometa a dar garantías de seguridad que impidan una futura nueva agresión rusa.

Trump quiere cerrar ya un acuerdo sencillo para acelerar el proceso y discutir sus detalles más tarde, según informa Reuters. Los hombres del presidente ya no se esconden de la vinculación entre la escalada verbal del republicano y sus prisas por quedarse la explotación de tierras raras ucranianas. Este mismo jueves el consejero de Seguridad Nacional, Mike Waltz, hablaba así sobre el mensaje que quieren trasladar a Kiiv: "Tienen que moderarse, analizarlo con detenimiento y firmar el acuerdo".

Zelenski, acostumbrado a capear Trump

No es la primera vez que Zelenski sufre las presiones de Trump. Durante la primera presidencia ya tuvo que navegar a través de las llamadas del presidente estadounidense, que le insistía para que trabajara con su abogado de entonces, Rudolph W. Giuliani, en una investigación contra Joe Biden y su hijo Hunter. The Wall Street Journal informó que Trump repitió la propuesta a Zelenski hasta ocho veces en esa llamada telefónica del 25 julio. A las puertas de la campaña electoral del 2020, Trump ya había insinuado que quería que Ucrania investigara cualquier conflicto entre las gestiones diplomáticas de Biden allí y la relación de su hijo con un oligarca ucraniano propietario de una empresa de gas.

Trump y Zelenski reunidos el 25 septiembre de 2019 en Nueva York

Durante el primer mandato Trump, Estados Unidos ya enviaba asistencia a Ucrania después de que Rusia tomara el control de Crimea en el 2014 y apoyara la insurgencia armada en el este del país. Las presiones del presidente estadounidense contra Zelenski coincidían justo con la congelación de un paquete de ayuda para Ucrania. El líder ucraniano vivió un déjà-vu cuando el pasado año Trump instigó el bloqueo al Congreso sobre un envío crucial militar y económico para Kiiv.

Estados Unidos suspendió la asistencia a Ucrania a principios de julio del 2020. La llamada para presionar a Zelenski para que colaborara en la investigación sobre Biden fue el 25 de julio. Kiiv no supo que la ayuda se había suspendido hasta agosto. El Congreso estadounidense inició una investigación contra Trump para averiguar si realmente había estado reteniendo la ayuda en Ucrania para presionar al país para que abriera una investigación contra Biden y su hijo. La polémica estallaba tras las sospechas de una injerencia rusa en las elecciones del 2016, en las que Trump derrotó a la demócrata Hillary Clinton.

En los días posteriores al escándalo, Trump aún negaba las presiones, aunque reconocía que existía la llamada con Zelenski. Por su parte, el ucraniano acabó negando las presiones cuando se encontró con el republicano en la Asamblea General de la ONU en septiembre de ese mismo año.

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